PISTA 27

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SAKURA

BEGIN AGAIN (5:03)

Un sábado por la mañana, eché al buzón varias postales para mi madre. Poco a poco me iba acostumbrando a mi nueva vida sin Sasuke, y aunque todavía me despertaba algunos días muy sensible y a veces me descontrolaba y lloraba en mitad de la noche, me estaba yendo mucho mejor que al principio.
Había empezado a hacer nuevos amigos en clase, hablaba con Ino una vez a la semana a través de Skype, y cada vez que me sentía sola, me acercaba a la costa.
Como aquí no había playas, solo rocas afiladas y aguas turbulentas golpeando contra ellas, me envolvía en una manta y cerraba los ojos, fingiendo que había regresado a casa. Me imaginaba días soleados y arena cálida, y que, por una vez, los turistas no me molestaban.
Sin embargo, ese día, mis planes de imaginarme en una playa se fueron al garete. En el lugar en el que solía estar, había un grupo de personas vestidas con esmóquines grises y vestidos de color rosa celebrando una boda, así que me dirigí a la cafetería más cercana.

Pedí un bollo y una botella de agua antes de sentarme junto a la ventana; quería echar un vistazo a la ceremonia para ver qué aspecto tenía de cerca el verdadero amor.

—¿Te importa que me siente contigo? —Era Naruto, un compañero de clase muy guapo, con los ojos azules, natural, como yo, de Estados Unidos.

—No, siéntate.

—Genial. —Me tendió una taza blanca—. ¿Te gusta el té de naranja?

—No lo he probado nunca. —Cogí el recipiente y bebí lentamente. Estaba buenísimo—. ¿Qué haces aquí?

—Te he seguido para saber por qué me has dejado plantado —repuso, sonriente—. Ayer teníamos una cita. ¿Lo has olvidado?

—¿Qué? —Arqueé una ceja, confundida.

—¿No recuerdas que te dije que te recogería en tu apartamento a las seis para salir por la noche?

Lo recordaba. Sencillamente no pensaba que hablara en serio, así que me metí en la cama y me fui a dormir temprano.

—Lo siento mucho, Naruto, pero pensé que estabas de broma.

Él sonrió y acercó una silla a la mía antes de sentarse.

—¿También piensas que estoy de broma cuando te llamo todas las noches y hablamos por teléfono durante horas? ¿O cuando te pido que te quedes después de estudiar en mi casa?

Parpadeé, de nuevo sorprendida.

—Sakura... —Se inclinó hacia delante y me pasó los dedos por el pelo—. Quiero salir contigo... ¿Hay alguna forma de decírtelo más claramente?

Me sonrojé, sintiéndome una completa idiota. No se me había ocurrido que las conversaciones telefónicas nocturnas, que los paseos en bicicleta los fines de semana o que las sesiones de estudio tuvieran ese objetivo.

—Solo pensaba que eras un buen tipo —dije.

—Soy un buen tipo. —Todavía tenía los dedos en mi pelo—. Fuera del dormitorio...

Abrí mucho los ojos y él se rio, acercándose todavía más.

—No se me ocurre qué más puedo hacer para que te enteres de que me interesa salir contigo —añadió en voz baja—. Dime qué necesito para...

Tragué saliva mirándolo. Era la segunda vez en mi vida que no me daba cuenta de lo sexy y atractivo que era un chico. Naruto tenía el pelo rubio, aclarado por el sol, los ojos azules y unos labios demasiado tentadores para no querer besarlos. Sin duda era muy, muy sexy.

—¿Me lo vas a decir? —preguntó.

Vacilé.

—¿A qué te refieres con «salir»?

—Me refiero a que después de pasar un rato conmigo, tendrás la impresión de que soy algo más que un buen tipo. —Me miró a los ojos—. Un tipo al que le gustas de verdad... Lo que significa que me dejarás llevarte a la ciudad mañana.

—¿Y si mañana estoy ocupada?

—Ese «si» condicional implica que no lo estás, así que te presionaré.

—Qué romántico... —Me reí—. Sin embargo, sí, saldré contigo.

—Vale... —repuso, levantándose y dando un paso atrás—. Te recogeré mañana a las siete.

—Espera —lo llamé—. Estabas bromeando al hacer ese comentario sobre el dormitorio, ¿verdad?

Me miró por encima del hombro y sonrió.

—No, no lo estaba...

Sonrojada, miré cómo se alejaba y permanecí sentada en la cafetería un poco más, preguntándome si el día siguiente, que pasaríamos en París, respondería al cliché «enamorarse en la Torre Eiffel». Aunque sabía una cosa: estaba segura de que iba a empezar una nueva hoja de cálculo para conocer la química que existía entre nosotros. Tenía que puntuar lo antes posible la categoría «compatibilidad en los besos».

Cuando por fin llegué a casa, vi que había una nueva carta de Sasuke en la mesa .
La miré durante un momento, pasé el dedo por la solapa donde aparecían las palabras:
«Urgente: Saku, por favor, ábrela», pero no fui capaz de obligarme a ver qué había dentro.

Al menos no por ahora...

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Hola hola! Paso a dejarles su dosis de siempre Sasuki:p
Porfin tenemos la entrada triunfal de Naruto!!! Me encanta porque después del Sasusaku, el Narusaku es una de mis ships favoritas L___L estoy segura de que este Naruto les va a gustaaaaaaarrrrr. ~~~

Siempre SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora