Born in Chaos

Zeldris

Narra Arthur

Despierto sobresaltado por la pesadilla que acabo de tener, el frío y lúgubre cuarto me toman por sorpresa al principio, pero luego mi memoria hace click.

-Pijamada en el Inframundo- recuerdo la vocecita del excapitán de los Pecados, mientras deambulo por los pasillos oscuros, con el sudor empapando mi camisa y rostro.

Últimamente los sueños han empeorado, pensé que acompañar a Meliodas de visita a su hermano, me ayudaría a distraerme, pero al parecer no funciona.

-¿Qué hace joven rey?- me dice una suave voz femenina.

-Lo siento señorita Gelda, no quise... despertarla- terminó mientras ella se ríe.

-Los vampiros no dormimos cariño- me dice con un guiño en el ojo, Gelda de las mil tentaciones, supongo que es el nombre idóneo para ella- ¿Y bien? ¿Qué hacías merodeando? ¿Extrañas los lujos de tu castillo?

-No, no, la habitación me gusta- miento por qué en realidad este lugar es horrible, ahora entiendo por qué Zeldris se apoderó de mi castillo- Solo... tengo mucha sed- digo apenado.

-Ven- dice tomándome la manga de mi camisa manga larga y llevándome hasta una improvisada cocina, donde me sirve un pequeño vaso de vidrio y me ofrece una suave franela para secar mi rostro.

-No bebas tanta o mojaras la cama- dice entonces la voz de Zeldris desde la puerta.

-Perdón, no tengo 3 años- respondo molesto, usualmente me tomo a bien sus comentarios sarcásticos, es como un Meliodas más crudo a la hora de hablar, nunca sé si está bromeando o realmente me toma por tonto, y últimamente no estoy de humor para soportarlo ni a él, ni a nadie.

-Oye tranquilo- me dice mientras Gelda le susurra algo y luego se retira dejándonos a solas- ¿Estás bien?

-Sí, solo quería un poco de agua- digo mientras coloco el vaso sobre la mesa.

-Te he notado extraño desde que llegaron, sabes que Meliodas sigue durmiendo, si hay algo que quieras decirme y que no quieras que él sepa, este es un buen momento, además de que tu maestra nunca te acompaña cuando nos visitas.

***

Zeldris, Zeldris, Zeldris...

Nuestro reencuentro después de convertirme en Rey del Caos, fue en mi castillo, Meliodas me había explicado los motivos por los que participó en la guerra santa, así como las cicatrices con las que cargaba ahora.

No era una justificación para haber asesinado a algunos de los caballeros de Camelot, ni para haber puesto en peligro a los habitantes, menos para haber lastimado en cierta ocasión a Merlín, pero con el tiempo hemos ido limando asperezas, además de haberme ayudado a reconstruir el reino, aunque eso último fue bajo amenaza de su hermano mayor, él estaba verdaderamente arrepentido y podría decirse que lo considero un amigo.

***

-No me pasa...- observó su rostro impaciente, sé que si le digo una mentira él se irá a dormir y yo seguiré con esta carga.

La única charla que he tenido con Merlín por lo que pasó fue una amenaza de su parte, sobre no decirle nunca a los demás Pecados o Elizabeth lo que había pasado, pero Zeldris nunca ha sido parte de ese grupo, así que supongo que mientras él no diga nada, puedo por lo menos desahogarme con él, aún sino me entiende.

-Hay una chica...- digo sintiendo mi sonrojo y por un momento creo que se burlara de mí, pero en su lugar camina hasta la mesa y toma asiento.

-Bien ¿qué pasa con ella?- dice en tono calmado, supongo que al igual que Meliodas, él y su amada también sufrieron mucho, así que es empático en estos temas.

-Parece que no quiere saber nada de mí, desde... desde...- Dios es tan difícil decirlo- Me acosté con ella de acuerdo, y ahora parece odiarme.

-¿Tan mal estuviste?- me dice ahora sí en tono burlesco.

-¡No! Bueno, no lo sé, supongo que no tanto o no lo habríamos repetido- pienso en voz alta y cubro mi boca al notarlo.

-Interesante- dice levantando una ceja- Veamos, ¿acaso tú la obligaste?

-¡No!- grito de nuevo y está vez el me golpea con su pie- Lo siento...- me quejo.

-Segundo: ¿la chantajeas a cambio? ¿era algún pago para no decir un secreto de ella o no hacerle algo?- niego con la cabeza- Tercero: ¿estaban borrachos o bajo algún hechizo?

-No, simplemente pasó.

-Me parece entonces que no eres tú el problema- suspira- Voy a fingir que no sé quién es "la chica"- indica haciendo las comillas con sus manos- Supongo que es una persona que no acostumbra mostrar sus sentimientos ante los demás, talvez despiertas en ella emociones que la confunden o que preferiría no sentir.

-Dices... que tal vez está enamorada de mí, pero teme admitirlo.

-No te emociones, es solo una opción, si ella piensa que no hubo sentimientos de por medio, porque no son pareja, talvez se sienta avergonzada de lo que pasó y por eso trata de alejarte, pero si para tí significó algo más, pues entonces díselo y quizás las cosas mejoren.