Las dos primeras horas se pasaron muy rápido. La profesora de literatura era muy dulce y amable, hasta bromeaba con confianza con los que conocía de hace tiempo. Obviamente no conozco, aún, a mis compañeros pero algunos parecían ser muy buenos.
En el receso salí del salón de clases, tomando a Emma del brazo y llevándola fuera. Ya que por alguna razón, me había estado ignorando y yo necesitaba saber cuál era esa puta razón, ni siquiera se había sentado a mí lado, sino más bien al fondo.
—Hey, ¿qué te pasa?— mencionó con cara de pocos amigos mientras se soltaba de mi agarre. La fulminé con la mirada.
—Hey, eso te pregunto yo a ti.— sonreí sarcásticamente. —¿Me quieres decir por qué me ignoraste toda la maldita clase, Emilia?— pregunté pasando una mano por mí rostro.
—No me llames así, y no tengo ganas de hablar contigo. ¡Ni con nadie!— dijo pasándose por mi lado, volviendo a ignorarme. Suspiré frustrada.
Yo la seguí con mi mirada hasta girarme hacia ella, la volví a agarrar, haciendo que ella suspire pesadamente también.
—Me puedes decir, al menos, ¿qué fue lo que te hice para que me estés tratando así? Creo que no lo merezco.— enfaticé mis palabras. Ella fingió pensar en algo, estaba siendo muy cínica.
—Pues... mi novio me dejó, no me quiere ni hablar, discutí con mi mamá por cosas de su empleo porque al parecer quiere que nos mudemos a Barcelona en un par de semanas. Estaba en una crisis emocional, ataque de depresión, todo junto. Tirada en mi cama, con mi pote de helado, tomando helado, helado, y ¡ah, si!— sonrió cínicamente. —¡más helado! ¿Tú que hiciste? Déjame adivinar, estuviste con ese chico guapo, Alan, ¿no es cierto?— seguía con esa puta sonrisa espeluznante. En cualquier otro momento me hubiera soltado a reír pero enserio ambas estábamos muy enojadas.
—Es broma, ¿cierto?— pregunté con sarcasmo.
—¿Que cosa querida?— el sarcasmo era nuestro mejor aliado ahora.
—Me dejaste sola— me corregí. —me dejaron sola. Estaba en las rampas sola con Alan, lo conocí, me cayó bien y luego fuimos a su casa. Además no sabía que habían terminado, creí que se habían ido juntos. ¡Los vi abrazarse!— abrí mis brazos haciendo notar mi confusión.
—Bueno no, para tu información no nos fuimos juntos. Me quedé toda la tarde encerrada en mi habitación, mientras mi mejor amiga, en vez de acompañarme, estaba encerrada en la casa de un tipo haciendo...— la interrumpí antes de que completara su grosería, porque sino juro que la mataría.
—¡No te atrevas, María Emilia!— la miré con advertiencia apuntándola con mi dedo. —Si me necesitabas debiste llamarme. No tenía idea de lo que había pasado. No es como si yo fuera adivina, ¿sabes?
—Bueno, esta bien. No te necesito entonces. Ya terminé contigo, adiós.— y así, sin más se fue.
—¡Que te den!— solté con furia, audible para ella, pero sin levantar la voz.
Escuché el sonido del timbre indicándome dos cosas; que el receso había acabado, y que perdí el tiempo para poder reemplazar mi desayuno con algo del buffet, ya que me la había pasado discutiendo con Emily.
Miré hacia el pasillo de mi clase y vi que aún no habían entrado, así que fui al buffet a comprarme algo para desayunar, pedí una medialuna, un jugo natural y me fui a clases.Busqué a Emma con la mirada y ella estaba en su banco con los brazos apoyados en la mesa y la cabeza enterrada en su hueco. Traté en lo posible de ignorarla, pero no podía, era mi mejor amiga, quería correr a abrazarla y decirle que todo iba a estar bien, que las cosas se arreglarían con Jason, con su mamá, todo. Pero no podía porque la muy orgullosa estaba muy enfadada conmigo.
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STRONGER |Harry Styles|
FanfictionHolly Stewart es una chica de 17 años quien no lleva una vida maravillosa según lo explica ella. Cuando tenía apenas 6 años de edad, su mayor influencia en la vida, su gran ejemplo a seguir y su protectora era su hermana mayor Sophia. Pero un día, e...