28| Galileo y Copérnico 🧠

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La situación era bastante irónica, se besaron en el balcón del departamento que compartía con Hoseok, luego tuvieron un encuentro subido de tono en el patio de la universidad...¿Y Jimin se le estaba declarando? ¿No era demasiado pronto para asegurar que alguien te gustaba? Claro, lo que Yoongi desconocía es que eso no venía solo desde hace un par de meses.

—Sé que crees que estoy loco— dijo Jimin, mirándolo un poco avergonzado por lo que acababa de hacer —Lo mismo dijeron de Galileo Galilei y Nicolás Copérnico* pero cuando escuches lo que tengo que contarte, prometo que todo tendrá sentido.

El pelinegro ladeó la cabeza en señal de confusión —¿Qué tienen que ver esos sujetos con esto?— se tocó el hombro al sentir una repentina punzada de dolor, y aquello llamó rápidamente la atención de Jimin.

—¿Te duele?— le preguntó con una leve mueca de preocupación en el rostro, enterneciendo a Yoongi por lo dulce que podía llegar a ser. Ayer estaba tan deprimido, qué ni siquiera se percató de que el dolor era más que superficial.

—Un poco, pero es por todos los golpes que recibí en el partido.

Jimin le tomó la mano que tenía libre y lo hizo sentarse en la banca, él se posicionó por detrás, justo en el espacio que quedaba para saltar hacia las gradas. Pasó la palma de su mano delicadamente por el hombro del mayor —¿Puedo?— le preguntó cuando llegó al cuello de su camisa, cerca de su pecho. Yoongi asintió despacio, sin atreverse a mirarlo a los ojos, descubriendo que el hecho de tenerlo ahí detrás le colocaba los pelos de punta. Jimin corrió la playera hacia el costado y bajó un poco la manga hasta dejar al descubierto el hombro del pelinegro y parte de sus clavícula, en ese momento se sentía afortunado de  usar camisas que fueran casi el doble de su talla.

—Eres muy blanco, hyung— murmuró Jimin, haciendo que Yoongi sonriera divertido. —Pasaré mi mano por encima de tu hombro y voy a ejercer presión en algunas áreas, tienes que decirme cuando sientas dolor.

—¿Ahora resulta que eres médico?— preguntó sin dejar de sonreír por lo tierno y extraño de la situación. A lo lejos vio como Taehyung casi era arrollado por Woojin al estar observando con rostro pervertido todo lo que ellos hacían.

Jimin se acercó un poco más, y Yoongi pudo jurar que casi le sintió la entrepierna —No. Pero tuve un ramo de anatomía, puedo reconocer cosas básicas.

—Adelante entonces— dijo el pelinegro casi suplicando por ser tocado, Hoseok no tenía ese efecto sobre su cuerpo, el sexo era bastante bueno, pero había dejado de sentir lo que era ser realmente deseado por alguien. Y desde que lo besó en el balcón, descubrió que Jimin le estaba devolviendo esa sensación —Aunque...explícame que tienen que ver Galileo y Copérnico.

Cuando la palma del menor se posó con delicadeza sobre su hombro, a Yoongi literalmente se le fue la respiración, ese lugar en específico era muy sensible al tacto ajeno, funcionaba casi como una zona erógena para él, no quería ni imaginarse lo que era capaz de hacer con el resto de su cuerpo. —En la antigüedad se creía que la Tierra era el centro del universo— las yemas de los dedos ejercieron presión cerca de su clavícula, buscando un lugar que le doliera —Copérnico y Galileo fueron dos astrónomos a los que la sociedad tachó de lunáticos por decir que eso no era cierto— el pulgar de Jimin presionó cerca de sus omoplatos —Con el tiempo descubrieron que ellos tenían razón, la tierra no era el centro del universo, solo era un punto diminuto en el espacio.

—¿Y eso cómo se relaciona con que yo crea que estás loco?— preguntó Yoongi medio atontado por lo bien que se sentía la palma del menor en su hombro.

—En que quizás ahora me creas loco porque no has escuchado la historia, pero cuando lo hagas, tal vez no todo te parezca tan descerebrado— cuando Jimin presionó justo en la unión de su cuello y hombro, Yoongi siseó de dolor al sentir una descarga eléctrica recorrerle casi todo el brazo.

¡Hey, cerebrito! || JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora