15| ¿Te fumaste algo? 🧠

1.7K 240 35
                                    

El sonido de la puerta al abrirse fue lo primero que llamó la atención del pelinegro, pero los gritos escandalosos de su amigo fue lo que le confirmó que habían llegado. Salió del balcón y se encontró con tres desastres andantes, Seokjin llevaba tres largos palos de madera sobre el hombro, Hoseok una bolsa gigante de alimento para gatos y la chica quien suponía era Yongsun traía una caja negra que aparentaba ser de herramientas. Formó una sonrisa y los ayudó a dejar las cosas en el suelo, primera vez que los vería trabajar, estaba emocionado y nervioso a la vez.

—Yoongi hyung, ella es Yongsun nona— dijo Hoseok, acercando a la chica rubia de sonrisa ancha y tiernos hoyuelos —A Jin hyung ya lo conoces.

El pelinegro sonrió en respuesta e hizo una leve inclinación para saludarlos, pero Jin lo estrechó entre sus brazos, casi cortándole la respiración —Por favor trabajen como si yo no estuviera, prometo no estorbar— dijo apenas su hyung lo soltó y él pudo recuperar el aliento.

—Que dices, cariño— Yongsun hizo un ademán con la mano para restarle importancia, se acercó a un palo y lo tomó entre sus brazos, sonriendo asuta —Trabaja con nosotros, ver un rostro nuevo y varonil aparte de estos dos me haría muy bien.

—¿Dónde está manchas, hyung?— interrumpió Hoseok antes de que él pudiera abrir la boca —No lo veo por ninguna parte.

—Debe estar en el baño, no lo he visto salir de ahí.

Mientras su amigo buscaba al gato por todo el departamento, Jin y él corrieron el sillón hacia una esquina para hacer espacio. Yongsun se colocó un mandil de cuero y unos lentes protectores muy parecidos a los que llevaba Jimin ese día en que él lo fue a buscar al laboratorio, sacó todas las herramientas de la caja y posicionó los palos de madera en el suelo para poder cortarlos con libertad, Yoongi estaba asombrado, nunca habia visto a una chica manejar esas cosas con tanta facilidad y destreza, ni siquiera él podía tomar un martillo sin golpearse un dedo.

Antes de que la sierra eléctrica comenzara a sonar, Seokjin marcó las medidas que necesitaban en los palos con un lápiz y luego dejó a Yongsun hacer su trabajo —¿Entonces Hoseok es alérgico a la madera?— le preguntó el mayor al oído, intentando hacerse oír por sobre el ruido de la herramienta.

—Al parecer sí —le respondió Yoongi de la misma forma —Pero compré una crema para eso, así que no debería tener problemas.

El pelinegro conocía a Jin por los trabajos anteriores que había hecho con su amigo, y por todas las veces que lo había visto ser una especie de animador en las actividades de la universidad, e incluso conocía a uno que otro compañero de Hoseok. Pero a Yongsun nunca la había visto, sólo sabía de su existencia por todas las veces que su amigo le comentó que estaban trabajando en ese proyecto.

—¡Listo!— dijo la chica sonriendo y quitándose las gafas protectoras —Las bases para las empresas ya estan cortadas, ahora falta que ustedes dos tomen las medidas del tejado y del jardín, luego se unen y terminaríamos.

—¿Las ecuaciones están listas?— preguntó Jin acercándose a la mesa donde estaba la construcción. Yoongi no pudo evitar sonreír al recordar la figura de Jimin justo ahí, la forma en la que su cabello se divide y cae sobre sus ojos le da un aspecto muy sexy, sumado a eso lo esbelto que era su cuerpo lo volvía tremendamente atractivo.

Y sin mencionar todas las sensaciones que género en su estómago cuando lo tomó de la cintura para besarlo...

—Tierra llamando a Yoongi— su amigo pelirrojo estaba agitando la palma de su mano frente a su rostro —¿Te fumaste algo?

Yoongi lo quitó del camino y se fue a sentar al sillón, tenía que dejar de sonreír como estúpido cada vez que pensaba en Jimin —No, idiota— murmuró entre dientes.

—¿Entonces? ¿Por lo menos oíste lo que te preguntamos?— Yoongi fijó su vista en la construcción y vio a sus dos mayores mirándolo en espera de una respuesta.

—No— sonrió culpable —Estaba pensando en el ensayo que tengo que escribir ¿qué decían?

Hoseok lo miró con los ojos entrecerrados, sin creerle ninguna palabra de lo que hablaba —Nadie sonríe mientras piensa en tareas, tú estas escondiendo algo. 

Iba a protestar pero dos golpes en la puerta lo alertaron, su amigo fue a abrir y se encontró con el repartidor de comida, producto de los nervios ya se había olvidado de eso —¡Está pagado!— le gritó antes de que cerrara ese trozo de madera.

—Te preguntamos si creías que era buena idea colocarle color— le dijo Yongsun, mostrándole dos frascos de pintura. Hoseok volvió a entrar y dejó las bolsas de comida en la barra mientras buscaba los platos para acomodar todo —Jin dice que sí, pero yo digo que no, y Hoseok no quiere opinar ¿qué dices tú?

Yoongi pensó por un momento y luego negó con la cabeza —Ya ensamblaron todo, si lo pintan ahora les costará mucho— sacó de su morral una cantidad industrial de papeles y los dejó sobre el sillón, lo de su ensayo sólo fue mentira piadosa, porque de verdad tenía que escribir uno, sólo que en ese momento no estaba pensando en aquello —Si querían colocarle color, debieron haberlo hecho cuando aún no armaban todo.

—Si lo dice así, tiene razón —aportó su amigo desde la cocina —Lo mejor sería dejarlo como está y concentrarnos en las ecuaciones y en los problemas para sumar puntos.

Yoongi se mantuvo en silencio y los dejó seguir trabajando, abrió su computador y comenzó a leer todo lo que tenía amontonado a su lado. De vez en cuando los oía hablar sobre cosas que él no entendía, como por ejemplo la función matemática de una superficie, la planificación urbana, cuanto medía una casa en comparación a otra, y así sucesivamente. En ese entonces se dio cuenta de que nunca había oído a Jimin hablar sobre sus cosas científicas en frente de él, aparte de las comparaciones que solía hacer de vez en cuando. Siempre lo veía sonriendo y buscando alguna forma de alegrarlo a él, no podía ser que nunca antes se haya fijado en él ¿cómo es que una persona así de genial te pasaba desapercibida durante todo un año?

Sonriendo de forma inconsciente, Yoongi se tocó los labios, intentando revivir el beso de hace un par de horas, aún temblaba de los nervios cuando pensaba en eso ¿qué sucedería luego? ¿cómo debía actuar frente a su menor?

—Yoongi hyung...tus papeles se cayeron— oyó hablar a su amigo. Cuando se dio cuenta de lo que decía, un leve rubor se apoderó de sus mejillas, recogió las hojas con cuidado de no botar el computador y desvío la vista, sin ser capaz de enfrentalo.

—Creo que alguien está enamorado~— tarareó Seokjin con una sonrisa traviesa en sus labios. Yoongi gruñó y les tiró un trozo de madera a medio cortar que encontró por ahí tirado. Los tres se rieron escandalosamente y decidieron no seguir molestándolo, la realidad estaba más que clara en esos momentos, él solo tenía que aceptarla.

—¿Cómo piensan sacar eso de aquí?— les preguntó cuando sintió que su rostro ya estaba retornando a su color matural. Tenía que intentar desviar el tema —La puerta es muy pequeña para que su construcción pase por ahí.

Su amigo lo miró en clave, como diciéndole "tú y yo tenemos que hablar" y luego desarmó la parte derecha de la construcción —Está separada en partes— Yongsun desarmó la del medio y Jin la de la izquierda —Justamente para que sea fácil sacarlo y transportarlo.

—Incluso nos dan puntos extras por esto— complementó Jin, volviendo a colocar todo en su lugar.

Yoongi negó con la cabeza y siguió leyendo. Sí, definitivamente tenía que hablar con Hoseok, contarle lo que sucedió esa tarde con Jimin y frenar los encuentros sexuales que tenían de vez en cuando. Si bien era cierto que no estaba en una relación formal con el menor, debía respetarlo por el simple hecho de que le estaba otorgando parte de su tiempo y de su energía, además de que algo estaba despertando en su interior, algo que creía olvidado. Así que mañana tendría que buscar un momento para hablar con su amigo.

¡Hey, cerebrito! || JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora