Puedes olvidar muchas cosas en la vida, pero jamás olvidarás lo más importante, de dónde vienes, a qué familia perteneces, dónde está tu sangre y cuál es tu linaje. Muchos pactos se han firmado incluso antes que nacieras, se han tomado decisiones en tu nombre y tu destino ha sido escrito por manos ajenas a las tuyas, en nombre claro, de lo más importante, en nombre de la DINASTÍA. Tu deber no era otro que seguir la línea pactada, seguir el camino que habían escrito por ti. Así eras un buen príncipe, serías un buen esposo y con el tiempo serías un buen monarca. Pero ¿habrá acaso algo más importante que eso? Tal vez no lo sabías hasta la primera vez que viste sus ojos, esa triste y melancólica mirada. Aunque sabes que no es lo correcto, que podrías echar todo a perder. ¿Cuánto más podrás resistirte a su olor?