—¡Jung Hoseok! ¡Sal ya del maldito baño!— gritó un Yoongi furioso y con las piernas cruzadas, intentando retener el líquido en su interior el tiempo que más le fuera posible —¡Necesito orinar!
—¡Recien voy por el jabón, aguanta un poco!— le contestó su amigo desde adentro con la voz siendo amortiguada por las paredes y el ruido de la regadera.
—¡Si no sales ahora mismo, voy a entrar!
—¡No te atrevas!
Yoongi gruñó por lo bajo y lo maldijo con todos y cada unos de los insultos que conocía. Sólo a Hoseok se le ocurriría tomar un baño por la tarde, incluso a sabiendas de que el pelinegro llegaría al departamento con la vejiga a punto de explotar por aguantar durante todo el día y no orinar en la universidad.
—¡Uno!— comenzó con tono de advertencia.
—¡Yoongi!
—¡Dos!
—¡Está bien, está bien!— le respondió su amigo, afligido —¡Dame un segundo!
Escuchó el flujo de agua detenerse y la cortina correrse. En menos un minuto Hoseok estaba abriendo la puerta y asomando su torso cubierto de jabón, la toalla estaba enrollada en su cintura y su cabello rojo goteaba como si no hubiera un mañana. Yoongi concluyó por milésima vez en el año que la faceta mas sexy que tenía su amigo era cuando recién estaba saliendo de la ducha.
-—Todo tuyo, mandón— le dijo con los ojos entrecerrados. El pelinegro sonrió amplio y se metió como un huracán al baño del departamento, juntó la puerta y se bajó los pantalones, orinando con tranquilidad. Con Hoseok se conocían desde hace mucho tiempo y se habían acostado tantas veces que ya ni siquiera acostumbraban a usar el seguro del baño o el de las habitaciones, pero de todas formas respetaban la privacidad del otro golpeando la puerta o amenazándose con entrar si uno de los dos no abría, justo como lo había hecho Yoongi ahora.
—¿Cuánta orina traías atrapada ahí?— preguntó Hoseok con la voz temblorosa al otro lado de la puerta —Odio esa manía que tienes de no pasar al baño de tu universidad.
El pelinegro bufó —Los retretes son un asco— le contestó cuando el flujo del líquido se detuvo —No tengo tu suerte de estudiar en una universidad privada.
—Sí, como sea, no me interesa, solo date prisa, me estoy congelando aquí afuera.
Yoongi se subió los pantalones y se lavó las manos. Cuando estuvo listo abrió la puerta y vio a Hoseok cubriéndose el torso con los brazos, intentando en vano entrar en calor. Le sonrió mostrando las encías y su amigo solo rodó los ojos, lo quitó del camino con un empujón y volvió a cerrar la puerta detrás de él para seguir con su ducha que fue brutalmente interrumpida por el pelinegro y su urgencia de orinar.
—¿Quieres una cerveza?— le preguntó Yoongi dirigiéndose al frigorífico. Había tenido un día bastante peculiar, necesitaba disfrutar de un trago con su compañero.
—Eso no se pregunta, Yoon— le contestó volviendo a abrir la regadera para quitarse el resto del jabón que quedaba en su cuerpo —Si tú vas a beber, dame una también.
Yoongi negó con la cabeza divertido y sacó dos botellas individuales de vidrio, abrió la suya y la otra la dejó sobre la mesa que adornaba el centro del departamento para que Hoseok la destapara cuando saliera del baño y estuviera listo. Caminó hasta la puerta corredera que había en ese pequeño espacio que ambos compartían y salió al balcón, la noche cayó sobre su cuerpo y el aire frío de invierno azotó su rostro. Las luces de la gran ciudad iluminaban todo a su alrededor, los grandes carteles de colores chillones lo llamaban a comprar Kimchi para calentar, y los grandes edificios empresariales aún no apagaban sus luces.
Daba la impresión de que la ciudad de Seúl nunca dormía.
—¿No tenemos condones?— inquirió Hoseok apareciendo por la puerta ya vestido y perfumado, pero con el cabello húmedo. Traía la cerveza que Yoongi le había dejado en la mano derecha.
—Creo que no. ¿Por qué? ¿Quieres follar con alguien?
Hoseok se apoyó en la baranda al lado de él y sonrió —Lo preguntaba por si acaso— le dio un sorbo a su cerveza y volteó su rostro hacia Yoongi —Porque te ves un poco estresado...y eso que recién comenzaste el segundo año. ¿Relaciones públicas está siendo muy complicada?
El pelinegro asintió —En la primera semana ya nos dieron dos proyectos. Follar un poco no me vendría mal.
Su amigo soltó una carcajada y tomó otro trago de su cerveza como si solo se tratase de un vaso de agua, el pelinegro desearía tener esa facilidad, pero la verdad es que el alcohol no le sentaba muy bien —Prometo comprar condones cuanto antes.
—Yo compraré lubricante.
Se miraron de forma cómplice y entrechocaron ambas botellas de cerveza como haciendo un brindis por su futuro y muy próximo encuentro sexual. Por lo general no solían planear aquello y solo sucedía, pero esta vez, ambos estaban sin los productos necesarios, y ninguno de los dos quería hacerlo sin protección, por mucho que se conocieran y se tuvieran confianza.
—Te quiero, Hobi— susurró Yoongi apoyando su cabeza en el hombro de su amigo. El mencionado sonrió enternecido y se terminó de un sorbo lo que le quedaba de cerveza para responder con un "yo también" muy suave.
Se acostaban de vez en cuando, pero eso no interfería en la hermosa amistad que tenían, Hoseok era una de las pocas personas que Yoongi tenía en su vida -por no decir la única-, y el pelinegro era para Hoseok su hermano y compañero de vida, la única persona de confianza que le quedaba.
Eran dos personas relativamente solitarias que se complementaban a la perfección.
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¡Hey, cerebrito! || JIMSU
Fanfiction-Cada vez que sientas que no le importas a nadie...recuerda que tan solo en un mililitro de sangre tienes alrededor de 11 millones de leucocitos que darían la vida con tal de protegerte de cualquier enfermedad. Donde Park Jimin es un joven erudito...