Hoy es el día.
Hoy es el día. Hoy es el ataque, podré ver a Axe y sacarle de ahí si todo sale bien...
—Leen, tranquilizate y deja de moverte que vas a acabar poniéndome nervioso— me regaña mi hermano sacándome de mi sueño. Me quedo quieta y miro a mi alrededor. Estamos casi en los límites de la manada de la zona sur, faltan un par de metros para llegar.
Miro a los hombres y algun par de mujeres vestidos con ropas negras como las mías. Seremos unas ciento cincuenta personas más o menos, pero en la manada de Axel son unos pocos más lo que nos pone en desventaja. Pero con la ayuda de los vampiros que todavía no han llegado nos dará ventaja.
—Todo saldrá bien...— murmura Ivar en mi oído, asiento nerviosa y miro a los alfas que están hablando con el hombre que hace dos días me dijo donde podría estar Axel.
—Leen— me llama mi hermano desde ese corrillo que han hecho, rápidamente me acerco intentando parecer lo más serena posible.
—¿Si?
—Estamos recordando todo, David, puedes continuar— dice mirando al hombre, que ya se que se como se llama. Este me mira un momento y asiente
—Bien, lo que estaba diciendo es que entraremos por la zona sur, iremos limpiando todo en línea, ninguno de los alfas puede adelantarse con su pelotón, ya que se pondrían en peligro tanto a ellos mismos como a los demás. Cuando lleguemos a la zona centro, un puñado de hombres, la alfa moonlight y su hermano, nos adelantamos para llegar a esta casa. Una vez entren ellos tres, el pelotón quedará luchando en los alrededores de la casa. El resto, ya habremos acabado con la mayoría, por eso nos dividiremos, uno irá al noreste y otro al noroeste. El del noroeste vendrá a nuestro encuentro para darnos apoyo. Si no salis en media hora, tendremos que irnos...— dice levantando la mirada, asiento dándole a entender que le entiendo y vuelve la vista al mapa— Tras su salida, noroeste y noreste se reunirán en el norte, para luego continuar su bajada al centro. Donde informaremos de la caída de la manada.
—Y diremos que la dinastía Moonlight ha vuelto de entre las cenizas para estar al cargo de nuevo como debía haber sido siempre— dice uno de los alfas el resto asiente de acuerdo.
—Semanas más tarde, para dar tiempo a que nos recuperemos daremos la reunión para establecer la forma de gobierno...— dice mi hermano al ver que no digo nada.
—Alfa, los vampiros ya han llegado— avisa uno de los lobos, me giro y veo a Nicolea detrás del chico.
—Por fin llegais, pensabamos que nos habíais dejado tirados— dice divertido mi hermano haciendo que nicolae se ría.
—Eso nunca. ¿Nos ponemos en marcha ya?— pregunta llevando su mirada a mi, asiento y vuelvo la mirada a los alfas.
—Preparar a vuestros hombres..
—Si, alfa—dicen todos a coro, antes de ir a sus pelotones. Tomo aire y miro a Ed.
—Lo estás haciendo bien, Leen. Tranquila...— dice con una sonrisa, asiento y miro hacia donde esta la manada.
Faltan minutos para volver a verle...
Tras la vuelta de los alfas, comenzamos con la marcha transformados en lobo para poder tener ventaja en la lucha y corremos por el bosque a toda velocidad esperando llegar a la manada.
Por el rabillo del ojo veo a un hombre que nos mira sorprendidos, pero de inmediato acaba en el suelo con un lobo encima. Sin mirar atrás sigo corriendo con mi hermano a mi lado hasta llegar al comienzo de la manada.
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Mi ángel de ojos azules
RomanceAnteriormente Mi profesor. Según dice Aristóteles, el amor es un alma que habita en dos cuerpos. Según William Shakespeare, el amor no mira con los ojos, sino con la mente. Según nuestra protagonista, Teresa, un infierno del que quiere escapar para...