Nos vigilan.

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Draco camina dando pasos firmes y seguros, como si fuese el dueño del castillo o un rey que se encarga de hacer que todos obedezcan sus mandatos. Mientras tanto Hermione, Harry, Ron y yo vamos detrás de él trastabillando. Ahora entiendo a Crabbe y Goyle. La única diferencia es que Crabbe y Goyle caminaban orgullosos siguiendo a Draco por todas partes, mientras que el trío y yo nos vamos escondiendo para que nadie note que estamos con el platinado. Por fin llegamos a la oficina de Snape. 

- Profesor Snape; tengo una investigación muy importante que hacer, pero como sabrá, los libros de la biblioteca son digamos... limitados. ¿Entiende a lo que me refiero?

Sigilosamente escuchamos al platinado a través de la puerta dirigirse al profesor Severus con tanta seguridad que parecen familiares. Estamos todos recargados en la puerta como si nos hubieran pegado a ella con el pegamento más potente. Sedientos de escuchar lo que Snape respondería. 

- Chi... chicos... alguien nos esta vigilando. - lloriquea Ron asustado en voz baja. 

- Shh, harás que nos descubran. - lo silencia Hermione lo más bajo posible. 

- Sé perfectamente a qué te refieres Malfoy, y la respuesta es no. 

El movimiento frenético de mi túnica me indica que Ron no ha dejado de jalarla en repetidas ocasiones.

- Ron, basta, estoy tratando de escuchar lo que sucede allá dentro. 

- U... una sombra no... nos esta vigilando. - balbucea sin cesar. 

- ¿Quieres guardar silen...? - me giro para toparme con que Ron tenía razón. Una sombra negra pasa flotando velozmente entre los pasillos. Hermione y Harry no alcanzaron a verla, seguían con las orejas pegadas a la puerta.

En cuestión de segundos nos encontramos los cuatro rodando hacia la oficina de Snape, caemos todos de bruces como bola de nieve que se deforma por la caída.

- ¿Se puede saber qué diantres hacen ustedes cuatro escuchando conversaciones ajenas detrás de la puerta? - demanda Snape. Quien al abrir la puerta inesperadamente provocó que todos perdiéramos el equilibrio y cayéramos a sus pies.

- Como siempre, Potter. - Draco mira arrogante a Harry, pasa sus pies entre nosotros esquivandonos y se va por donde vino. 

Nos levantamos sacudiendo nuestras túnicas y disculpándonos sin saber exactamente qué decir. Salimos de ahí corriendo lo más rápido posible antes de que tuviera tiempo de quitarnos más puntos. Pronto alcanzamos al platinado, quien al sentir nuestros pasos se voltea exasperado. 

- Tenían que arruinarlo. No pueden hacer nada bien. - por la furia ni siquiera es capaz de abrir bien la boca para hablar. 

- ¿De qué hablas Malfoy? Snape ya te había dicho que no. - se queja Hermione. 

- Estaba a punto de decirme que sí. Pero ustedes bola de ineficientes tuvieron que echarlo a perder. Ahora tendremos que encontrar otra manera de entrar a la sección prohibida SIN que nos descubran. No quiero quitarle puntos a mi casa. 

- ¿Alguien va a mencionar el hecho de que nos vigilan? 

- ¿De qué hablas Ron? 

- ¿De qué hablo? Harry, tal vez lo supieras si hubieras volteado alguna vez de las miles de veces que lo dije. ¿Verdad _________? Tú lo viste. 

- Ron tiene razón chicos, una sombra negra pasó volando por el pasillo frente a nosotros. - lo defiendo. Draco fija la mirada sobre mi y después sobre Harry. Por primera vez desconozco lo que el platinado esta pensando. 

- ¿Creen que tenga que ver con que ___________ es de otra realidad? - pregunta Harry mirando directo a los ojos de Draco. ¿Se están comunicando entre ellos?

                                                                                      *** 

- Bien, el día de hoy, quieran o no trabajaremos con cierta poción. Para los jóvenes puede ser aburrida e innecesaria, sin embargo, estoy seguro que las señoritas presentes la encontrarán... interesante. - se pavonea Snape frente al pizarrón. - El nombre de esta poción es amortentia. ¿Alguien tiene alguna idea para qué sirve?

Hermione levanta su mano tan alto como le es posible, parece que quiere tocar el techo. 

- Amortentia es una poción de amor que produce un efecto de obsesión en la persona que la bebe. Además, esta poción tiene un olor distinto para cada quien según lo que te atrae. 

- No te había dado permiso de participar Granger, cinco puntos menos para Gryffindor por tu insoportable arrogancia... Potter, acércate y huele la poción.

Harry camina con pasos inseguros hacia el caldero, volteando hacia todos lados sin saber qué hacer. Hermione le indica con la cabeza que se apresure. Ron tiene en su cara una expresión de burla, es obvio que se esta aguantando una risa escandalosa. 

- Creo que alguien tiene problemas. - murmura Ron a Neville, señalando con la cabeza a un asustadizo Harry, quien por fin esta inclinando la cabeza en el caldero.

- Si mientes, seré capaz de saberlo, Potter. No creo que quieras cincuenta puntos menos para Gryffindor. - indica Snape. 

- Huele a... vainilla, fresas y... brisa de mar... - finaliza Harry con los cachetes encendidos como un carbón al fuego. Todos comienzan a hacer sonidos de sirena, burlándose de su victima mientras ríen y hacen alboroto. 

Draco le lanza una mirada fulminante a Harry, con los puños tan apretados y temblorosos que parece se esta haciendo daño con sus propias uñas. 

- ¡POTTER! - grita Draco, con la varita en mano alzada hacia Harry.

- ¡SILENCIO! - exige Snape. Todos se quedan callados al instante. 

- ¿Qué esta pasando? - pregunto en un murmuro a Hermione.

- ¿No te das cuenta _________? Tú hueles como todo eso que describió Harry. - responde con una sonrisa. 



Realidades equivocadas - (Draco Malfoy y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora