Realidades equivocadas - (Draco Malfoy y tú)

Un nuevo amigo.

                                                       N A R R A S      T U

Después de un momento de meditar la situación, Tom me ha convencido de aceptar su ayuda. A final de cuentas lo importante es que pueda llegar a Hogwarts para evitar que Cedric y Harry salgan heridos. 

- ¿Y bien? ¿Qué dices?

- De acuerdo Tom, ¿qué tengo que hacer? - una sonrisa de triunfo se dibuja en su rostro. Supongo que por ser Slytherin hubiera detestado perder. 

- Es muy fácil, lo único que tienes que hacer es recostarte en tu cama, cerrar los ojos y pensar en estas palabras. - con su varita, de un solo movimiento hace aparecer una oración muy larga. - Asegúrate de repetir este texto varias veces, comenzarás a sentir que tu cuerpo se vuelve más ligero y que flota. También verás luces parpadeantes reflejadas en tus parpados y tu cuerpo sentirá un cosquilleo. Debes quedarte dormida mientras repites esas palabras y cuando abras los ojos ¡pum! estarás aquí a mi lado, en Hogwarts. - concluye su sermón con una sonrisa de oreja a oreja más extraña que antes. 

- Bien, lo intentaré.

- Aquí te espero princesa. - guiñe un ojo. 

Me separo del espejo y salgo del baño para dirigirme hacia mi habitación. Me recuesto sobre mi cama, cierro los ojos y repito en mi mente las palabras que Tom me sugirió. Están en otro idioma, supongo que es latín. 

<Pro falso, quia non pertinent ad hanc rem. Ego postulo ut ire Hogwarts.>

Repito la oración una y otra vez. Comienzo a sentir pesadez y sueño. Conforme me da más sueño, la pesadez desaparece y es ahí cuando la descripción de Tom se vuelve real. Siento que mi cuerpo floja, como si estuviera en agua, mi cuerpo se siente incluso aún más ligero que en agua. Me estoy quedando dormida. Veo destellos en mis parpados, parece el flash de una cámara en repetidas ocasiones. Finalmente, me quedo dormida. 

Despierto y al abrir los ojos lo primero que veo es a Tom, observándome desde arriba. Me extiende una mano para que me apoye en ella y me pueda poner de pie. La tomo no con mucha confianza pero lo hago.

- ¡Lo lograste! - me felicita.

- Gracias, sin ti no lo hubiera logrado. - sonrío. - Debo ir a ver mis amigos, espero verte pronto. - al girarme para salir del baño Tom me regresa tomándome por el brazo.

- Perdón, no quería lastimarte. Es solo que... yo también necesito tu ayuda. ¿Crees que puedas devolverme el favor?

Suspiro. - Esta bien, me parece lo justo. ¿Qué necesitas?

- Primero necesito que me acompañes a un lugar, es que... - ríe tímidamente. - Necesito cortar algunas flores de un árbol que esta a las afueras del terreno del castillo, solo que algunas están fuera de mi alcance y quería saber si podías subirte a mis hombros para tomarlas. 

- De acuerdo, solo por favor debemos darnos prisa, mis amigos me esperan. - comienzo a caminar para salir del baño.

- No tomará mucho tiempo, lo prometo. Pero no iremos caminando, debes sujetarte del puño de mi varita, igual que yo. Nos vamos a teletransportar, es más rápido. 

Levanta la varita en el aire apuntando hacia el techo. Ambos tomamos el puño de la varita, nuestras manos tocándose. Una luz celeste emerge de la punta, cegando un poco mi visión.