Realidades equivocadas - (Draco Malfoy y tú)

La selección.

- Lamento informarles que únicamente tendrán un día para apuntar sus nombres en el cáliz. Tienen todo el día de hoy, nos veremos aquí mismo a las 8:00 pm para dar a conocer a los tres campeones participes del torneo. - informó Dumbledore. 

Todos nos dirigimos a nuestras clases. Los estudiantes de Beauxbatons y Durmstrang después de sus triunfales entradas se dirigieron a la biblioteca, donde estarán tomando algunas clases por parte de sus directores. 

- Estarán muy sorprendidos cuando escuchen uno de nuestros nombres hoy en la noche. - Fred nos alcanzó en el pasillo, tiene la costumbre de abrazarme siempre que vamos caminando. 

- Seguramente será el mío pero a final de cuentas será uno de nosotros. 

- Yo no estaría tan segura. - los desalienta Hermione con una sonrisa. 

- Tenemos la solución perfecta, acompáñenos. - nos regresan al gran comedor. Ya esta desocupado de maestros, solo se encuentran algunos estudiantes tratando de meter unos papeles al cáliz. 

- Y con ustedes...

- La mágica...

- La inigualable...

- La suprema...

- Poción envejecedora. - rematan los gemelos al mismo tiempo. 

- Están chiflados si creen que con eso lograrán engañar al cáliz.

- ¿Quieres dejar de ser tan aguafiestas? 

- Ron, nadie puede engañar al cáliz, además Dumbledore hechizó el área, nadie que no tenga la edad suficiente para participar se puede siquiera acercar al cáliz.

- ¿Listo Fred?

- Listo George. 

Ambos gemelos bebieron de unos frascos. Sobrepasaron el límite del hechizo logrando poner sus nombres en el cáliz. Todo fue aplausos y gritos hasta que ambos gemelos fueron expulsados por los aires, cuando cayeron al piso y se levantaron, ambos tenían el cabello más gris que Dumbledore y sus caras estaban cubiertas por barbas y bigotes blancos como la nieve. Todos explotamos en carcajadas. 

                                                                                  ***

- Bien, daremos inicio a la revelación de los tres campeones del torneo de los tres magos. 

Del cáliz fueron expulsados uno por uno los papeles con los nombres. El primero en salir fue el nombre de una joven de Beauxbatons; Fleur Delacour. El segundo fue de un joven de Durmstrang; Viktor Krum. Por último, de Hogwarts fue seleccionado Cedric Diggory. Dumbledore estaba dando la despedida cuando para sorpresa de todos, la luz del cáliz volvió a pintarse de rojo. El cuarto papel resultó ser, aun más sorprendente... el de Harry.

                                                                             *** 

Decido dejarme caer en uno de los sillones de la sala común. No puedo dejar de pensar en lo que sucedió. Jamás he leído los libros de Harry Potter, sin embargo, recuerdo que Sheccide ya me había hablado sobre esta situación en especifico. No puede ser posible, Draco dijo que los libros son falsos, que no toda la información es cierta, pero ¿cómo puede ser posible que sí este sucediendo lo de los libros? Y si esto es real, ¿significa que Cedric esta a punto de perder la vida? ¿Qué debo hacer?

Salgo corriendo en busca de Draco. Me debe estar esperando en la cocina de los elfos. Entro sigilosamente y para mi suerte me lo encuentro hurgando en un jarrón de galletas. 

- Draco, los libros son reales... - susurro. El platinado deja de masticar y hace a un lado el jarrón.

- ¿A qué te refieres?

- En el libro... precisamente Cedric y Harry son seleccionados. ¿No es demasiada coincidencia?

- Puede ser. - trata de sonar despreocupado, pero su cara no encaja con lo que trata de expresar.

- Draco... Cedric muere en el libro. - los ojos del platinado se desorbitan. Comienza a sacudir la cabeza en negación. - Tenemos que hacer algo para salvarlo, no podemos dejar que simplemente muera. - mi tono es desesperado, casi suplicante. No conozco a Cedric, lo he visto, no he convivido con él pero eso no significa que deba dejarlo morir solo por... ocultarme, ocultar de dónde vengo. 

- ¿Estas segura? - Draco toma mis hombros y me sacude.

- Es decir, no he leído los libros pero... sí, mi mejor amiga Sheccide hablaba todo el tiempo de eso. 

- ¿De qué más hablaba tu amiga __________?

- No lo recuerdo...

- Tienes que recordar, por favor, ¿qué más sucedía? __________ ¿tienes idea de lo que esto significa? No puedes revelar tu identidad, nadie puede saber que perteneces a otra realidad. 

- Draco, no podemos dejarlo morir, ¡por favor! Vayamos con Dumbledore, contemos a él todo. 

 - No podemos. - su respuesta es tajante como una navaja afilada. 

- ¿Por qué? 

- ¿Por qué muere Cedric? - pregunta Draco como si tratara de hacerme llegar a un punto. 

Pienso durante unos segundos tratando de recordar, hasta que viene a mi mente.

 - No puede ser posible... Volde... - me quedo sin finalizar la oración. Estoy atrapada en una realidad en la que mi vida comienza a correr peligro. 

- Y... mi papá es un... es un mortifago. - las palabras de Draco salen casi inaudibles. Se tira en un rincón de la cocina. Se hace bolita cubriéndose la cara con sus rodillas y brazos. Para salvar a Cedric significa que tendremos que acusar a su padre. Después de unos minutos por fin levanta la cabeza. 

- Si vamos a salvarlo, tiene que ser de otra manera, por favor. - siento un nudo en el estomago al verlo derramar lagrimas nuevamente. Desapercibida para nosotros, una sombra pasa rápidamente frente a la puerta de la cocina.