El inicio de todo

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Narra Arthur.

Llevábamos dos años viviendo finalmente en armonía, en ese tiempo había entrenado para dominar la magia que poseo y poder reconstruir Britannia con la ayuda de todos, sobre todo de los pecados capitales.

Pero también en ese tiempo habían muchos cambios en el grupo, desde muchos años antes de que los conociera parecía haber ciertos lazos especiales entre algunos de ellos, lazos que se habían fortalecido hasta convertirse en amor, amor que había crecido durante la guerra y ahora finalmente el mundo los veía andar por ahí como parejas felices.

El capitán estaba casado con Elizabeth la princesa de Liones, Ban con la princesa hada Elaine, hermana de King quien había terminado casado con Diana la gigante, Gowther por otro lado salía con Nadja, la hermana menor del rey Bartra y luego estaban Escanor y mi maestra Merlín.

Me tomó por sorpresa enterarme que el pecado del orgullo estaba enamorado de Merlín, bueno no era sorprendente que alguien se fijara en una mujer tan hermosa como ella, pero ustedes entienden de lo que hablo, había en ese punto compartido 7 años de mi vida al lado de mi hechicera y ahora aparecía un tipo queriendo cortejarla, realmente no sabía cómo reaccionar al principio.

Aunque bueno, ella no parecía tener el mismo interés que él y eso me llenaba de cierto "alivio", en estos últimos dos años en que todos se habían casado y formado incluso familias, la relación entre ella y Escanor no había avanzado mayor cosa, excepto en cierta ocasión en que los vi besarse en el jardín de mi propio palacio.

Desde entonces me sentía un poco incómodo cuando los veía demasiado juntos y los sueños molestos sobre ser perseguido por Cath Palug y otras entidades del Caos, habían regresado el último mes.

***

-¿Tienes pesadillas de nuevo?- me dice Merlín yendo hasta mi cama con una pequeña vela, no sé cómo se las arregla para siempre saber cuándo algo me ocurre.

-No, simplemente no puedo dormir- trato de fingir estar tranquilo, pero el recuerdo de haberlos visto besarse nuevamente esa tarde cuando Escanor se despidió de ella, me había traído problemas para conciliar el sueño.

-¿Quieres que te haga compañía un rato?

-No es necesario, descansa.

-Pero si duermo bastante bien aquí- me dice con una sonrisa y yo le hago espacio a mi lado casi automáticamente, no es la primera vez que duerme conmigo, es de hecho algo bastante común.

-¿A tu novio, no le molestará?- digo mientras se acomoda en la cama.

-Él no es mi novio, es solo un buen amigo.

-Un buen amigo que está enamorado de ti y quizás debas corresponderle, se ve que es bastante amable y es fuerte, podrá cuidar de ti- le digo recordando el hecho que una vez fue convertida en piedra frente a mis ojos y no pude hacer nada.

-Puedo cuidarme sola Arthur, además no es el momento para distraerme, tenemos mucho que aprender sobre tus poderes, debes entrenar y debo supervisarte para que no lastimes a nadie, incluyendo a ti mismo, eso puede tardar años para que domines tu magia, así como tardó años en poder despertar, hasta entonces no estaré tranquila.

-Bueno supongo que si él lleva esperándote más de 15 años, puede esperar unos cuantos más- respondo nervioso.

-¿En serio te interesa que tenga una relación con él?- ríe mientras ambos vemos el techo.

Lo cierto es que no quiero que salga con él, ni con él, ni con nadie, cuando los vi besándose tuve una extraña sensación que jamás había sentido, una mezcla de enfado y tristeza, algo así como... celos y no en el sentido fraternal, eso lo tengo claro, Escanor no me está arrebatando una mamá o una hermana, no es esa la forma en la que veo Merlín.

-Solo quiero que seas feliz- le digo mientras me giro hacia ella- Hiciste todo esté plan para darme este poder, incluso causó que tus amigos se molestaran contigo, por eso no quiero seguir siendo una carga.

-No eres una carga- me dice mientras me pierdo en su mirada- Conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado.

-Lo mismo digo- aclaro con una sonrisa.

Nos acercamos el uno al otro, la pequeña luz iluminando la habitación, mi respiración comienza a agitarse por su presencia, nuestras frentes se juntan y sus ojos dorados se cierran unos instantes como una invitación silenciosa para lo que mi mente desea hacer y entonces finalmente la imitó y me decido a robarle un beso, mis ojos permanecen cerrados mientras mis labios recorren los suyos, saboreo su textura y mis hormonas parecen de pronto pedir más.

Mis manos dejan de estar quietas y acaricio su espalda, mientras que las suyas recorren mi pecho, nuestras miradas se cruzan de vez en cuando, beso tras beso, subiendo la intensidad cada vez y de pronto toda la admiración, el respeto y amistad que siento por ella, van transformándose en un sentimiento completamente diferente.

La vela se apaga finamente, pero la luz de la luna se cuela por la ventana, mientras nuestros cuerpos se conocen el uno al otro por primera vez, mis manos recorriendo esa piel tan tersa haciendo de lado sus prendas una a una y ella no se queda atrás, no dijimos una sola palabra simplemente nos dejamos llevar y fue la mejor noche de mi corta vida.

Born in ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora