Cap 2

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No tuve ningún problema en entrar a la uci, solo tuve que enseñar que era mi paciente.

No voy a negarlo estaba nerviosa por volver a verla, al llegar al pie de su cama, no quise mirarla mire primero su expediente que tenía colgado en la cabecera de la cama, resultados de sus últimos análisis al entrar a la uci.

Tenía el hierro por los suelos tenía una buena anemia tenía que tratarse con diálisis pronto o acabaría por no poder moverse, le habían hecho una transfusión de sangre  había perdido mucha al cortarse las venas, mire sus muñecas vendadas, no le había hecho ningún bien el intento de suicidio a su leucemia.

No se por que agarre su mano, estaba  fría como el hielo, mire su rostro, estaba pálida no había color, mucho más delgada de lo que la recordaba así y todo seguía siendo muy bella, era muy guapa no podía dejar de pensar como una persona como ella podía llegar a intentar quitarse la vida, era una mujer que supuestame lo tenía todo, belleza, dinero y prestigio, mis pensamientos me llevaron aquella noche, en aquella fiesta a la que no quería ir y la que pensé que tenía olvidada.

Un par de años atrás.  



Nos habían invitado a una fiesta a la que no tenía ni pizca de ganas de ir, no era cualquier fiesta, era una cena de celebridades de Madrid, se otorgaban premios a los jóvenes empresarios y uno de los premios era para Malú, una joven arquitecta había subido como la espuma en poco tiempo su empresa era de las mejores de Madrid, de ella se sabia poco, egocèntrica, joven  guapa y casada para lo joven que era.

Mi amiga Ana y yo eramos las médicos invitadas de nuestro hospital, Ana estaba muy contenta de ir, comer beber y si podía follar con algún joven prometedor, yo en cambio prefería quedarme en casa una peli, manta y terminar llorando por mi vida personal de mierda.

Había roto con mi novia de toda la vida hacia dos semanas, vivíamos juntas desde hacía poco y de un día para otro llegó a casa con un tenemos que hablar.

-Vane no se que me pasa pero lo nuestro no funciona, necesito espacio, un tiempo.

Sus palabras, me quede muda mientras recogía sus cosas a toda prisa, toda una vida en dos maletas.

-No vas a decir nada?

Me pregunto ya en la puerta de casa.

-Que quieres que te diga, ya lo has decidido tu sola.... Si una pregunta estás con alguien?

-Yo.... Lo siento Vane.....

-No hace falta que digas nada más vete pero cuando cierres esa puerta no la vas a volver abrir.

No dijo nada más salió por esa puerta y no volvió, dolió y mucho.

Llore mientras llamaba a mi amiga Ana incondicional para lo bueno y lo malo, tardo nada en venir a mi casa y quedarse aún sigue conmigo compartiendo piso risas y lágrimas.

-Estas preciosa Vane hoy cae alguien seguro.

-No estoy para nada.

-No te vendría bien un buen polvo.

-Con las ganas que tengo, no se que decirte y no te preocupes por mi si ves alguna presa para tus garras llamaré un taxi para volver.

-Seguro que cae algún buenorro y hazme caso que alguna buenorra encontrarás seguro.

Fuimos en taxi por si bebimos algo, la sala se fue llenando, no conocíamos a nadie pero Ana se ocupó pronto de  solucionarlo, A los pocos minutos teníamos algún moscardon alrededor.

Los camareros pasaban a cada momento con bandejas de bebidas y comidas y por supuesto Ana se ocupó que nuestras manos no estuvieran vacías y fue entonces cuando la vi por primera vez, entró ella radiante, guapísima con ese vestido rojo con un corte que dejaba ver su pierna, pasó cerca de nosotras iba agarrada de la mano de lo que imagine que seria su mujer, una mujer muy guapa pero no le hacia sumbra a la arquitecta.

Nuestros ojos apenas se cruzaron un segundo pero fueron suficientes para quedarme embellesada por su belleza.

No pude evitar buscarla con la mirada en toda la noche, no se si fue casualidad pero nuestros ojos se encontraron alguna vez.

Los premios empezaron, subió ella a recoger el suyo, fue breve dedicándoselo a su amada mujer y sentí una punzada de celos y no entendía el por que.

-Vas a mojar las bragas....

Me soltó mi amiga Ana.

-Que?

-Eres muy obvia Vane, olvídate esta ocupada y muy enamorada auque tu estás más buena.

-Calla Ana, es guapa solo eso.

-Pero te la tirarias no lo niegues.

Rode los ojos, ella, siempre pensando en lo mismo y eso hizo desapareció con uno de los tíos que la rondaban mientras uno paraba de tirarme los tejos y ya no sabía cómo decirle educadamente que era lesbiana.

En una de las veces las vi en un rincón parecía que discutían la pareja perfecta ya no lo era, su pareja se fue dejándola sola, Malú se bebió su cubata de un trago dejando el vaso de malas maneras.

Se puso a andar venía hacia donde yo estaba y me puse nerviosa me miraba mientras se acercaba a mi al llegar a mi lado me susurro.

-Si tanto te gusta lo que ves en el baño te espero.....

Se alejo dirección del baño, me quede de piedra ante sus palabras, la piel se me erizo al escuchar su voz tan cerca tan sexy que mis piernas tardaron nada en moverse y seguirla.

Que estaba haciendo yo no era así pero esa mujer me atraía desde el primer segundo.

Al entrar al baño me agarro y me metió dentro de un water cerrando la puerta, sin palabras sin presentaciones, su boca atacando la mía sin completaciones besos que no podía parar, nuestras lenguas batallando, nuestras manos buscando algo de piel levantando nuestros vestidos y sin contemplaciones fueron directas a nuestro sexo, nuestros dedos entraban y salían a la vez  fuerte duro gimiendo en nuestros besos explotando en un tremendo órgasmo y aun con la respiración acelerada la escuche otra vez esa voz que me mataba.

-Pon un pie encima.

Le hice caso sin rechistar, me quito las bragas y se metió entre mis piernas lamiendo mi sexo que aún estaba sensible del anterior órgasmo, mis manos en su cabeza, y joder como me lamia, como chupaba y mordia mi  clitoris, no paro hasta que solte un último gemidos al llegar a otro órgasmo.

Salió de entre mis piernas con la cara mojada de mi humedad me miró a los ojos me bajo el vestido colocándolo bien se miró el suyo alisandolo me enseño mis bragas y me dijo.

-Me las quedo para mi.

Iba a protestar cuando abrió la puerta y vi a su mujer con los brazos cruzados.

-Yo también se follarme a otras.

Le soltó Malú a su pareja, no se dio la vuelta no me miró salió como si nada, su pareja antes de salir me miró y me llamó zorra.

Me sentí utilizada humillada, aguantando mis lágrimas y quise morirme al salir del baño y verlas besándose como si no hubiera pasado nada.

Vi a mi amiga que miraba donde estaba yo, no se como pero supo que algo había pasado se acerco a mi.

-Me vas a decir que mierda ha pasado ahí dentro con la arquitecta y no me digas que nada.

-Me ha utilizado eso ha pasado, sácame de aquí por favor quiero irme a casa.

Ni quiero ni puedo vivir sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora