Capítulo 1: "Una historia que atormenta."

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FLASH BACK


Cuando finalizó la obra exitosamente, mi hermana mayor me llevó a McDonald's para celebrar mi triunfo. Gastó casi todos sus ahorros para que yo me divirtiera y olvidara un poco de la situación.

Al caer la noche, nos retiramos del local de la mano, sonriendo y conversando. Fue entonces cuando comencé a sentir ese incomodo escalofrío en todo el cuerpo, indicándome que algo malo ocurriría, sentía que alguien nos seguía a nuestras espaldas y eso hacía que me ponga más nerviosa. Mi hermana sintió mi mano tensa, me miró y disimuladamente comenzó a observar el lugar notando que nos estaban siguiendo.

¿Sabes? Tengo una noticia súper linda, para contarles a ti y a nuestros papás.— dijo, sacándome totalmente de mis malos pensamientos. —Pero como estuviste fabulosa en tu obra, creo que te mereces ser la primera en saberlo— sonrió intentando distraerme.

¿Qué es?— pregunté emocionada.

Bueno, ¿como empiezo?— se preguntó a si misma, mientras entrecerraba sus ojos y sonreía.

¡Ya, dime!— dije casi gritando de la ansiedad. Ya había dejado un poco de lado ese extraño presentimiento.

¡Vas a ser tía, Pitufina!— exclamó muy contenta.

—¿En serio?— pregunté. Podía sentir mis ojos húmedos por la noticia.

—¡Si, enserio! Pero no les vayas a decir a nues...— antes de que pudiera finalizar su oración, un tipo se acercó, separándome de mi hermana.

Ella frunció su ceño y pude notar una expresión de disgusto en su rostro pálido. Mientras que yo, sentía como si mi corazón quisiera salir de mi pecho de lo rápido que latía. Todo mi cuerpo temblaba y no hacia otra cosa, más que pedir ayuda a gritos y llorar.

Veía esa escalofriante escena, en la que un tipo revisaba el bolso de mi hermana mientras que otro la sostenía y la manoseaba de paso. Mientras que el tercero de ellos, me sujetaba con un brazo y con el otro me tapaba la boca para que dejase de gritar.

Ya no había nada que yo pudiera hacer, era una niña. Tampoco es como si yo pudiera sacar una fuerza sobrenatural y golpear a esos hombres para salvar a mi hermana. Ahora solo oía los gritos desesperados de ella, que pedía que por favor dejaran de golpearla, que lastimarían a su bebé. No encontraron nada que pudieran robarle y no se conformaron.

Presioné mis ojos, y de repente dejé de forcejear para soltarme, al ver en la mano del ladrón una navaja que se adentraba en el abdomen de mi hermana, una y otra vez.

El hombre que me estaba agarrando me lanzó con todas sus fuerzas al suelo, sin importarle que fuera una niña, y comenzaron a correr cuando se escuchó a lo lejos, la sirena de un auto de policía. Me ardían las rodillas y los codos, pero nada podía dolerme más que ver a Sophia tirada en el suelo, con sus ojos abiertos, sin respiración, con sangre saliendo de su boca y de muchos lugares de su abdomen. Me acerqué débilmente y aunque sabía que era inútil, que ella ya no estaba conmigo, yo solo suplicaba a gritos que no me abandonara. Mi vida sin ella no tendría sentido. Ella me sacó de mis peores momentos, siempre me levantó cuando yo caí, me curó cuando me lastimé. Me hizo reír, cuando yo lo único que hacía, era preguntarme porqué siempre me hacían sentir tan mal en la escuela.

Ver a su hermana morir de esa manera, para una niña de apenas seis años de edad y para cualquier persona en la vida, dejaría una enorme huella...

Mi corazón latía como si no hubiera un mañana.

Desperté de esa horrible pesadilla, que me atormenta todas las noches de mi vida, desde aquel día.

STRONGER |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora