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Nuestra vida cotidiana es bombardeada por casualidades, más exactamente por encuentros casuales de personas y acontecimientos a los que llama coincidencias, Co-incidencia significa que dos acontecimientos inesperados ocurren al mismo tiempo, que se encuentran.
Milan Kundera, La insoportable levedad del ser.
***

Beatrice

Ya había perdido la cuenta de cuánto llevaba caminando. De todos los lugares posibles para averiarse un taxi, definitivamente la autopista era el peor de todos. No tuve más remedio que tomar el paso peatonal y andar bajo el azote del sol que parecía burlarse de mi mala suerte. Los automóviles pasaban a toda marcha mientras que yo, presa del calor, cada vez caminaba más lento.

Mal día para visitar a mamá.

Era tanta la luz que me resultaba imposible ver bien la pantalla de mi teléfono, así que envié un audio avisando que me tardaría más de lo normal en llegar a la casa de mi familia. Centré mi vista al frente y no pude evitar quedar perpleja ante lo que vi: un chico caminaba unos pocos metros por delante de mí, pero no lograba entender como era capaz de andar a estas horas en este lugar y completamente vestido de negro, incluso llevaba un suéter. Los frikis y sus modas, pensé mientras sonreía un poco, pero ese gesto se desvaneció cuando el chico comenzó a aminorar su paso, con los pies tropezando y siendo arrastrados por el suelo, cada vez más lento hasta que finalmente cayó desmayado.

No lo dudé un segundo y corrí a su encuentro, colocándolo boca arriba con su cabeza sobre mis piernas, aparté el cabello de su rostro pegado por el sudor y saqué mi botella de agua para darle un poco de beber en caso de que se hubiera deshidratado, pero no reaccionaba para tragar, lancé un poco en su rostro y nada. Desesperada golpeaba sus mejillas con un poco de fuerza y nerviosismo, pero también fue inútil. Empecé a registrar su ropa en busca de algo que me ayudara, tal vez era diabético y mágicamente una inyección de insulina en su bolsillo me ayudara a despertarlo, pero en su lugar, su mano solo sostenía un frasco naranja de medicamentos totalmente vacío. Jadeé y sin pensarlo lo dejé allí y corrí a detener un auto que nos ayudara a llegar a algún hospital.

Luego de inútiles minutos en los que los conductores me ignoraban, alguien se dignó a parar y prestar auxilio. Lo subimos en la parte trasera y fuimos al hospital. Cinco minutos más tarde un enfermero me entregaba el suéter gris mientras llevaban al chico en una camilla que se perdía de mi vista entre unas puertas blancas.

Así fue como terminé en la sala de espera de un hospital el día de mi cumpleaños, aterrada hasta los huesos de que algo malo pueda ocurrirle a un chico que acababa de conocer.

Mis planes para el día ya no importaban, solo quería escuchar que había logrado llegar a tiempo. Jugaba con mis manos aferradas a la tela del suéter que aún sostenía.

—Señorita— una voz masculina me sacó entonces de mis pensamientos— ¿es usted quien vino acompañada del joven que intentó suicidarse?— aunque ya lo suponía, sonaba igual de aterradora la idea del suicidio, suicidio, que palabra tan fuerte. Con la voz baja afirmé ser yo la chica en cuestión— el paciente está estable, logramos intervenir a tiempo y realizamos un lavado estomacal, por lo que ya no habrá prácticamente rastro de los medicamentos en su organismo.

—Muchas gracias doctor— no pude evitar sentirme feliz y agradecida de que todo estuviera bien.

—Lo dejaremos en observación por 24 horas para hidratarlo con sueros y cerciorarnos de que todo esté bien. Si es tan amable me acompaña a la habitación donde se encuentra, suponiendo que lo desee puede quedarse con él.

—De acuerdo— dije, y por inercia seguí al doctor por el pasillo hasta llegar a la habitación en cuestión.

De tan blancas que eran las paredes llegaba a resultar incómodo, unas enormes ventanas que se extendían del piso al techo dejaban atravesar el sol por los cristales, fusionando lo estéril de la habitación con un caluroso y dorado atardecer, casi protesté cuando el doctor cerró las cortinas para que el joven que yacía en la cama, conectado a cables y sueros, pudiera descansar mejor.

La disposición con la que había atravesado la puerta se había desvanecido al concientizar lo que realmente acababa de hacer, ni siquiera estaba despierto cuando me había acercado a él, pero al colocarme junto a la cama y ver su rostro, todo volvió a tener sentido.

El cielo debía de haberse abierto ese día y, en un diluvio imperceptible, un ángel había caído en la autopista frente a mí.

Ajena a mis movimientos estiré mi mano para apartar el cabello que se aferraba a su frente por una ligera capa de sudor, y dejé al descubierto el rostro más dulce que un hombre podría tener, sus largas pestañas descansaban sobre unas notorias ojeras, sus labios entreabiertos dejaban escapar ligeras ráfagas de aliento.

Dormía tan tranquilo como un niño pequeño. ¿Qué dolores habría padecido esta criatura para decidir acabar con todo? ¿Cómo es que llegamos al punto de rendirnos así?

Acariciaba su rostro, intentando transmitirle afecto en caso de que lo necesitara, y mil veces en mi mente le dije que todo estaría bien por temor a que mi voz turbara su descanso, pero cuando una de mis caricias provocó que se removiera, volví a la realidad de forma abrupta.

¿Beatrice...qué haces acariciando a un extraño en una sala de hospital? Sal de aquí, tu familia te espera en casa.

Dejé su suéter sobre el sillón de los acompañantes, pero cuando pasé a su lado me agarró del brazo y mi corazón se detuvo por una fracción de segundo.

—Tttee...te necesito— dice en sueños, o en pesadillas, no lo sé— no me abandones— algo en mi interior se quiebra por completo cuando, aún dormido, comienza a llorar.

Él no soltó mi brazo, y yo no hice nada para intentar que lo soltara, todo lo contario. Trasladé el agarre hacia mi mano y entrelacé nuestros dedos, dejando suaves caricias con mi pulgar para tranquilizarlo un poco y me senté a su lado.

—No lo haré.

🥀

Hola!!! Primeramente les quiero agradecer por llegarse hasta mi historia y echarle un vistazo, no se van a arrepentir, simplemente no se dejen llevar por las primeras impresiones, todo va más allá de lo que dejan ver los primeros capítulos, solo denle una oportunidad.

Esta es mi primera vez publicando en Wattpad así que me resulta de mucha ayuda que lean, voten y compartan para que otras personas también puedan llegar a ella (si les gusta la historia obviamente 😅)

Ahh y...me llamo Roxana ☺️!!!! Nos seguimos leyendo linduras!!!!

EGOÍSTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora