32. Descendientes solar y lunar.

1.8K 227 6
                                    

Un cuervo había llegado aquella mañana a la finca del hielo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un cuervo había llegado aquella mañana a la finca del hielo. Yuriko había recibido la noticia y de prisa de dirigió hacia la casa de Oyakata-sama.
Al llegar abrió la puerta sin tacto alguno, sorprendiendo a los presentes.

— ¿A qué luna se enfrentaron? —artículo la pregunta con dificultad por la velocidad que había usado de camino a la sede—. ¡Respondan!

— Yuriko-chan, lo mejor será esperar a que Amane-sama termine de hablar. —indicó Shinobu con una sonrisa.

— Fueron las lunas número cuatro y cinco. —respondió Muichiro.

Yuriko asintió relajándose y tomó asiento junto a Iguro y Mitsuri.
Inspeccionó con su mirada al pilar de la niebla y le acarició la mejilla. Él adolescente se enfrentó a una de las lunas superiores.

— Una batalla sangrienta esta a la vuelta de la esquina. —mencionó Amane con preocupación—. Además, tenemos reportes de extrañas marcas que han aparecido en los cuerpos de Tokito-sama y Kanroji-sama durante su pelea con laa lunas superiores cuatro y cinco. Así que me gustaría preguntarles a ustedes dos cómo obtuvieron esas marcas y cuáles son las condiciones para hacerlo.

— ¿Marcas? —cuestionó Mitsuri sin entender.

— Durante la era Sengoku hubo algunos espadachines del primer aliento que estuvieron a un paso de vencer a Kibutsuji Muzan. Todos tenían marcas que lucían como las que aparecen en los demonios. —les explicó Yuriko, quien siempre leía los libros de reportes de pilares anteriores. Seguía en la búsqueda del la respiración de hielo y fuego.

— Yo no lo sabía, ¿por qué? —replicó Sanemi mirando a la mujer.

— Porque por mucho tiempo se pensó que esas marcas no existieron. Por ese motivo mucha información se volvió confusa y porque los cazadores estuvieron cerca de la extinción muchas veces.

Amane miró a la joven que consideraba como a una hija más. Sonrió. Ella también tenía esa marca, pero no lo sabía. A diferencia de las marcas de Tanjiro, Tokito y Mitsuri, la de ella era blanca, por eso pasaba desapercibida.

— Cuando una persona tiene esas marcas encima comienza a esparcirse a otros. Y ahora la primera persona que tuvo esas marcas no fue ninguno de los pilares presentes, fue Kamado Tanjiro. Pero cuando le preguntamos no pudo explicar con las obtuvo. Así que les pedimos que nos lo digan Kanroji-sama y Tokito-sama.

— ¡¡Bu..bueno!! —se emocionó Mitsuri gritando—. Bueno, en ese entonces mi cuerpo se sintió muy liviano y luego agh, ahg. Fue como un "Baduuuum" y luego ¡¡Buuuuuaaah!! Y luego mi corazón hizo budum, budum y mis oídos hicieron "scriiiii". ¡Y también hubieron algunos chirridos!

Todos la miraron sin entender ni una sola palabra. Yuriko comenzó a reír con fuerza ocasionando que Iguro golpeara su frente con la palma de su mano. Se hallaba avergonzado por la actitud de las pilares que eran cercanas a él.

— No me di cuenta de ninguna marca, pero si recuerdo las batallas previas. Me di cuenta de un número de cosas que fueron diferentes. —habló Muichiro atrayendo la atención hacia él—. Si cumples estás condiciones, quizás todos desarrollar las marcas. Mis viejos recuerdos volvieron a mi entonces mi ira fue tal que perdí el control de mis emociones. Creo que mi frecuencia cardiaca fue superior a 200 latidos por minuto y mi cuerpo parecía arder en llamas. Creo que mi temperatura corporal sobrepasó los 39 grados.

De inmediato Yuriko se sentó derecha y prestó atención en cada palabra del adolescente.
Amane-dono les pidió entrenar muy fuerte para que las marcas aparecieran en los demás y tras eso se retiró, no sin antes pedirle a Yuriko que acudiera con Oyakata-sama porque tenía algo muy importante que hablar con ella.

Una vez que la reunión terminó los pilares se mantuvieron en su sitio para hablar sobre los términos del entrenamiento que realizarían. Sin embargo, Tomioka se levantó con claras intensiones de marcharse. Aquello desató una pelea entre los demás donde Sanemi fue el primero en atacar al pilar del agua, seguido por Iguro.

— ¡Qué te quedes retrasado! —le gritó el pilar del viento, levantándose.

— Ya déjalo en paz.

Tanto Tomioka como Sanemi se sorprendieron por la voz de la albina. Giyuu estaba consternado por que ella lo defendiera y Sanemi porque le volviera a hablar.

— Aagh. —se quejó mirando a sus amigos y compañeros—. Envíen un cuervo con los acuerdos, tengo una reunión con Oyakata-sama.

Se levantó y con una reverencia se alejó para ir hacia la residencia del patrón. No dio más explicaciones y no quiso seguir discutiendo con ese par.

Al entrar en la habitación de Ubuyashiki-sama, Yuriko miró la apariencia del hombre. Las feas marcas se habían extendido por todo su cuerpo.

— Oyakata-sama...—susurró temblando. No quería que él muriera.

— Yuriko, me alegra verte con bien. —sonrió incorporándose en el futón donde descansaba—. Me apena no poder decir lo mismo de mi.

— ¡Por favor no diga eso!

— Te he llamado porque no me queda mucho tiempo. —bajó las vendas de su rostro para que la escuchara mejor—. Ahora sé porque tu padre te hizo creer que tu aliento era de la Flor. Él no quería que descubrieras el poder que hay en ti. Es un poder que puede ser una maldición si no lo usas correctamente.

Yuriko arrugó la frente y prestó atención. Ese tema siempre rondaba por su mente cuando pensaba en su familia.

— El aliento solar fue el primero en aparecer, su usuario tenía una marca oscura en su rostro. Fue un espadachín fuerte, el mejor de todos y compartió sus conocimientos con los demás. —inició el relato y pausó un segundo para ver a sus hijas jugar en el patio—. Tenía un hermano gemelo. Era su contra parte. Lo envidiaba y odiaba por no ser tan fuerte como él. Ese hombre intentó de todo para vencerlo hasta el grado de convertirse en un demonio.

— No lo entiendo. —interrumpió Yuriko sin comprender que tenían que ver con ella esos dos.

— Del aliento solar se derivaron los principales alientos, el agua, flama, viento. Sin embargo, aquel hombre lleno de odio buscó ir contra su hermano y formó el aliento lunar. Mejor conocido como aliento del hielo. —tras decir aquello Yuriko abrió sus ojos—. El primer aliento de hielo que surgió fue de la familia que ese hombre dejó atrás. Cuando la marca apareció en él su muerte fue inevitable. Pasaron decenas de años para que ese aliento volviera a surgir. Fuiste tú Yuriko, la niña de ojos azules y marca blanca de nacimiento. Debes encontrarte con el fuego para derrotar a Muzan. 

— Le prometo que hallaré una forma de dominar el aliento del fuego y hielo. —tomó las manos de Kagaya entre las suyas con cuidado—. Usaré ese poder para el bien y terminaré con Muzan.

— Este es el momento más importante. Quiero que todos trabajen duro como si fueran uno. —sonrió acariciando el cabello blanco de la joven—. ¿Podrías hablar con Giyuu? Él pretende retirarse, lo necesitamos y sólo tú puedes hacer que vea su verdadera importancia. Por favor Yuriko, no nubles tu corazón con sentimientos de odio, no dejes que ese aliento te domine.

Fire and Ice • Kyojuro Rengoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora