Un Protector

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Vincent Millar

Cuando supe que Angelina Raynols era quien estaba a cargo de la administración del bufete, me sentí bastante orgulloso de ella. Durante mucho tiempo, mientras estábamos juntos, le pedí que se desprendiera del apellido de los Blake, y nunca me hizo caso. Ella siempre ha sido de las chicas que le gusta hacer las cosas a su manera. Una testaruda.
Cuando la cargué para llevarla hasta mi auto, la sentí más delgada de lo que recordaba. Los médicos fueron rápidos para atenderla, y exigí que le realizaran los exámenes correspondientes. Quería estar seguro de que ella estuviera bien.
Ella, pese a todo, seguía siendo especial para mí.

Una vez ya los resultados en manos del doctor, sentí una sensación extraña. Angelina estaba embarazada de Adam Blake. Tantos años pidiendo que me diera un hijo, y ahora, estaba a la espera del sujeto que me había quitado lo que consideraba parte fundamental de mi vida. Mientras Angelina dormía, aproveché de acariciar su rostro, me tente a llamar a Adam y decirle dónde estábamos, pero algo me dijo que hacer eso, sin consentimiento de ella, resultaría inapropiado. Después de todo, yo ya conocía bien a ese Blake. Sabía que llegaría armando todo un escándalo, y ella debía estar tranquila. Así lo había indicado el doctor.

Cuando la llevé hasta su departamento, sentí una especie de incomodidad. Angelina no merecía vivir en un lugar así, con tan poca seguridad y tan lejano a las comodidades que una mujer en su estado debería recibir. La propiedad ni siquiera contaba con calefacción y yo sabía perfectamente cómo eran de crueles los inviernos en esta ciudad. Si ella permanecía aquí, el bebé viviría de resfriado en resfriado.

No entendía bien que era lo que estaba sucediendo entre los futuros padres, y tampoco quería invadir a Angie con preguntas que la hicieran sentir mal. Pero seguía pensando que Adam debía saber la precaria situación a la que se estaba sometiendo Angelina.

Le acomodé los almohadones y le preparé un té de canela para que se relajara. Ahí fue cuando me contó todo. Quise pensar en que el karma le estaba pasando la cuenta de todo lo que alguna vez me hizo, pero no fue necesario. Ella arriesgó todo por alguien que amaba. Ella era apasionada. Suspiré.
Si por el momento Angelina no iba a contarle a Adam sobre la llegada del bebé, me haría cargo de acompañarla hasta que se sintiera lista. No podía dejarla sola. Ella seguía siendo mi esposa después de todo.

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Una semana transcurrió y esto ya comenzaba a preocuparme. Angelina se la pasaba en cama. Estaba pálida y lo poco que comía, su estómago no lo soportaba.

—Creo que debemos ir al médico. No es posible que te la pases en el baño.

—Lo sé —limpió sus labios—. Pero sabes que aún tengo dudas. No siento que esté lista para ser madre. Además mi situación con Adam es bastante inestable en estos momentos...

Yo sonreí.

—Ya no tienes dudas Angie, de lo contrario, ya habrías hecho algo para... Tú sabes. —No quise continuar.

Que Angelina me comentara sobre sus dudas de continuar con su embarazo, me hacía dar cuenta del miedo que tenía de volver a tener a Adam en su vida. Se estaba protegiendo a sí misma, pero debía hacerlo también con su bebé.

—No quiero volver a vivir como lo venía haciendo a lado de él. Intenté ser comprensiva. Intenté hacer las cosas bien. Pero no hay caso... No pude. No puedo Vins.

—Pero debes decírselo. Él es el padre de tu bebé y tiene todo el derecho del mundo a saberlo.

Angelina limpió su nariz.

—Lo sé, es solo que... —suspiró cansada.

—Vamos, yo te llevo. —Animé y Angelina sonrió.

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⏰ Última actualización: Jan 26, 2021 ⏰

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