STRONGER |Harry Styles|

Capitulo #23

HOLIS, voy a hacer un capítulo un poco más largo.

Quiero adelantar la novela para que no sea lo mismo de siempre, ya quiero que empiecen a pasar las cosas que tienen que pasar, la “complicación”, por decir algo :D Solo porque estoy de muy buen humor porque mi rubio lindo (Jas) reaccionó al fin.. lo extrañaba :') okno, so.. Espero que lo disfruten...

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-Jason reaccionó!!- respondió eufórico.

Mi cuerpo se congeló, no hice nada, no tenía reacción alguna. Solo me quedé paralizada de imaginar que mi mejor amigo ya había reaccionado y yo estaba aquí y no allí.

Sabía que no estaba loca.

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-Vamos al hospital, Alan!!- Grité entre risas.

Nos subimos al auto y enseguida tomé mi teléfono para avisarle a Jane. Cuando llegamos al hospital hice prácticamente lo mismo que aquel día.. comencé a correr sin darle importancia a nada, dejando a Alan atrás de mí.

-Alan, corre!-

-Estoy corriendo, zorra!- se quejó y yo reí.

-Corre más rápido!-

-De donde sacas tanto aire?-

-Sé un hombre, Alan!-

Llegamos al interior del hospital y comencé a caminar pero a paso rápido para que no me vean como a una loca. Sinceramente no me importaba, pero ya me conocían por ser la chica que siempre hace escándalo.

LOL...

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Jason's POV (oh, dios como extrañaba los “Jason's POV”... okno, se perdió la seriedad del capítulo por un segundo, en fin...)

Estaba totalmente desorientado. Abrí mis ojos, cuando éstos lograron adaptarse a la luz comencé a observar mi entorno.

Me encontraba en una habitación grande, blanca, con dos pequeñas ventanas y un armario de metal. A mi derecha había una maquina muy cerca de la cama en la que me encontraba acostado, de la cual supuse que salía aquel molesto e irritante ruido, que a pesar de ser diminuto, me taladraba los oídos. Miré unos cables que salían de mi cuerpo y cuando llegué al final de ellos, comprendí que estaba unido a esa maquina.

Pestañeé muy pesadamente, varias veces, y con algo de dificultad viré mi cabeza a un lado viendo la esbelta figura de dos mujeres muy bonitas a las que no creía conocer. Una era una mujer adulta, de unos treinta y tantos años de edad, su cabello era castaño, largo y con ondas. Tenía unos ojos verdes hermosos y una sonrisa preciosa. La otra mujer no era tan adulta,era una chica que no deberá pasar de los veinte años de edad, su cabello era igual al de la anterior, pero sus ojos eran de un color azul profundo, tan profundo como el mar, tal vez, la mirada más linda que había visto jamás.

Mi mirada se posó en la mujer cuando noté que se acercaba a mí con una gran sonrisa. Su voz retumbó un poco mis oídos, aunque sabía perfectamente que no estaba hablando tan alto.