Dolor

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Narra Merlín

La luz en la habitación comienza a hacerse más tenue, no tengo la mínima idea de que hora es, pero es obvio que la noche está por caer.

Una nueva punzada de dolor me saca de mis pensamientos y un quejido sale de mi boca, al principio trataba de reprimirlos, pero cuando llevas varias horas en mi situación pues terminas cediendo y expresando tu molestia.

-Respira profundo- me dice Elizabeth mientras me ayuda a calmarme, apreto con fuerza las sábanas hasta que la molestia pasa, pero sé qué solo es un alivio momentáneo y la peor parte aún está por venir.

-Nene... - susurro buscando consuelo mientras ella desliza un toalla fría por mi frente- No creo poder lograrlo- le confieso mi inseguridad, estoy aterrada por todo esto, lo he estado desde que supe la noticia y más desde esta tarde que todo comenzó.

-Tranquila Merlín- me responde- Yo estaba igual o más nerviosa que tú, pero al final todo salió bien, ya todas hemos pasado por esta situación y tú eres la más fuerte de nosotras, si pudimos lograrlo tú también puedes- me dice tratando de animarme- Pero... quizás necesitas un poco más de apoyo, ¿estás segura de no querer que él esté aquí contigo?

-No creo que quiera entrar después de lo que le dije y tampoco quiero que me vea retorciéndome de dolor- suspiro recordando mis propias palabras.

****

-Te ayudaré a llegar a la habitación- me había ofrecido con su amabilidad de siempre, pero lo cierto es que el dolor que estaba experimentando, junto con la tensión y el miedo del momento me hicieron perder un poco los estribos.

-¡No me toques!- le había gritado, mientras forcejeo de su abrazo.

-Merlín calma solo quiero ayudarte...

-¡Ya hiciste bastante metiéndonos en todo este lio!- le dije sin pensar como si yo no hubiese sido participe de la situación- Así que lárgate a donde no tenga que verte hasta que esto termine.

Elizabeth se acerca a mí con cara de desaprobación y él se aleja de mí con tristeza en su rostro, estoy a punto de decirle algo, pero el dolor me distrae.

-Está bien Arthur- le dice Elizabeth- Yo la llevaré- dice mientras me ayuda a sostenerme.

-Bueno, avísame si necesitas algo- termina dejándonos solas en el pasillo.

****

-Te pasaste- me reclama de nuevo Elizabeth- Pero según tengo entendido ha tenido que lidiar con tus achaques de mal humor todos estos meses, así que ya debe estar acostumbrado y también debe saber que no lo haces realmente porque te desagrade su presencia, estoy segura que quiere estar contigo en este momento.

-Ok- jadeo aun en medio de esa punzante y molesta sensación- Pídele que entre, pero no te tardes.

Ella me sonríe y se va hacia la puerta, realmente no quiero estar sola y más aún si deseo que él este conmigo, como lo ha estado todos estos meses, una nueva contracción y el par de minutos que Elizabeth tarda en volver me parecen eternos, la veo entrar acompañada por Arthur e instintivamente junto mis piernas, lo cual es ridículo ya que ahora "me conoce demasiado", por esa razón es que estoy aquí en este momento, en esta cama, con esta enorme barriga.

Arthur se acerca a mi sin decir una palabra, solo me sonríe como bobo y estoy a punto de reclamarle para que deje de hacerlo, pero me muerdo la lengua, no se está burlando de mí, está feliz de que pronto tendremos a nuestro lado la pequeña vida que ambos concebimos, suspiro mientras se sienta al lado de la cama y sujeta mi mano, mientras Elizabeth me acomoda nuevamente las piernas, el dolor es cada vez intenso y más consecutivo, así que creo que era el momento justo para contar con su apoyo, entonces dejo mis ridículos deseos de reclamarle en este momento, total estoy segura de que si él pudiera intercambiar este sufrimiento conmigo lo haría sin lugar a dudas, pero mientras su abrazo y su mano sosteniendo la mía me reconfortan lo suficiente.

***

Pero bueno quizás me estoy adelantando un poco, supongo que quieren saber cómo llegamos a este punto, entonces les contare nuestra historia.

Born in ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora