-Merlín me dijo que todos los seres que habitamos este mundo nacimos a partir del Caos, no le dí la importancia a sus palabras, hasta que tuve que pasar por la aventura más Caótica de mi vida.
-No va a pasar nada, solo fue una vez- me repito a mí misma- Te estás sugestionando, no tienes nada.
Justo unos días antes de la discusión que tuve con Arthur y la pelea de este con Escanor, me había sentido ligeramente mareada y con náuseas, no era la primera vez que me pasaba, además de que me sentía cansada aún después de dormir.
Primero lo atribuí al estrés y los desvelos, pero una parte de mí, la que siempre tiene curiosidad por todo, había ido hasta una biblioteca en busca de información.
Encontré una pequeña guía de medicina que hablaba sobre el eso, si bien era algo muy común, lo poco que se hablaba del tema era sobre todo de madre a hija, cosa que yo no podía darme el lujo de hacer, así que cuando ya no soporte más la duda, decidí recurrir a Elizabeth, sobre todo por qué ahora ya no había sido solo un encuentro entre Arthur y yo.
-Tristan ha crecido mucho estos meses- le digo fingiendo interés en el pequeño.
-Si, recuerdo cuando lo tuve en mis brazos la primera vez.
-Si, pareciera que fue ayer, por cierto: ¿cómo sospechaste que estabas embarazada? Me refiero en tus otras vidas seguramente tú y Meliodas...
-Ya habíamos pensado que nunca podríamos concebir- me aclara- Supongo que era también producto de nuestras maldiciones, la verdad tenía pocos síntomas solo me daba mucho sueño, comencé a sospechar cuando mi periodo se retrasó.
-Ah claro, eso fue una buena pista- Era obvio que las chicas normales tenían también esa ventaja, pero al haber detenido el crecimiento de mi cuerpo, era como estar estancada en un mismo momento, por lo que esa función no estaba disponible en mi caso, aunque cuando eso paso yo ya había tenido mi primera regla, lo que también significaba que podía ser fértil en ciertos momentos- ¿Y dime, fue algo repentino o buscaban que pasara?
-Pues... como dije ya habíamos pensado que era imposible, incluso nos fuimos de Luna de Miel y no pasó nada, pero luego ya sabes... Tristán nació 2 meses después de nuestro primer aniversario de bodas.
Mi mente hace la cuenta rápidamente, eso eran 4 o 5 meses de "pruebas", imaginaba que a Ban y Elaine les había tomado mucho más tiempo, ya que Lancelot tenía la misma edad que Tristán, pero sus padres estaban juntos desde la guerra de clanes.
En serio no podía ser yo la de la mala suerte de que las cosas resultarán a la primera, era absurdo, me debería haber resultado extremadamente difícil poder quedar en ese estado.
-¿Qué te pasa?- me dice Elizabeth preocupada al ver mi rostro pálido.
-No, no es nada es que recordé que debo hacer algo- su mano me sujeta antes de que pueda huir y de pronto parece sospechar la situación.
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-¿Por qué me haces estas preguntas? Merlín, acaso...- su mirada se cruza con la mía y de pronto quiero decirle todo, desahogarme y de paso tener su apoyo en caso de que mis sospechas sean ciertas- ¿Por qué lloras?
Sus palabras me toman desprevenida y recién notó como mis ojos involuntariamente se humedecen.
-Olvida que te pregunté, son solo tonterías mías.
-¿Crees estar embarazada?- suelta al fin y yo me ruborizo- ¿Merlín es eso?- continúa interrogándome.
-No... no lo sé- le respondo y sus ojos se abren de sorpresa, aunque yo también estoy sorprendida- ¿Desde cuando Elizabeth se volvió tan intuitiva?
-Pero... tú, ¿Cuándo? ¿Quién?- trata de formular sus cuentas- ¿Escanor y tú?- niego con la cabeza y su mente hace click de inmediato- ¿Arthur?
-¡Shhhh! Por favor no lo digas tan fuerte, no le he dicho a nadie, ni siquiera él lo sabe, las cosas, son complicadas, te juro que no era mi intensión, solo paso y ahora no sé qué hacer si eso resulta ser verdad, tengo miedo y...
Elizabeth me abraza con ternura y siento un pequeño alivio con más ganas de llorar.
-Merlín, cálmate... tú, primero que nada debes estar segura y si resulta cierto, pues creo que está de más decirte que tienes todo mi apoyo, al fin y al cabo ese bebe será mi nuevo sobrino o sobrina- termina con una sonrisa.
-Gracias- respondo mientras seco mi rostro.
-Si quieres salir de dudas, ambas sabemos quién puede ayudarte- suspiro ante la idea de tener que decírselo a alguien más, aunque claro, si es verdad todo mundo se dará cuenta en unos meses.
