¿Te agradaría la idea de escuchar diferentes melodías cada que ves a una persona que tu mente considere importante? ¿O una melodía en momentos importantes en tu vida? Sería como un musical, solo que serías la o él único que lo escuche. A nuestra protagonista le gusta la música, pero no llega a ser una melómana. Simplemente, disfruta de escucharla como cualquier persona. Pero, entonces... ¿Por qué su mente juega de esta manera con ella? © Todos los derechos reservados. [No se permite la copia y/o adaptación de la historia.]