Ginebra

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Narra Merlín

Leo la carta con mi vista una y otra vez ante la mirada violeta de Arthur.

-¿Malas noticias?- me dice finalmente.

-No, no realmente, son del rey de Cameliard.

-He escuchado poco sobre ese reino- dice tratando de hacer memoria.

-Bueno, no hay mucho que decir, es una ciudad pequeña, mineros sobre todo, pero han sido aliados de Camelot en el pasado- digo dudando si contarle el resto.

-¿Y a qué debemos su saludo?- pregunta con esa voz que se vuelve cada vez más ronca, está creciendo ante mis ojos y no puedo detenerlo, por tanto suspiro antes de darle la carta.

-Tus difuntos padres deseaban un primogénito y el rey de Cameliard ofreció a su hija mayor como prometida en caso de que fuera un varón, las personas saben que te volviste Rey por obtener a Excalibur, pero también saben que llevas la sangre del hombre que te negó- explico mientras él analiza el escrito- No tienes que aceptar nada, las promesas de un hombre que no te quiso no tienen por qué afectar tu vida, eres libre de negarte; como el nuevo Rey, tu palabra vale más.

-Quiero conocerla- me responde con voz tranquila y yo no logro disimular lo suficiente la molestia que me causa- ¿Qué pasa? ¿Es tan mala idea?

-No, no, si tú quieres...- trato de tranquilizarme- Es solo, que pensé que no te interesaban las chicas.

Levanta una ceja en respuesta y por un momento veo un pequeño enojo en su expresión.

-No me refiero a que no te interesen del todo- miento, porque la verdad es que a veces me preocupaban esos raros sonrojos cuando hablaba con Meliodas.

Pero ahora me doy cuenta que lo único que me puede preocupar más que el hecho de que no le gusten las mujeres, es el hecho de que si le gusten y automáticamente mi mente formula la siguiente pregunta.

-¿Qué tipo de chicas le gustarán?

-Pensé que tu prioridad era entrenar y ser un buen rey, además ¿no eres un poco joven para estas cosas?

-¿De qué estaba hablando? Se convirtió en rey a los 15 años, obtuvo un poder inconmensurable a los 17, era hasta absurdo pensar que era demasiado joven para el amor, Elizabeth solo es un año mayor que él y ya tenía una familia.

-Espera, no estoy diciendo que aceptaré ese compromiso- se explica mientras frota su pelo- Solo digo que si nuestros reinos han sido aliados y ella es la primer princesa, sería bueno que nos lleváramos bien, tal como hago las hermanas de Elizabeth y a lo mejor si ella me conoce se da cuenta que no soy tu tipo, así solo terminamos siendo buenos amigos, no habrá una guerra, ni malos entendidos.

-¿Te has visto en un espejo últimamente?- es lo que viene a mi cabeza con sus palabras- Ese pelo desordenado, ese cuerpo fornido y musculoso, esos brillantes ojos púrpuras y esa sonrisa, esa maldita sonrisa, ¿piensas de verdad que una chica no se va a fijar en ti?

Aun así a pesar de la extraña molestia que me producía el asunto, no podía más que dejarlo tomar sus decisiones y hacerme a un lado, solo esperaba que realmente Ginebra y él no congeniaran en absoluto.

*****

Narra Arthur

No sé en qué diablos estaba pensando cuando le dije a Merlín que quería conocer a Ginebra, peor cuando supe que tenía que ver con Uther, pero de pronto una idea estúpida vino a mi mente.

-¿Si salgo con alguien, Merlín se pondría celosa?

Estuve a punto de echarme para atrás cuando pareció molestarse conmigo, pero cuando me dio a entender que dudaba incluso de que me gustarán las mujeres, mi poco orgullo masculino surgió de pronto y por eso insistí en el tema.

Por otro lado, Ginebra resultó ser una chica agradable, de hecho nos llevamos muy bien, aunque no me interesa nada más que tener una amistad, he seguido viéndome con ella y descubrí que en efecto, la idea de que yo salga con alguien, parece enfadar a Merlín.

Al menos en eso estábamos a mano, por cada vez que tengo que soportar a Escanor.


Born in ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora