— ¿Me hablan a mí?
— No, a tu jugo. — responde Daniel con sarcasmo y se lo entrego para que hable con el jugo. Él toma del jugo y se lo quito rápidamente.
— ¡No...! — limpio de la parte de donde tomo.
— ¿Todo bien? — pregunta Carlos.
— ¿Qué le contaste? — le pregunto a Daniel y él solo sonríe. — No sé cómo, pero haré que Anastasia te muerda las bolas.
— ¡Oye!
— Noah... — miro a Carlos. — Tranquila. — ruedos los ojos y como de mis galletas. — Volvamos a ser amigos, los tres.
— Podemos ser amigos. — le digo. — Pero él... — Carlos me mira con una ceja levantada. — Está bien. — suspiro.
— ¿Entonces quieren ir a la fiesta que está organizando mi novia esta noche? — pregunta Carlos.
— No.
— ¡Sí! — responde Daniel. — ¿Cómo que no? — me mira.
— No tengo tiempo. — me levanto.
— ¿Y qué se supone que harás hoy?
— Pues limpiar mi habita...
— No, no me salgas con esas cosas. — dice Carlos. — Vamos, solo es una fiesta. Será en mi casa y puedes invitar a quien quieras.
— ¿Por qué quieren que vaya?
— ¡Para celebrar nuestro regreso! — dice Daniel. — ¡Además es una fiesta! ¡¿Quién rechaza la invitación a una fiesta?!
— Muchas personas. — respondo. — Todos en alguna ocasión.
— No este señor. — se señala a sí mismo.
— Incluso tú algún día lo harás.
— ¡Noah! — se acerca a mí y coloca sus dedos sobre las comisuras de mis labios y los levanta. — Una sonrisa nunca está mal. — Alejo sus manos de mí y camino a la salida.
— ¡¿Irás a la fiesta?! — pregunta Carlos.
— Sí, como sea.
***~~***
— Aún siento que esto está mal. — le abro la puerta.
— ¡Cinco años, cinco años! — río.
— ¿Noah? — Mierda. — ¿Quién es tu amigo?... ¡Oh! Profesor Ross. — se saludan. — Es sorpresivo que esté aquí, ¿Noah hizo algo ahora? — ¿Qué? La miro y ella me hace una seña amenazante.
— No, no. — lo miro. — Solo llevaré a Noah con mi hermana, son amigas. — ¿En serio le acaba de mentir a mi madre? Pero... Profesor Ross, no lo imaginaba así. Nah, desde que me invitó a salir ya me lo imaginaba.
— No me habías contado, cariño.
— Samantha es nueva, mamá.
— ¡Oh! Va a tu escuela. — asiento. — ¿Cuánto la invitas?
— Algún día. — tomo mi chaqueta. — Adiós. — Salgo junto a Ross y subimos a su auto. — Le mentiste a mi madre. — digo cuando arranca. — ¿Por qué?
— Aquí no importa la edad, lo sé. Pero aún así soy tu profesor y dudo que tu madre acepte que estés en una cita con tu profesor. Nos metería en un problema a ambos.
— Debo decirte la verdad, no era mi intención aceptar la salida contigo, lo dije porque estaba bajo presión. — me mira cuando detiene el auto en una luz roja. — Aún siento que esto está mal.
ESTÁS LEYENDO
Melodía momentánea
Novela Juvenil¿Te agradaría la idea de escuchar diferentes melodías cada que ves a una persona que tu mente considere importante? ¿O una melodía en momentos importantes en tu vida? Sería como un musical, solo que serías la o él único que lo escuche. A nuestra pr...