Cap 36

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En el hospital Malú seguía en la Uci, seguía estable dentro de su gravedad, los médicos eran optimistas ya había pasado casi una semana y no había habido síntomas de rechazos, aún los podía haber pero cada vez era menos  probable, le estaban bajando la sedacion poco a poco y eran unos pocos segundos los que mantenía los ojos abiertos, cuando lo conseguía intentaba enfocar a sus ojos verdes sin éxito, tenía la sensación de que había estado que la había escuchado, sentido y olido pero al abrir los ojos no estaba y los volvía a cerrar.

En el apartamento donde vivían la doctora Martín y la doctora Blanco, la doctora Martín estaba bastante recuperada de su operación de trasplante y su madre estaba dispuesta a llevársela a Málaga, no pensaba dejarla sola en Madrid estos seis meses de sanción.

Su madre estaba muy enfadada con el hospital pensaba que no era merecedora de tal sanción, Vanesa y Malú se habían enamorado y si había alguna culpable de las dos era Malú, era quien se había escapado, el amor de madre por mucho que su hija se lo repitiera todos los días más y en cada momento que ella también era culpable por haberse dejado llevar y por no escucharla más había decidido irse a Málaga, otros aires le harían olvidar un poco esta situación, hechaba de menos su ciudad la playa sus amigas, esa paz que le daba su ciudad.

-Lo tienes todo hija?

-Si mamá....

-Haber si te dejas algo?

-No te preucupes mamá.

Volvió a mirarse la hora ya sabia que pregunta venía ahora, como podía ser tan cansina.

-Vamos a llegar tarde Vanesa.

No pude evitar reírme.

-Mamá no voy a irme hasta que no venga Ana, no voy a irme sin despedirme de ella.

Ana había estado esta semana con nosotras cuidándome apoyando mis lágrimas y yo las de ella cuando mi madre no estaba y podíamos desahogarnos, las dos con nuestros males de amores.

-Ya estoy aquí, Buffffff, pensé que no llegaba, estoy pensando que lo hace aposta el primer día y de noche.

-Lo importante es que ests aquí.

-Tía te voy a hechar de menos....

-Y yo....

La abracé a mi envolviendonos en nuestros brazos.

-No vayas a llorar llorona....

-Mira quién habla.

Al separarnos las dos teníamos los ojos aguados.

-Vendrás  a Málaga a verme.

-Ni lo dudes a si que no la lies hasta que yo no vaya que te conozco.

-Y tu aquí tampoco rompecorazones....

-No vayas a conducir.

-No lo hará mi madre, no se que es peor.

-No habléis de mi como si no estuviera y que tienes que decir de cómo conduzco yo.

-Por qué pareces Fernando Alonso.

-Que hija más tonta tengo.

Ana nos ayudo a bajar las maletas.

-Vanesa que llevas en las maletas te llevas la casa entera?

-Exagerada.

-Seguro que llevas algo mío.

-Que ganas de no verte más pesada.

-Imbécil.

Cargamos las maletas en mi coche, había decido llevármelo y no ir con el ave, demasiado tiempo iba a pasar en Málaga para depender de todos necesitaba un poco de independencia.

Ni quiero ni puedo vivir sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora