Camino por los largos pasillos del palacio, el calor de esta época del año me parece molesto, yo estoy molesta.
-Hay que ir a entrenar- me dice la voz del niño que viste una armadura color dorada.
-No iré este día, ya deja de fastidiar.
-¿Se siente bien señorita?- me dice entonces la voz de Nanashi quien acompaña al pequeño.
-Sí, ya olvídalo, solo me estoy cansando de todo esto, tomaré unos días libres.
Es agobiante tener a todo el mundo encima tuyo siempre, sobre todo cuando sabes que no es por qué realmente te aprecian, sino por qué tienen miedo de que un día quieras matarlos. Ha sido siempre así, nunca dejan de repetirme que debo entrenar y dominar el poder con el que nací o podría volverse en mi contra.
-Se lo notificaré a sus padres.
-No te preocupes Nanashi, deja las formalidades por una vez- niego con la cabeza.
-Como su instructor es mi deber...
-¿Instructor?- me río con mofa- Papá te dio ese título, para no hacerte sentir mal, todos sabemos que básicamente eres nuestro niñero, pero se oye muy mal admitirlo en público.
-¡Mordred!- me regaña el niño de cabello naranja- Papá dijo que debías tratar bien a todos y eso sonó muy feo.
-Pues déjenme tranquila- le digo mientras me alejo hasta mi habitación.
Trato de tener unos pocos minutos de paz, cuando notó la presencia tras de mí.
-No bajaré a entrenar Geoffrey, creo haber sido lo suficientemente clara- digo mientras su mirada dorada me ve seriamente- Ahora deja de seguirme.
-¿Cuándo te hiciste tan aburrida?- pregunta entonces- Últimamente estás muy rara.
¿Rara? ¿Aburrida? ¿Qué sabe este niño? Aún vive en un mundo de fantasía, no tiene preocupaciones y no entiende como me siento.
-No entiendes nada- reclamo mientras camino más rápido, pero veo sus intenciones de seguirme- Deja de fastidiar.
-Si sigues tan gruñona te quedarás sin amigos.
-Bien, no me importa- me quejo, mientras se me acerca y jala mi vestido- ¿Qué te pasa niño loco?
Forcejeo con él y lo tomo de los hombros para empujarlo hacia atrás, me excedo con la fuerza y se golpea la cabeza contra la pared, me ve asustado unos segundos mientras me acerco y entonces, pasa lo que temía y rompe a llorar.
-Tú te lo buscaste, te dije que me dejaras en paz- trato de revisarlo, pero me patea para alejarme- ¡Geoffrey!
-¿Qué pasa?- dice finalmente la voz de nuestro padre a mis espaldas- ¿Qué hiciste?
-Me empujó- le dice el niño corriendo hacia él, papá lo carga mientras me ve y luego revisa a mi hermano, el samurái aparece entonces en el balcón, atento a la situación.
-Nanashi, me harías un gran favor- asiente con la cabeza y mi padre le pasa al pequeño llorón- Llévalo abajo, quieres.
-Como ordenes- responde cargándolo en brazos y lo mece para calmarlo- Vamos, ya pasó todo, tenemos que entrenar, dejemos a tu hermana arreglar sus propios asuntos- le dice alejándose lentamente de la escena.
-Y tú, debemos hablar- me dice finalmente papá.
Bueno se acabó todo, estoy segura que me golpeara por pelear con mi hermano, jamás lo ha hecho antes, pero quizás esta vez sí me excedí, yo tengo 15 y el solo tiene 6, sé que es un fastidio, pero sigue siendo mi hermano pequeño y debería cuidarlo.
-No me gusta que discutan- me dice mientras subimos hasta la torre más alta, desde donde se logra apreciar todo el reino.
-Solo quería estar sola y él no me dejaba en paz- me excuso.
-Oye, sé que estas en una edad difícil, pero puedes contar con las personas que te rodean para ayudarte, en lugar de tratarlos mal.
-¿Y ellos que saben? Sin ofender papá, pero mi mamá tuvo 15 años hace como mil... no siendo técnicos ella jamás tuvo 15 y tú eras un chico, al igual que mis primos y mi hermano, seguramente tus preocupaciones eran subir a tejados sin romperte un brazo y ensuciarte mientras jugabas porque los hombres son así de despreocupados- agito mis brazos en medio de mis quejas- Pero yo soy diferente, por eso nadie me entiende.
-Te aseguro que cualquier chica de tu edad dice esas palabras, así que no te sientas tan especial- me regaña por mi comentario, es verdad a mi edad él ya era rey y todo el reino estaba en medio de una guerra, así que lo de despreocupado no se aplicaba con él, quiero disculparme pero continua su sermón- Pero tratando de entender tu punto me estás diciendo ¿qué te gustaría tener amigas?
-Las princesas de mi edad solo hablan tonterías- le aclaro, ya que definitivamente no deseo juntarme con esa bola de estiradas.
-Eso supuse que dirías, además no es como si tú fueras la clase de chica que se sienta a tejer y cantar en el jardín, así que no creo que seas la clásica princesa que solamente aspira a conocer un príncipe, no te hemos criado de esa forma y jamás seguiría esa absurda táctica elitista de solo dejar que te juntes con la realeza, por tanto me parece que ya eres lo suficientemente mayor para comenzar a conocer el reino y todo tipo de personas.
-¿Me dejaras salir de Camelot?- pregunto sorprendida y el asiente- ¿Sola?
-Debo afinar bien ese detalle Mordri, probablemente baste un poco de magia de rastreo, no voy a supervisar todo lo que haces, pero al menos me gustaría saber dónde estás.
-¿Pero y mi poder que aún es inestable?- sé qué hace un rato estaba recriminándoles que me mantuvieran tan controlada, pero dejando de lado mis caprichos, soy consciente de que puedo lastimar a alguien.
-Creo imaginar cómo te sientes, crees que todos los que han visto tus poderes te consideran rara, pero no es así, has demostrado ser lo bastante responsable hasta ahora, así que puedes empezar a decidir el camino que mejor que te parezca.
-Nanashi dice que soy muy impulsiva para ser una caballero sacro- cruzo mis brazos al recordar la evaluación que había dado sobre mí.
-Pero si es lo que deseas, estoy seguro que puedes mejorar y lograrlo, o puedes elegir otra de muchas opciones, por eso deseo que convivas con las personas de este reino, para que puedas aprender a apreciarlos ¿Te parece la idea?- su voz es calmada, realmente esperaba un regaño de su parte, pero talvez es el padre más comprensivo que exista.
-¿Y si vienes conmigo?- pido entonces- Si vamos juntos por toda Britannia y eres tú quien me guía- lo veo sonreír por mi palabras, desde que tengo memoria todo mundo en este reino lo ve con una gran devoción, Camelot fue destruido durante la guerra y él lo reconstruyo junto con mi madre, pero no es solo eso, la conexión y empatía que muestra con las personas, es lo que hace que todo funcione y yo de pronto quiero seguir sus pasos.
-Bueno, podemos planear un viaje, pero eso significaría que...
-"Adorable hermanito" se quedará con mamá- sentencio finamente- Ya tendrá su turno algún día.
-Bueno lo hablaremos cuando ella regrese, pero supongo que un viaje padre e hija nos caerá bien a ambos- ofrece chocar mi mano como parte de sus gestos de querer seguirme "la onda"
-Ok, espero se dé prisa con su investigación y vuelva pronto, mira que dejar a un viejo como tú a cargo de dos niños, es hasta irresponsable de su parte- me rio.
**
Nunca supe de la profecía que se dijo sobre mí hasta mucho tiempo después, no los culpo por no haberme dicho, pero definitivamente yo tampoco permitiría que se cumpliera, el futuro de Britannia y toda la gente que aprendí a querer a lo largo de los años, estaría sobre mis hombros y sobre aquellos que juramos lealtad a nuestro reino, juramentados en aquella mesa redonda donde solo los más nobles caballeros podían sentarse.

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Born in Chaos
Fanfiction-Merlín me dijo que todos los seres que habitamos este mundo nacimos a partir del Caos, no le dí la importancia a sus palabras, hasta que tuve que pasar por la aventura más Caótica de mi vida.