Cap 13

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Nos besamos , me correspondía, estábamos incendiadas hubiéramos hecho el amor ahi mismo en mi habitación del hospital, esta vez no hubiera sido sólo follar, hubiera hecho el amor como mis ojos verdes se merecían pero algo pasó a su mente vino aquella noche, en sus ojos había furia odio hacia mi se fue gritando, dando un portazo.

Cai de rodillas de mis ojos brotaban lágrimas a borbotones, volvía a meter la pata con ella, volvían mis miedos a mi cuerpo.

Me levante del suelo hecha una furia, fui a la puerta intente abrirla, no podía estaba encerrada como todos los días pero hoy era peor hoy me ahogaba, me faltaba el aire, solo quería hablar con ella pedirle perdón.

Empecé a golpear la puerta con rabia sin miedo hacerme daño, grite como una loca desesperada.

-Lo siento!!!perdoname!!!!!

Golpeando sin parar, ni cuenta me di de que mis manos sangraban.

La puerta se abrió pero no era ella, dos enfermeras y un enfermero entraron.

-Que le pasa señorita Maria Lucía?

-Que es este escándalo?

Se acercaban a mi intentando agarrarme y yo pegaba manotazos y seguía gritando.

-No me toques!! Apartate de mi!!!! Fuera!!! No me toquéis.

-Si no se tranquiliza tendremos que inyectarle un calmante!

-No pinches! No quiero que me drogues!!! Quiero ver a mi médico!! Que venga!!! No me voy a calmar hasta que no venga!!!

-La doctora Blanco no está són las cinco de la madrugada...

-La doctora Marín quiero a la doctora Martín!!

-Esta aquí en su consulta que alguien vaya avisarla por favor.

Me tenían acorralada  mi espalda contra la paded, habían entrado más enfermeros y dos de seguridad, me agarraron, una llevaba una jiringuilla , no me gustaba como me dejaban esos tranquilizantes, sin tener control sobre mi cuerpo.

-No me toques joder!!!!

-Vale ya soltarla!

-Doctora Martin esta fuera.

-Ya me ocupó yo.

-La doctora Blanco no tiene dichos...

-La doctora Banco no está y yo soy también su médico ella es mi responsabilidad, soltarla así lo único que hacéis es  alterará más.

Los de seguridad me soltaron pero sin apartarse de mi lado, Vanesa miraban mis manos que sangraban.

-Que ha pasado con sus manos?

-Estuvo golpeando la puerta como si estuviera poseída se habrá dañado.

-Habrá que curarla por favor traiganme todo lo necesario.

Mientras una de las enfermeras iba a por todos los utensilios Vanesa les mando a todos fuera.

-Ahora salid todos de la habitación, la estáis alterando más yo me ocuparé de ella deja el calmante ahí si es necesario yo misma se lo administrare.

Salieron todos con ella les ordena y hacia miedo se hacia respetar y a mi me ponía más.

-Siéntate tengo que mirar esas manos.

Me sente en el sillón ella cogió una silla se acerco el carrito con todos los utensilios, se sento y se puso unos guantes de látex cogió primero me mano derecha limpio la sangre y después movió mis dedos.

Ni quiero ni puedo vivir sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora