STRONGER |Harry Styles|

Capítulo #43

Me fue muy difícil lograr adaptarme a la luz. Parpadeé varias veces y traté de comprender por mí mismo en dónde estaba y lo que había ocurrido. Pero de todo, sólo sabía que me encontraba en la habitación de un hospital, con Holly a mi lado, dormida sobre mi mano, que la sostenía entre las suyas. Lo demás, no me acordaba de nada. Sólo sé que había corrido con aquella bomba fuera de la casa, lejos de Holly, y de todos. Poniendo en riesgo mi vida.

Entreabrí mis labios para formular una palabra, pero no pude hacerlo. Fue como si de repente, alguien tomara mi voz con sus propias manos y se la llevara lejos de mí.

El único intento que me quedaba, era moverme. Pero no me sentía con la voluntad suficiente como para hacerlo. Llevé todas mis fuerzas a aquella mano que Holly sostenía entre las suyas, ella tensó su tacto, lo sentí. Levantó su cabeza lentamente y me miró. Una gran sonrisa se formó en su bello rostro y todo a mi al rededor desapareció, como si todo de mí, dependiera sólo de aquella perfecta, y hermosa sonrisa en sus labios.

-Dios... no sabes cuánto me alegra que al fin despiertes..- besó mi frente y su mano comenzó a acariciar mi cabello. -Me tenías tan preocupada..

-¿C-cómo t-te encuentras?

-Yo estoy bien, las chicas igual.. Adam.. lo que hiciste.. fue un acto muy valiente de tu parte.. siempre te voy a estar agradecida con esto. Pusiste en riesgo tu vida por mí.. y yo..- suspiró y pasó su mano libre por su rostro. -Me siento terriblemente culpable de que estés aquí..- levanté mi mano deteniendo sus palabras. Ella volvió a mirarme.

-No empieces con eso...

-Pero es que...

-Cualquiera en mi lugar lo hubiera hecho, Holly... Si todo hubiera sido al revés... y la bomba estuviera a punto de explotar en mis manos.. ¿No hubieras hecho lo mismo?

-Claro que sí..

-Entonces no hay nada que decir..- llevé mi mano a su mejilla y la acaricié. -Hice lo que debía, y lo hice por que te amo.- ella sonrió. -Ven, acuéstate conmigo.

Ella se levantó y se acostó a mi lado, poniendo su cabeza en mi hombro y su mano en mi pecho.

-¿Es posible que cada vez estén más grandes?- hacía siluetas en mis pectorales.

Solté una sonora carcajada y me puse de lado para observarla.

-Son geniales. Admítelo.

-¡Lo son!- sonreí.

Holly se quedó observándome durante varios minutos. Esos minutos fueron en completo silencio, pero la verdad era que esos silencios eran los que más disfrutaba. Porque ella siempre se quedaba con la mirada perdida en mis ojos o en mi sonrisa, y eso me hacía sentir bastante bien, en realidad. En este momento, ya no estaba sonriendo, pero aún así ella mantenía sus ojos en mi boca, mientras que con su dedo índice recorría cada centímetro de mis labios.

Presioné mi mandíbula, y tragué saliva cuando vi como lentamente se acercaba a mí. No sabía por qué, cada vez que ella se acercaba de esa manera, mi piel se erizaba, mi mandíbula se tensaba y me ponía tan nervioso como un adolescente. Pero era una de las cosas que más me gustaban, que aún cuando era mía, ella tenía la capacidad de hacerme sentir todas esas cosas.

Sus labios se posaron sobre los míos lentamente, casi pensé que hasta con timidez. Sujetó mi rostro con firmeza y luego comenzamos a mover nuestros labios, formando un beso lento. Sujeté su cadera con fuerza, atrayendo su cuerpo más hacia mí.

-Tú...- pronunció cuando se separó de mis labios.

-¿Que sucede conmigo?- reí un poco.

-Lograste...- se separó un poco más y me miró algo aterrada.