PISTA 29

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SAKURA

I WISH YOU WOULD (4:32)

No podía respirar.

Estaba segura de que iba a desmayarme en cualquier momento de esta incómoda cena y que Naruto acabaría teniendo que hacerme el boca a boca para que recuperara la consciencia.
Los cuatro —Sai, Naruto, Sasuke y yo— estábamos sentados en una mesa en el fondo del local y, salvo Sasuke, todos nos lo estábamos pasando bien. Revisábamos el menú, señalando todo lo que debíamos probar mientras él me miraba, sin decir palabra.
No podía negar que cuando lo había visto hoy después de tanto tiempo, el corazón me había dado un salto de emoción en el pecho, y que casi había gritado «¡Todavía lo amo!», pero me las había arreglado para mantener la cara inexpresiva, sin mostrar ninguna emoción.
Aunque incluso un simple contacto con su mano había hecho que mi cuerpo se erizara, seguía sintiéndome herida.

Además, no tenía duda: mi corazón era un puto idiota.

Naruto cumplía a la perfección con todas las especificaciones que había marcado en la hoja de cálculo: era inteligente, ingenioso, sutilmente elegante y besaba genial. Era cierto que todavía no nos habíamos acostado y que la idea de echar un polvo con él todavía no se me había cruzado por la mente, pero estaba esperando que desapareciera cualquier tipo de esperanza con Sasuke antes de entregarme a una relación con él al cien por cien.

«Corazón mío, no te lances... El hombre que está sentado frente a mí te rompió en mil pedazos. Recuérdalo...».

—Entonces... —Naruto parecía confuso—, ¿en este lugar solo hay desayunos y postres?

—Sí —repuso Sai—. ¿No es asombroso? No te equivocas nunca elijas lo que elijas.

—No me van mucho los desayunos... —Puso el menú boca abajo—. Ni tampoco soy demasiado aficionado a los postres.

—Entonces, ¿eres un chef de mierda? —murmuró Sasuke en voz baja.

Naruto no lo oyó, pero Sai le lanzó una mirada penetrante.

—Tienes que probar esto —le dije, cogiéndolo de la mano—. Créeme, tu vida no volverá a ser la misma.

—Bueno, si lo pones de esa manera... —Se inclinó y me besó—. Tomaré el waffle especial de la semana.

La camarera se acercó en ese momento, sin darse cuenta de que nos estaba ofreciendo un respiro muy necesario.

—Qué bien, mis clientes favoritos... Sai, ¿qué vas a pedir?

—Probaré un waffle de caramelo con chips de mantequilla de cacahuete.

También quiero que lleve jarabe de fresa, a menos que, finalmente, hayáis tenido en cuenta mi sugerencia de crear algo con sabor a hierba.

Ella le dio un golpe en la cabeza con el bloc de notas y se rio. Luego hizo un gesto con el bolígrafo hacia Naruto.

—¿Y tú?

—Quiero un waffle especial.

—¿Con algo por encima?

—Un poco de jarabe de arce está bien.

—De acuerdo. —Plegó la libreta y la guardó en el bolsillo del delantal—. Os traeré también más zumo de naranja y servilletas. Pronto estarán los pedidos.

—Espera un segundo. —Naruto se aclaró la garganta—. Solo has anotado dos pedidos. No le has preguntado a Sakura y a Sasuke.

Ella le lanzó una mirada seria con el ceño fruncido.

Siempre SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora