Cap 40

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Abri la puerta de casa mis padres Amèlia iba a esperarme a que yo me diera una ducha y luego iríamos a su casa luego al restaurante, con la promesa de dejar nuestra relación pasada fuera era pasado y volver a caer era hacernos daño las dos.

-Mamá ya estoy en casa saldré a cenar con Amèlia!

Al entrar al salón y la vi, pensé que eran alucinaciones tan grande eran mis ganas de verla que la tenía presente allí en medio del salón de la casa de mis padres.

Mi madre y mi padre a su lado a un lado su amiga Verónica con mi hermano Francis.

-Vanesa....

-Malú....

Fue escuchar su voz y mi corazón desbocarse no era una ilusión, no era una alucinación, era ella en cuerpo presente, preciosa como la recordaba, había cambiado un poco, unos kilos que le veían de miedo, el pelo no era su melena ondulada pero ya le había crecido un poco y le sentaba de miedo, Ya no tenía esa cara pálida del último día que la vi.

No me pare a pensar que había gente, eran tanto mis ganas que corrí a ella  saltando a cuerpo entrelazando mis piernas a su cintura y fui directa a
su boca besandola con ganas y ella devolviendomeló con la misma intensidad.

Nos separamos por falta de aire, frente con frente sonriendo como idiotas.

-Si lo se que me recibías así me  escapó antes.

-Que?

-Es broma, me han dado el alta.

Me baje de sus brazos sonrojada por la situación, había caído que tenía espectadores, me escondí en su cuello avergonzada.

-Como supiste donde estaba?

-Mi loquera cuñada.

-Jajaja si te escucha llamarla así.

-Esta acostumbrada a que se lo diga eso le pasa por enredarse con el imbécil de mi hermano.

-Y como estás?

-Bien,  mejor  seguiré en terapia ojos verdes.

-Hija tu amiga.

Me di la vuelta al escuchar a mi madre me había olvidado por completo de Amèlia joder había visto todo el espectáculo.

-Mierda..... Dame unos minutos tengo que hablar con ella.

-Tranquila.

Solte su mano y salí corriendo de casa por suerte aun la pille subiendo al coche.

-Amèlia por favor espera!

Ella paro y espero que llegara y lo único que pude fue decirle.

-Lo siento....

-Es ella?

-Si.

-Ahora ya se que no tengo nada que hacer, me alegro por ti te mereces ser feliz.

-Y tu también Amèlia.

-Me voy me debes una cena.

-Hecho.... Amèlia quieres conocerla?

-Otro día mejor.... Adios Vanesa.

Me dolía en el alma Amèlia era buena persona se merecía lo mejor alguien que la mirara como yo miro a Malú, espere hasta que el coche desapareciera y entrar en casa, al entrar todas las miradas fueron hacia mi persona, note enseguida mi cara colorada.

-Me imagino que no cenareis en casa?

Pregunto mi madre, yo mire a Malú esperando su aprovacion, ella me sonrió.

Ni quiero ni puedo vivir sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora