29| El chisme 🧠

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Yoongi decidió no leer la carta. Dejó el sobre olvidado en un cajón cualquiera, a merced del paso del tiempo. Haneul era su madre sanguínea, pero dejó de ser su familia el día en que decidió abandonarlo sin darle ningún tipo de explicación. La primera vez pensó que podría soportalo si solo eran cartas, pero ahora, el solo hecho de pensar en leer una de ellas, el estómago se le revolvía, lleno de emociones y sentimientos encontrados. No quería terminar llorando, ni sintiendo que la vida se le iba de las manos, así que lo mejor por el momento, era apartar esas cartas hasta cuando tuviera el suficiente valor de leerla.

Los Jung eran su familia, la única que necesitaba. Y ahora que todo estaba yendo bien con Jimin, no quería que por un descuido de sus emociones comiencen a tener problemas.

—La Universidad dará una fiesta— le dijo a su amigo mientras le colocaba el plato de comida en frente. Hoseok terminó de llenar el plato de Manchas y se a fue a sentar con él a la mesa. Ninguno de los dos había comido algo desde el almuerzo y los letreros brillantes que se veían desde el balcón les abrieron el apetito, así que pidieron dos porciones grandes de Kimchi y Bibimpab —Podemos llevar invitados ¿quieres ir?

Su amigo le sonrió —Ni siquiera es necesario preguntar eso ¿dónde firmo?— se llevó un poco de comida a la boca, y antes de que pudiera tragar por completo, pareció recordar algo —¿Cuántas personas puedes llevar?

Yoongi se levantó a buscar el sobre amarillo de las entradas y volvió con el a la mesa de centro —No lo dice— murmuró mientras leía incluso la letra chica —Supongo que no tiene un límite ¿por qué?

—Jin hyung está teniendo una decepción amorosa, pensé que salir un rato le haría bien, no quiero que se embriague ni nada por el estilo, pero sí que cambie de ambiente— Yoongi lo miró interesado, algo que siempre le gustó fue el chisme, y Hoseok lo sabía, así que no dudó en contarle parte de la historia que se sabía —Llevaba saliendo como tres meses con un chico que se llama Namjoon. Algo pasó de un día a otro que terminaron, Jin hyung aún no nos quiere contar.

—¿Yongsun nona también está pendiente de la historia?— preguntó el pelinegro, recordando que su amigo solía pasar la mayor parte del día con ella, porque compartían casi todas las clases de especialización arquitectónica.

—Sí, cuando era hora de almorzar, Jin hyung siempre estaba riéndose. Pero luego de que pasó "eso"— hizo comilla con sus dedos para enfatizar la ruptura —Según Yongsun nona, Namjoon se llevó la parte divertida de Jin hyung y nos dejó la triste.

—Tiene lógica— murmuró Yoongi, recibiendo una servilleta voladora de parte de su amigo. Entre risas, sacó uno de los lápices que tenía su amigo tirados por todas partes y anotó los nombres de Hoseok y Jin en la hoja —Incluiré a Yongsun nona— no quería que la chica se sintiera desplazada, si cabía uno, cabían los tres.

Terminó de escribir y volvió a guardar la entrada en el sobre amarillo, trazando en su mente la ruta que tendría que hacer mañana, pasaría por enfermería para ver lo de su hombro, luego tendría que ir al edificio donde se reunía el centro estudiantil y entregarle el sobre a Jungkook o dejarlo en el buzón para que registren sus nombres, todo eso antes de que su primera clase del día comenzara. No sabía en qué estaba pensando cuando le pidió a los Jung que lo ayudaran a entrar a la univeraidad, la carga académica es terrible.

—¿Jimin asistirá?— preguntó Hoseok de repente, sacando al pelinegro de sus pensamientos.

Luego de haber dejado el sobre en su bolso, Yoongi lo miró, notando la incomodidad en su rostro —Tal vez.

Su amigo torció la boca, jugando con la comida en el plato —Uh...en ese caso, no será mejor que yo no vaya?— preguntó dubitativo —Siento que me odia después de todo lo que dije sin querer.

Yoongi rio bajito, haciendo que Hoseok se relajara un poco y dejara de jugar con la comida —No te odia, Hobi— subió su mano para acomodar el cabello pelirrojo de su amigo y volvió a sonreírle —Jimin es...no lo sé, es una persona que parece no guardar rencor. Hoy me dijo algo muy parecido a una confesión amorosa.

Hoseok abrió los ojos, sorprendido, Yoongi amaba las expresiones faciales de su amigo, eran realmente efusivas —Espera, si ya hablaron ¿significa te contó qué fue lo que pasó con su familia? Digo, cuando Jin hyung y Yongsun nona lo vean, se van a quedar mudos.

Yoongi negó —Solo me disculpe con el por haberlo tratado tan mal, recién nos estamos conociendo y yo ya le estoy exigiendo que me cuente su vida— dejó escapar un bufido y se revolvió el cabello, como si eso hiciera que sus pensamientos de culpa y remordimiento se fueran —Pero aún así vamos a hablar, yo solo quiero ayudarlo, quiero que sienta que puede confiar en mí, quiero...— dejó la frase inconclusa al no saber como seguir.

Hoseok cambio su expresión y le sostuvo la mano que descansaba sobre la mesa —Quieres amarlo— le susurró con una tierna sonrisa en los labios, como un padre que mira orgullo a su hijo cuando este le dice que está enamorado.

—Amar es una palabra demasiado fuerte, Hobi.

—Tal vez— asintió, estando de acuerdo con él —Pero también es duradera.

—Colocando un poco de hielo cada vez que puedas y evitando hacer movimientos bruscos evitarás que la lesión de tu plexo braquial empeore— cada área de la Universidad tenía un enfermero o enfermera a cargo, y ahora mismo Yoongi estaba hablando con ...

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—Colocando un poco de hielo cada vez que puedas y evitando hacer movimientos bruscos evitarás que la lesión de tu plexo braquial empeore— cada área de la Universidad tenía un enfermero o enfermera a cargo, y ahora mismo Yoongi estaba hablando con la señorita Kang, la enfermera del área humanista —El dolor que sientes se debe a la contracción de tus nervios al recibir un golpe, pero haciendo lo que te dije, mañana no deberías sentir más que una simple molestia ocasional.

Resultó que Jimin tenía razón con su diagnóstico improvisado, porque el dolor punzante en su hombro se debía a la contracción de sus nervios del plexo. Yoongi se bajó de la camilla con un hielo en sus manos y le dio las gracias a la enfermera, la chica llevaba ahí desde que él entró a la Universidad, tenía una coleta larga y rubia que le llegaba hasta las caderas y cada vez que se movía dejaba un rastro dorado a su paso. Salió de la habitación despidiéndose con un leve movimiento de mano y comenzó a caminar por el pasillo hacia el edificio del centro estudiantil.

Mientras atravesaba el campus universitario, oyó que alguien gritaba su nombre. Era Taehyung, quien se acercaba trotando hacia él, dejando un rastro de miradas curiosas a su espalda por la cantidad de energía que salía de su cuerpo.

—Logré que Jimin firmara su asistencia a la fiesta— le dijo emocionado cuando llegó a su lado, sacó el sobre amarillo que era de él y el rojo que le pertenecía al resto de la univerisad —Mira— lo abrió con cuidado y dejó ver una entrada muy parecida a la que firmó Yoongi la noche anterior, abajo se leía el nombre de su menor escrito a mano, Jimin tenía una caligrafía muy delicada y bonita.

No expresó nada, pero su interior se llenó de emoción y nervisiosimo, ahora tendría que pensar y buscar por todo el departamento lo que ocuparía por esa noche —¿Vas a dejarlas en el buzón?— le preguntó, señalando con su cabeza los dos sobres de distintos colores.

—Sí, las clases de Jimin hyung iniciaron hace unos minutos y él llegó tarde, así que me pidió que llevara su sobre— los volvió a guardar y sujetó el brazo de Yoongi como un niño pequeño que se afirma de su padre, aunque el castaño le sacaba casi una cabeza de altura. —¿Me acompañas?

El pelinegro rodó los ojos y sonrió divertido —Claro, también voy para allá.

¡Hey, cerebrito! || JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora