Sentimientos confusos

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Narra Merlín

A pesar de que le dije a Arthur que debíamos ser discretos, los rumores de nuestra boda se esparcían por todo el reino, definitivamente la gente de Camelot lo apreciaba y no me había dado cuenta de que realmente me apreciaban a mí también.

Habíamos trabajado muchos años al lado de todos ellos, a diferencia del padre de Arthur, Uther; quien realmente no gozaba de mucha aceptación, pero él era un gobernante totalmente diferente, la gente no dudo en seguirlo aun cuando era solo un niño y ahora aunque no supieran que era el individuo más poderoso que existe, tenían fe en el sueño de Arthur, crear un mundo donde todos estén a salvo, donde nadie sufra, un reino eterno.

Aunque la empatía que había desarrollado por estas personas no era suficiente para desear compartir este momento con ellas, en serio después de mil años de acostumbrarme a la soledad y a que nadie me notara, era difícil aceptar ser el centro de atención.

-Entonces Elizabeth y Meliodas serán nuestros invitados de honor- me explica Arthur con una libreta en la mano- Aunque el rey Bartra también desea venir, al fin y al cabo durante unos años él fue mi benefactor.

-Bueno, puede venir él también- lo veo checar la lista.

-¿Y las hermanas de Elizabeth?

-No lo sé, vendrían con Griamore y Gil Thunder, entonces Howzer querrá venir y quien sabe cuántos caballeros sacros más.

-Ok, entonces ellas no, pero si debemos invitar a la realeza de otros reinos, por ejemplo Cameliard.

-¿En serio crees que quiero lidiar con el drama de Leodegrance porque rechazaste a Ginebra?

-Pues eso quedó en buenos términos, Ginebra tampoco estaba interesada en mí y somos amigos, así que saben que su reino cuenta con nuestro apoyo, eso fue mejor que un matrimonio arreglado- me dice orgulloso de haber podido resolver esa situación por su cuenta. 

-Bien ¿y quienes más?

-Pues Nanashi y Gowther supongo.

Analizo su expresión y se lo que está pensando, definitivamente Escanor no asistirá, pero ¿debería invitarlo por educación? ¿O solo complicara las cosas? Es más me da miedo preguntarle al respecto, las hormonas del embarazo suelen poner temperamentales a las mujeres, pero nadie menciona nunca que puede afectar también a los hombres y ese ha sido nuestro caso, este chico últimamente está sumamente irritable, si elijo mal mis palabras va a enojarse y yo le reclamare, entonces terminaremos en una larga y absurda discusión, la formula se ha repetido varias veces, así que simplemente cambio el tema de los invitados y paso a la siguiente página.

-¿De qué sabor quieres el pastel?

-Chocolate- me responde.

-No soy experta en bodas, pero eso no pega para nada.

-Bueno, avellana entonces, con que Meliodas no lo prepare supongo que es suficiente.

-Definitivamente- le respondo.

-¿Y ya elegiste tu vestido?

-No, ayúdame con eso.

-Dicen que es de mala suerte que el novio vea el vestido.

-Creencias absurdas, nos ahorraremos tiempo si tú lo creas con magia.

-Ok, y... ¿qué te gustaría que fuera?- me pregunta mientras se sienta a mi lado en el sofá y toca mi abdomen- Y por favor no me salgas con que: un mal sueño o algo por el estilo.

-Si ya sabes la respuesta para que me preguntas- le respondo sin apartar mi vista de la hoja y después de unos segundos de silencio, bajo la libreta para ver su rostro de desaprobación- Era una broma.

-Sí, aja muy graciosa- suspira mientras se recuesta- A veces pienso que en verdad detestas esta situación, quizás debiste hacerle caso a Escanor, a lo mejor te hubieras ahorrado todo y podrían simplemente vivir juntos en su taberna subterránea- me dice despectivo, definitivamente no es el chico que eduque, en casos así se vuelve un idiota.

-Empezamos de nuevo- pienso en voz alta, pero trato de calmarme, se supone que yo soy la que debe actuar con madurez y no rebajarme a discutir con él- ¿Comó te lo explico? ¿Sabes porque terminaste en la puerta de sir Hector?

-El niño inocente pensaría que lo hiciste para protegerme, porque sería muy obvio llevarme contigo y Uther me hubiese encontrado, además supongo que sabias que los pecados capitales serian acusados y perseguidos- hace una pausa mientras me observa- Aunque ahora con lo poco que te conozco, debo asumir que me dejaste con él porque odias a los niños.

-No tenía idea de cómo cuidar un bebe y la situación no es muy diferente ahora- le confieso- En serio es lindo que estés emocionado, pero no te enfades luego si no puedo despertar mi instinto materno.

Esa charla con Diana y Elizabeth me había hecho dudar más sobre todo esto, mi padre nunca me mostro afecto y ni siquiera conocí a mi madre, por tanto no estoy segura de cómo voy a reaccionar, parte del interés que sentía inicialmente por Arthur era debido a la curiosidad de sus poderes y el futuro que el rey Bartra había visto.

Quería protegerlo debido a que es alguien sumamente importante para el mundo y sí, me dolió pensar que había muerto, también dije que daría mi vida por él, pero no estaba segura de que mi corazón pudiera abrirse nuevamente hacia otro ser vivo y el amor del que hablaban las chicas, el que sientes por un hijo parecía ser algo más allá de la comprensión, algo que no creía posible sentir.

-No te reclamare por eso- me dice acercando su rostro al mío- Porque estoy seguro que lo haremos bien- sus ojos brillan con determinación o es muy optimista o muy bobo, pero sus palabras de cierta forma me reconfortan, mi chico de la esperanza en todo su esplendor, lo beso suavemente y por una vez me siento lista para expresar lo que siento.

-Te amo Arthur...

Born in ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora