—¡Hyung!— gritó Hoseok desde la puerta de entrada —Te llegó correspondencia— le dijo mientras veía el nombre de la carta que el repartidor le había entregado hace unos minutos.
—¿Entraste a mi correo electrónico?— le preguntó Yoongi desde el interior de su habitación, se estaba colocando unos cómodos pantalones cortos y una camisa holgada, preparándose para leer tres informes que le darían la base para su primer proyecto que había enviado el profesor de Marketing,
Hoseok la dejó sobre la mesa —No. Son cartas, de esas escritas a mano -tenía el leve presentimiento de que a su hyung no le agradaría saber de quién eran esas cartas. Hace años que no tenían noticias de esa persona.
Yoongi abrió la puerta y asomó la cabeza —¿Quién carajos sigue enviando cartas de papel?
Su amigo se pasó una mano por el cabello y suspiró —Tu madre.
El rostro del pelinegro perdió toda expresividad y un aura sombría lo cubrió. Su progenitora nunca fue un ejemplo a seguir para él, no estuvo presente en su infancia, y lo abandonó justo en su adolescencia ¿por qué le escribía ahora?
—Rómpelas— le dijo, volviendo a entrar a la habitación y buscando en el cajón de su cómoda el pote de lubricante que había comprado hace un par de días atrás —No quiero leerlas.
Cuando volvió a salir y se enfrentó a Hoseok, Yoongi vio la duda en el rostro de su amigo, entendiendo de inmediato que trataría de convencerlo —Hyung...tal vez sea algo importante.
—Hobi...
—Sé que odias hablar de este tema— le interrumpió, tomó la carta en sus manos y la examinó por todas partes, el sobre era totalmente blanco, solo tenía la postal y el nombre del remitente —Pero algún día tendrás que enfrentarla.
Yoongi se acercó a Hoseok y escabulló sus brazos por debajo de la camisa de su amigo, intentando abrazarlo y refugiarse en él. De repente, el pene de Hoseok en su interior se veía mucho más interesante que sus estudios, o incluso, que la cartas de su madre. Pero por otro lado estaba Jimin, algo se traía ese sujeto que Yoongi no entendía el porqué se sentiría tan culpable si se acostaba con Hoseok. Quizás estaba confundiendo las cosas y mal interpretando las señales del menor.
_Tendré el valor de leer esa carta luego de que follemos— susurró. Hoseok sonrió ladino y se dio vuelta, tomó a su mayor de las caderas y lo sentó en la encimera sin esfuerzo, la mesa aún no estaba disponible, pues el proyecto de Hoseok seguía ahí. Sus ojos se encontraron y sus bocas se unieron, en menos de un segundo el miembro de Yoongi estaba erecto y húmedo, anhelando atención.
—Está muy mal que intentes deshacerte de tus problemas mediante el sexo— le dijo su amigo, mordiéndole levemente el labio inferior y atacando luego su pálido cuello.
—N-no intento deshacerme de e-ellos— balbuceó Yoongi. Abrió sus piernas y acercó el cuerpo de su compañero aún más —Sólo intento o-olvidarlos por un rato— suspiró embriagado por el placer y el líquido preseminal comenzó a fluir desde la punta de su miembro hasta el final de su ropa interior. Hoseok subió sus manos hasta sus pezones y comenzó a trazar círculos, ejerciendo un poco de presión y con infinita parsimonia.
No supo como pasó, pero en menos de un segundo ya no tenía ropa que cubriera su cuerpo, estaba completamente desnudo y a merced de Hoseok. Yoongi se bajó de la encimera para darle la espalda y dejar su entrada al descubierto.
—¿Estás seguro?— oyó el sonido del envoltorio del condón romperse y asintió, lo que menos necesitaba ahora era pensar, pero sabía que su amigo lo decía por Jimin, estaba equivocado si creía que entre ellos había algo, el menor no lo veía más que como un compañero de universidad —No quiero entrometerme en ninguna relación, hyung.
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¡Hey, cerebrito! || JIMSU
Fanfic-Cada vez que sientas que no le importas a nadie...recuerda que tan solo en un mililitro de sangre tienes alrededor de 11 millones de leucocitos que darían la vida con tal de protegerte de cualquier enfermedad. Donde Park Jimin es un joven erudito...