Cap 3

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Abri un poco los ojos, desorientada, dolorida, pero enseguida me di cuenta de donde estaba, en el hospital otra vez había salido mal, no estaba muerta tal como lo deseaba, estaba harta de esta vida desde que Elena me dejó cuando más la necesitaba.

Note una mano cálida acariciando mi mano, un tacto suave me gustaba pero a mi mente vino ella Elena y la aparte de mala gana.

-No me toques!

-Lo siento no era mi intención molestarte.

Esa voz no era la de mi Ex, esa voz era más bonita, mire hacia donde venía, una chica con bata blanca preciosa con unos ojos verdes innotizantes, su cara me sonaba de algo pero no podía ubicarla, últimamente mi vida era un desastre.

-Me llamó Vanesa Martín, soy tu médico.

-No necesito ningún médico solo quiero morir.

No se por que le hablaba de manera borde, yo no era antes así.

-Me temo que en eso no puedo ayudarla soy médico y mi trabajo es salvar vidas y en esas vidas estas tu ahora mismo Maria Lucía.

-Yo solo quiero desaparecer de este mundo tan difícil es de entender que no quiero vivir.

Intente levantarme pero mis manos estaban atadas a la cama.

-desatame!!

-No puedo ni debo hacerlo, usted ahora mismo es un peligro para si misma.

-Y que va a tenerme atada toda la vida! Me va a dar de comer a la boca! Me va a limpiar el culo!!

-Si es necesario lo haremos aquí tenemos a muchos profesionales.

-Vete a la mierda!

-Yo no sé mucho de su vida pero piense en su madre esta ahi fuera hecha un mar de lágrimas, ella ha sido la que la encontró la, sabe como se siente su madre de no poder ayudar a su hija, piense en la imagen de su madre, encontrarla en una bañera llena de sangre, encontrar a su hija con las venas cortadas, su madre fue la que la salvo piense en ella.

-Usted que sabe! Igual es lo mejor que yo muera llorara y luego seguirá con su vida!

-La muerte de un hijo es lo peor que le puede pasar a unos padres y se lo digo por que soy médico y he visto mucho de eso.

-No quiero vivir...

Sus dedos atraparon unas lágrimas que no pude evitar salir, no me gustaba que me vieran llorar pero no me aparte, me gustaba su tacto en mi cara.

-Yo no puedo ayudarte a que vuelvas a tener ganas de vivir, puede escucharte y aconsejarte pero necesitas un buen profesional para que te ayude.

-No necesito un loquero....

-Un psiquiatra no es un loquero Malú, puedo llamarte así?

-Me da lo mismo....

-Te llamaré Malú tu puedes llamarme Vane.

Me encogí de hombros, aunque tenía un nombre bonito más lo eran sus ojos.

-Tenemos una gran profesional, una gran psiquiatra, es una gran amiga ella  te ayudará, te escuchara solo tienes que ponerle ganas Malú y yo puedo ayudarte en tu enfermedad, estas al principio de ella podemos curarte ahora hay muchos medios, voy a estudiar tu caso y ponerte en la lista para un trasplante de médula, puedes curarte Malú, tienes que poner de tu parte.

-Quiero ver a mi madre....

-En un rato la verás primero quiero hablar con ella antes de que tu lo hagas.

-Para que?

-Para entenderte saber que sabe ella estará tu spquiatra y yo, si la ves primero tu puedes obligarla a mentir y eso no te hace bien ni a ti ni a nosotras como profesionales, intenta descansar y te prometo que en un rato verás a tu madre seguro que ella tiene más ganas de verte.

Soltó mi mano y note un gran vacío al marcharse, cerré los ojos intentando recordar de que la conocía, la había visto antes de eso estaba segura esa cara y esos ojos no se olvidarían nunca.

Y mi mente no fallo, la recorde y solo esperaba que ella a  mi no me porte como un ser repugnante con ella.


Dos años antes.



Me iban a dar un premio en mi corta carrera, el primero pero no el último, estaba feliz pero cabreada por mi vida privada, me había casado muy joven, con las típicas advertencias de una madre, no lo hagas, eres demasiado Joven, esa chica no te conviene, hay algo en ella que no me gusta, y las madres nunca se equivocan y los hijos nunca les hacemos caso, nos tenemos que equivocar por nosotras mismas y eso hice equivocarme.

Me case sin decirle nada Elena era una chica muy sexy, no era un bellezon pero tenía todo lo que quería y yo una de esas.

Como todas las relaciones al principio todo es perfecto, en la cama eramos diosas, el sexo con ella era alucinante, Elena me enseño me deje llevar hasta el infierno.

Las cosas entre nosotras empezó a ir mal, le gustava vivir la vida y yo quería crecer como profesional, tenía amantes ni una fija por que conmigo tenía dinero, poder.

El día de la fiesta donde vi por primera vez a Vanesa, ese dia discutí fuerte con Elena, si ya era bastante jodido saber que me era infiel encontrarla en nuestra cama con otra, Elena tenía el don de cambiarlo todo de hacerme ver que yo era la culpable de que fuera infiel.

-Tu nunca estás en casa! Solo te preucupa tu trabajo! Me tienes abandonada! Busco en otras lo que tu no me das!

Me hundía y caía en sus redes pero esa noche la vi, una mirada fue suficiente, sus ojos verdes me atrayeron como un imán.

Elena tonteaba con quien fuera y yo quería venganza, y Vanesa fue mi víctima, me porte como una auténtica  zorra con ella, nuestros ojos no paraban de cruzarse, el alcohol hizo lo otro.

Elena se había metido en el baño con una, sabía perfectamente a que y me pregunte y por que yo no, volví a mirar a Vanesa camine hacia ella y le susurre que si quería follar y me siguió yo me engrandeci, nunca había sido infiel, Elena siempre había sido mi debilidad.

No hubo presentaciones, ataque su boca, ma metí dentro de water, me la tire con ganas, me gustaba besarla acariciarla, adentrarme dentro de ella, escucharla gemir, sus dedos en mi sexo, después de su primer órgasmo quise darle otro me metí entre sus piernas mientras sus manos en mi cabeza me pedían más y lo mejor de todo es que no me acorde para nada de Elena por primera vez en mi vida, fue unos de los mejores polvos de mi vida, no se si por el morbo de estar follando al lado de mi mujer y que supiera que yo también podía hacerlo o por que de verdad esta chica me había gustado desde la primera mirada, me quede con sus bragas que aún las guardo como recuerdo de esa noche.

Cuando abri la puerta y vi a Elena cabreada, me crecí y le dije.

-Ves yo también se follarme a otras.

Salí como si nada, sin mirar el daño causado, fui mala y más lo fui cuando la vi salir del baño su cara lo decía todo como se sentía y que hice yo coger a Elena y besarla.

Así me estaba convirtiendo Elena una mala persona como ella.

Ni quiero ni puedo vivir sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora