Klano| Por culpa de las expectativas.

Capítulo 9|Amor sin garantía

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MaiSanz713

—¿Lloverá hoy?

Es la pregunta que ronda por la cabeza de un estudiante de ciencias en deportes, al ver el cielo nublado.

Camina sin rumbo lamentando haber olvidado que su clase iniciaba dentro de dos horas, una semana antes su profesor les había informado al grupo que estaría ausente por capacitación escolar, por eso mismo hoy vaga sin saber como invertir su tiempo.

—¡Wah!— Se sobresalta al sentir una mano tocar la suya, una persona sale detrás suyo, cruzando de largo para jalarlo y llevarlo corriendo por detrás.

—Te tengo.—La persona voltea a darle un vistazo por encima de su hombro, dedicando una sonrisa entusiasta, sin dejar de correr causando que su fleco se mueva por la velocidad.— Sígueme.

Techno reconoció de inmediato la voz del responsable que lo lleva hacia un lado desconocido. Desde su punto de vista, lo único que puede ver ahora es su espalda cubierta por la camisa de la escuela y su mano entrelazada.

¿Cómo estas simples acciones pueden ponerlo tímido y feliz al mismo tiempo? Sin duda el amor es un misterio.

—¡Llegamos!—Anuncia Kengkla al detenerse en una área verde del campus, justo en donde se encuentra extendido un mantel con una cesta.

—¿Qué es esto?—Pregunta al recuperar un poco la respiración.

—El lugar de nuestra cita mañanera.—Deposita un beso en su mano aún entrelazada, luego delicadamente lo dirige hacia el sitio.—Ven aquí P'No.

Los dos hombres se sientan uno cerca del otro, el emocionado lobo saca del cesto una caja de galletas deliciosas más dos frescas leches rosas.

—Escuché hace unos días que tu profesor no vendría, supuse que lo olvidarías por eso planeé esta cita.—Destapó la caja de galletas.— Te traje las que tanto te gustan, vi que sacaron de nuevos sabores, la próxima vez te traeré de esas para probarlas juntos.—Seguido sacó una cobija del cesto.—Ten, si tienes sueño puedes dormir aquí, te despertaré cuando inicie tu clase. 

De un movimiento Techno le quitó la cobija, en lugar de envolverse, la usó para tapar la cara de Kengkla.

—¡¿P'No?!— Kla se sobresaltó al no ver más que oscuridad, pero eso no igualó al salto que dio su corazón al sentir algo presionando sus labios.

No fue un beso directo, fue un beso con la cobija interponiendo el encuentro de sus labios carnosos, pero ambos podían sentir la presión.

Después de esos breves segundos, se tomaron unos cuantos minutos para que disminuya el color rojo de sus caras, incluso alguien con experiencia como Kengkla, fue afectado por eso.