Capítulo#42: Llegada inesperada.

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(Cabe aclarar que este capítulo es como parte del capítulo anterior).
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*Narra Gabriel*
Hoy es un día lluvioso,en las noticias han dicho que se trata de una onda tropical y que se ocasionaran varias tormentas.
Bob se ha ido a traer varias compras que le encargué. Por otro lado,a Karol no le he visto en todo el día,lo más seguro es que esté dormida.
Minutos después, llegó Bob con una bolsa grande.
— Qué te paso?— le pregunté mientras me burlaba de Bob.
Bob venía mojado de pies a cabeza, con barro por todos lados y hojas en el caballo.
—Solo a ti se te ocurre hacerme salir en media tormenta y únicamente para traerte una caja vacía, pegamento,hojas de color y varios plumones—se quejó Bob mientras me entregaba las cosas.
—Bien que no trajiste lo que te pedí mojado— dije yo.
—Me aseguré de que no viniera nada mojado pero¿Por que me mandaste a traerte ésto?—me preguntó Bob.
— Hace mucho varios empleados domésticos me dijeron que tenían quejas que presentar, entonces se me ocurrió hacer una caja de quejas—dije mientras buscaba unas tijeras.
—Ya veo pero¿Tu vas a decorar la caja?¿Enserio?— me preguntó Bob.
—No veo nada de malo en decorar por mí cuenta está caja—le dije.
—Seguro que no lo echarás a perder???— preguntó Bob.
—Ya basta de preguntas y manos a la obra!—le dije a Bob mientras le entregaba unas tijeras.
—Esperas que te ayude?—me preguntó Bob.
—Anda ayúdame!si no me ayudas entonces después no quiero verte poniendo ninguna queja—le dije.
Bob tomó las tijeras,ambos empezamos a decorar la caja y después de un largo rato ya teníamos la caja decorada.
—Y listo!no está nada mal, creo que hicimos un buen trabajo—dijo Bob.
—Sí creo que sí!— dije mientras dejaba las tijeras en la mesa.
—A quién miento! ésto es un asco!— dijo Bob.
Yo no lo podía negar,la caja quedó más fea que la bata con pulgas que Karol llevaba puesta hace un mes.
—Hicimos un desastre!— dijo Bob mientras miraba a su alrededor.
Y era cierto, habían trocitos de papeles de colores por todos lados.
—Hoy le dí a el personal de limpieza el día libre a todo el personal entonces no hay nadie que recoja esté desastre...nos tocará a nosotros recojer esto— dije.
—QUÉ!? les diste a el personal de limpieza el día libre y ¡a mí no!— se quejó Bob.
—No eres parte del personal de limpieza pero si quieres serlo por mí no hay ningún problema...yo te puedo cambiar de puesto— dije mientras empezaba a barrer.
—Mejor no! mejor me quedo con mí puesto—dijo Bob mientras recogía los papeles.
—No tienes noticias de Davidson?— me preguntó Bob cambiando de tema.
—No,parece que se esfumó y no dejó rastro— dije.
—Y eso es algo bueno o malo?—preguntó Bob.
—Es ambos!es bueno porque así no me tengo que preocupar pero también es malo porque cuando no hay noticias de Davidson es porque algo debe de estar tramando— dije.
—Y que crees que esté tramando?— preguntó Bob.
—Nada bueno se espera de Davidson y me preocupa que llegue a pasarse de la raya— dije preocupado.
Seguimos recogiendo todo el desorden y después terminamos de recoger.
—Ya que terminamos¿quieres un trago?—le pregunté a Bob.
—Claro que sí amigo!—me dijo Bob.
Después de varios tragos, entró casi corriendo una empleada doméstica.
—Señor Toledo!— decía la mujer algo alterada.
— Justo estábamos hablando de ti!Qué pasa?—le pregunté confundido porque se veía que ella venía algo alterada y preocupada.
—El señor Davidson está aquí!!!— dijo la mujer con pánico.
