-¿Qué tengo que hacer para que padre me ame? Rosé miró a la persona frente a ella con una cara manchada de lágrimas. Sin embargo, su padre, sólo la miraba sin emociones en sus ojos. -¿Tengo que ser como Rachelle?, ¿Entonces si me amarás?, ¿Entonces actuaras hacia mí como hacia Rachelle, llamando suavemente mi nombre con ojos llenos de calidez. Si trabajo mucho más que ahora... Su hermosa media hermana. Esa encantadora Rachelle ganó la gloria que Rosé nunca tuvo. -Nunca tendrás una oportunidad, incluso si muero. -¿Cómo? Sin embargo, Michaell no pensó en contestar. No se sorprendió en lo más mínimo al ver a la hija siempre tranquila que ahora era tan lamentable delante de él. -También soy la hija del Duque Park y de...-Teniendo los nervios de mencionar ese nombre delante de él, ella ya estaba mentalmente en mal estado-La primera esposa del Duque. Tomó todo el coraje que le quedaba para rogar por su deseo, y fue su último recurso. Sin embargo, su padre, mantuvo su ausencia de emociones hasta el final. -¡Escoria! Las piernas de Rosé perdieron toda su fuerza y cayó al suelo. Esas palabras eran lo suficientemente crueles como para hacer sangrar sus oídos en cualquier momento. -YO... Los ojos de Rosé poseían una profunda desesperación. •••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Una vida llena de rechazo y desesperación, de una constante búsqueda de amor por parte de alguien hacía ella así se podía resumir la vida de Park Roseanne. Una vida tan lamentable ya que su único error fue buscar tan desesperadamente el amor.