Narra Merlín
-Oh querida mía, dichosos son mis ojos por recibir el regalo de tu presencia, gracias por acompañarme en esta pequeña velada- me recita Escanor mientras ambos cenamos en su pequeño bar y Gowther nos ve desde la barra.
-Gracias por la invitación- le sonrió mientras doy un par de mordiscos a la comida que ha preparado y de pronto esa sensación me invade de nuevo.
-¿Ocurre algo malo?- me dice mientras sus ojos azules me analizan- ¿Tiene muchas especias?
-No, es solo que olvide algo- digo levantándome de la mesa- Vengo en seguida- agrego mientras me dirijo hacia el baño, apenas logro llegar al inodoro y vacío el contenido de mi estómago en él.
Cuando salgo para limpiar mi rostro veo a Gowther apoyado en los lavamanos.
-Sabía que la poesía de Escanor era mala, pero no creí que al punto de hacer vomitar a alguien, ¿Estas bien Merlín?
-Sí, es solo que no debí aceptar esas galletas que el capitán nos preparó la semana pasada- digo mientras mojo mi cara- Me he sentido mal desde entonces- le digo nerviosa, porque en realidad estoy segura que mis molestias son por otra cosa.
-Mmm, claro las galletas- me responde obviamente sin creer en mis palabras, pero parece entender que no es el lugar adecuado para hablar de eso.
El resto de la tarde transcurre tranquilamente y yo me encamino de vuelta al palacio de Camelot, justo mientras voy por los corredores observo el objeto que yace en aquel pedestal, su forma ha cambiado y su magia se ha incrementado.
La espada legendaria que la dama del lago me ayudó a crear y que serviría para encontrar al portador del Caos, durante siglos Excalibur solo brindó su poder a un guerrero a la vez, el más digno de entre todos los humanos. El alma y la fuerza de todos aquellos que alguna vez la empuñaron se transmitían una y otra vez a su siguiente usuario hasta que en algún punto, surgiría un humano con un poder excepcional que la usaría como llave para liberar un poder inimaginable, eso era lo que mi padre había descubierto con ayuda del mago Gowther, las almas humanas de corazón puro, serian la clave para liberar esa magia que tanto ansiaba descubrir.
****
Arthur tenía como 14 años cuando el Rey y la Reina de Camelot murieron en un accidente, entonces se me ocurrió la idea de trasportar la espada hasta ese reino y pronto corrió el rumor que los dioses la habían enviado como señal para elegir al nuevo gobernante.
Habían pasado más de 15 años desde que el último guerrero la había empuñado y tal como suponía, mi pupilo seria el próximo héroe en obtenerla.
-¿Dices que si levanto esa espada me convertiré en rey?- me había dicho mientras entrenábamos.
-Sí, estoy segura que tú podrás levantarla, aunque eso es solo el primer paso, sacarla de esa roca será una gran hazaña, pero usar su poder es algo que no se debe tomar tan a la ligera, por eso debes entrenar.
Después de un año cuando pensé que ya estaba listo lleve a Arthur hasta la espada y así fue como su leyenda comenzó.
Pero eso fue solo la primera parte de las pruebas que el destino nos tendría preparadas, al igual que al grupo que habíamos formados años atrás con Meliodas, a Arthur también le esperaban muchos desafíos.
Hacia miles de años, los demonios y las diosas habían comenzado un conflicto por la supremacía que amenazaba con destruir a todo el mundo, para terminar dicha guerra ambos clanes fueron sellados, pero esos sellos se romperían pronto, la trampa que se nos puso en Liones para hacer que los pecados capitales quedáramos como traidores, era parte del plan de la raza de los demonios.
El clan de los demonios y el de las diosas contaban con 2 fuerzas de Élite, los 10 mandamientos que servían al rey demonio, de los cuales Meliodas había sido su líder, por el otro lado estaban los 4 arcángeles a quienes les fueron otorgados poderes excepcionales conocidos como Gracias.
Aunque Meliodas, Elizabeth quien pertenecía al clan de las diosas y yo sabíamos que ninguno de los dos bandos debía destruir al otro, tal como planeaban hacer los arcángeles, dirigidos por la deidad suprema.
El mundo necesitaba la luz y la oscuridad, además de un tercer poder que mantuviera el equilibrio, pero el Caos contrario a los otros dos, cuyos sucesores eran elegidos por el líder de su clan, solo se manifestaba cada cierto tiempo, su magia vagaba errante por el mundo, por eso era tan difícil de controlar y realmente llegue a dudar si realmente era posible.
Pero al final las cosas se habían solucionado, años después de que todo comenzara y después de muchas batallas, todo era armonía y felicidad, gracias al esfuerzo de todos: hadas, gigantes, humanos, los demonios y las diosas, todos habían hecho las paces.
Meliodas renunció a ser el sucesor del rey demonio y después de derrotar a su padre, ese puesto lo ocuparía su hermano Zeldris, por otra parte las ideas radicales de Ludociel no llegaron a cumplirse gracias a la intervención de su hermano Mael, quien sería el sucesor del clan de las Diosas y en medio de todo ese conflicto, finalmente yo había conseguido que Arthur liberara el poder del Caos.
El único problema en todo eso es que había tenido que ocultarles muchas cosas a mis amigos y al propio Arthur para poder llevar a cabo mi plan, por eso desde ese momento los demás parecían desconfiar de mis acciones, excepto Gowther y Escanor que seguían estando de mi lado.
***Bueno como dije, los acontecimientos serían más apegados a la leyenda original, donde el mago Merlín ha estado involucrado con la vida del Rey Arturo desde su nacimiento, espero Nakaba alguna vez nos de alguna vez un poco más de su historia, ya que queda implicito que la Merlín de Nanatsu junto con la Dama del lago, estaban relacionadas con los portadores de Excalibur.
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Born in Chaos
Fiksi Penggemar-Merlín me dijo que todos los seres que habitamos este mundo nacimos a partir del Caos, no le dí la importancia a sus palabras, hasta que tuve que pasar por la aventura más Caótica de mi vida.