En ese momento me dio coraje¿Quién viene sin avisar y en medio de está tormenta?
—No lo dejes entrar!dile que no estoy...que me fui de viaje y que no regreso hasta el próximo mes— le dije a la empleada.
—Pero señor...el señor Davidson está esperándolo— dijo la empleada.
—Pues seguirá esperando!dile que estoy muy ocupado y que en este momento no lo puedo atender— dije enojado.
— Pero señor...— dijo la empleada pero le interrumpí.
—PERO NADA!!!—le grité con enojo—o si no mejor vas y lo atiendes tu porque yo estoy muy ocupado—le grité a la mujer.
Ella se sorprendió al ver que le grité y únicamente se le quedó mirando a Bob,en espera de que Bob también dijera algo.
—Ya lo escuchaste! Gabriel está muy ocupado y no puede atender al señor Davidson... así que te voy a pedir que respetes la desición que el tomó y vayas a decirle a Davidson que se tiene que retirar de inmediato— dijo Bob seriamente.
La mujer solo se fue sin decir nada más.
—Bob ve y ponle seguro a la puerta de la habitación de Karol—dije tratando de no enojarme más de lo que ya estaba.
Bob solo asintió,le entregué la llave de la habitación pero antes de que se fuera le dije:
—No dejes que Karol salga aunque ella te lo supliqué...Davidson no se puede enterar que Karol está aquí— dije.
—Está bien pero trata de no salirte de control— me dijo Bob.
—Eso será imposible, me da coraje saber que no aviso antes que iba a venir— dije.
—Sí¿A qué loco se le ocurre venir sin antes avisar y en media tormenta?!— dijo Bob.
—A MÍ!— gritó una voz conocida.
Bob y yo volteamos a ver hacia donde provenía la voz.
—Davidson!— dijimos Bob y yo al unísono.
—Toledo nos volvemos a ver!— dijo esa irritante y estresante voz que tanto odio.
—Lois Davidson¿Quién lo diría?¿Qué haces tú por aquí?— le dije de mala forma.
—Pero que gran bienvenida me estás dando— dijo Lois con sarcasmo.
—No respondes a mí pregunta¿Qué haces aquí?no hay más reuniones en las que yo te involucré a ti entonces no veo el motivo de tu visita— le dije seriamente.
— Te mandé una carta con los Johnes¿No la leíste?te dije que vendría tarde o temprano—dijo Lois.
—Y ese"vendría tarde o temprano tenía que ser hoy"?—dije enojado.
—No te enojes ni te estreses Toledo porque te saldrán canas— se burló Lois.
— Tenías que haber avisado antes de que vendrías,se hace muy maleducado que vinieras sin anticipación alguna— dijo Bob enojado.
—Mira a quién tenemos aquí! Bob!no te había visto—dijo Lois.
— Davidson— dijo Bob seriamente.
—Te tengo una pregunta Bob¿Todavía sigues siendo el perrito faldero de Gabriel?— se burló Lois.
Yo estaba enojado perobBob estaba más enojado aún pero lograba controlarse porque sabía que no valía la pena tener que pelearse con la basura de Davidson.
—Parece que no soy bienvenido aquí— dijo Lois ahora más serio.
Antes de que Bob o yo pudiéramos decir algo, Lois hizo una pregunta.
—Acaso no soy bienvenido porque talves estás escondiendo algo o más bien a alguien?—preguntó Lois con curiosidad.
Cuando Lois hizo esa pregunta, yo me estremecí por los nervios.
—No escondo nada ni a nadie! además no te incumbe— dije tratando de disimular los nervios.
Le hice un ademán a Bob para que fuera de inmediato a ponerle seguro a la habitación de Karol, Bob asintió y se fue alejando pero ya era tarde, Karol apareció de la nada.
—Vengo a poner una queja! Hay goteras en la habitación!— dijo Karol.
—Mierda!— dije para mí mismo.
—Vaya,vaya, vaya... pero que tenemos aquí?— dijo Lois mientras miraba a Karol de pies a cabeza.
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