Born in Chaos

Futuro

Narra Arthur.

Deslizo mi mano sobre el cabello de Merlín, mientras la abrazo y nos mecemos suavemente tratando de calmar su llanto, llevo varios minutos con este ritual y de pronto sus sollozos parecen disminuir, no voy a preguntarle si esta mejor, porque obviamente no lo está, ninguno lo está en este momento.

-¿Qué tal si huimos?- le propongo entonces- Lejos de todo esto.

-En serio ¿renunciarías a tu reino?

-Lo haría por ti, durante mucho tiempo soñé con un lugar donde las personas no tuvieran que sufrir, quería mantener a salvo a las personas que amo, pero sobre todo... siempre he querido protegerte a ti, más a que nadie en el mundo- suspiro recordando la vez que no puede ayudarla y todas las veces que ella me ha ayudado a mí- Vámonos, vámonos juntos, usemos nuestra magia y que todos se olviden que alguna vez existimos, solo seriamos los 3 y no causaríamos problemas a nadie- la veo suplicante, no quiero tener que huir u ocultarme, no quisiera abandonar a las personas a quienes juré ayudar, pero por una vez en la vida, si se trata de ella y de nuestro hijo, puedo ser egoísta también.

Me observa en respuesta mientras está apoyada en mis brazos, nunca había notado una mirada tan triste en su rostro y estoy a punto de no esperar su respuesta e irnos de allí sin más, pero su expresión cambia de pronto y eso me detiene.

-Sé que serias capaz de hacerlo, pero ambos sabemos que esa no es la solución y que probablemente, solo haría que el destino que intentamos cambiar ocurra de todas formas.

-¿Y qué hacemos?- pregunto finalmente.

-No lo sé, sinceramente esto me tiene desconcertada- Merlín se acomoda de nuevo sobre mí y las lágrimas brotan de sus ojos, entonces un suave movimiento de su vientre nos llama la atención.

-Creo que te está diciendo: "Ya no llores mami"- le susurro mientras beso su frente, me resulta increíble de creer que un ser tan pequeño pueda llegar a convertirse en una amenaza, siempre he creído que las personas no nacen siendo malas, sino que las circunstancias los llevan a caminos equivocados, por tanto realmente tendríamos que ser los peores padres del mundo para que nuestro futuro hijo sea al causante de la destrucción de todo lo que conocemos- Debo seguir entrenando- digo finalmente- El Caos, debemos aprender todo lo que sea posible de él, como funciona y cuáles son sus debilidades, tienes razón en que escapar no sería la respuesta, así que supongo que tomar las cosas de frente es la única opción.

-Te ayudaré- me sonríe y yo la reprendo con la mirada- No voy a ponerme a combatir contigo, para eso tienes a Nanashi, pero si debo estar presente.

-Bien, pero será a metros de distancia y sentada en una cómoda silla dentro de un Perfect Cube, no voy a permitir que te arriesgues.

-Lo sé, ahora eres tú el que debe cuidar de mí, mi rey- termina cariñosa, ella casi nunca es cariñosa y por eso, esa expresión me causa un sonrojo.

-Su hechicera por lo visto es alguien con quien tiene mucha confianza, su majestad- recuerdo la voz de Ginebra- Nunca la llama Lady Merlín, ni señorita y ella tampoco se refiere a usted con ningún honorífico, usa simplemente su nombre, es muy inusual.

-Por supuesto que lo haré, mi reina- le regreso la expresión mientras la abrazo y por un momento veo el alivio en su rostro, lo que me hace sentir mejor de por una vez en la vida hacer que se sienta segura conmigo.

-¿Le dirás a los demás lo que sabes?- me mira entonces con ansiedad.

No me gusta la idea de contar nuestros "problemas de pareja", pero ¿qué pasa cuando estos pueden alterar la vida de muchas personas? ¿O incluso causar el fin de la paz por la que tanto luchamos? Supongo que los demás por lo menos tienen derecho a saber que los matará, a menos... que nada malo suceda.

Cath me mostró una visión del futuro a Meliodas y a mí, que distaba mucho de lo que vivimos en estos momentos, eso es porque nuestra determinación logró cambiar el curso de la historia, así que supongo que el destino no está escrito en piedra.

-No- le respondo finalmente- Porque no dejaré que nada malo pase, me dijiste que Meliodas era el demonio más sanguinario de todos, pero cambió al conocer a Elizabeth, me resulta imposible creer que no podamos evitar que nuestro hijo sea corrompido por el poder del Caos, algo podremos hacer para que no ocurra.

-Sí, quiero también pensar que el futuro puede cambiarse- me responde mientras se recuesta en mi pecho- Pero si la situación comienza a superarnos, yo misma les diré y aceptare toda la responsabilidad.

-Deja de hacer eso- reclamo de nuevo- Tengo tanta participación en esto como tú, les diremos ambos y lo solucionaremos ambos.

Permanecemos unos minutos más abrazados, hasta que el cansancio se hace presente y la acomodo en la cama lo mejor posible para que descanse, yo también me siento agotado, hemos estado horas analizando todo esto, así que no tardamos mucho en quedarnos dormidos.