Por fin comprendo el grito de Narcissa, se trata de Draco, Draco viene acompañando a Harry.
- Vaya, no te esperábamos querido Draco. - lo saluda Voldemort.
Fijo mi mirada sobre el platinado para suplicarle que se retire de aquí pero no puedo darle mi mensaje porque no me esta mirando a mi, esta mirando a sus padres con profunda decepción.
- ¿Cómo pudieron hacerle esto? ¿Cómo pudieron hacerme esto a mi? - les exige al borde del llanto.
- Draco, cariño, no sabíamos que se trataba de ella. - suplica Narcissa.
- Lo que sea que quieras Voldemort, deja a ________ fuera de esto, ella no tiene nada que ver, ¡liberala ahora mismo! - la furia es palpable en las palabras de Harry.
- Vean todos ustedes, el pequeño Harry Potter se ha enamorado de una muggle. - se burla Voldemort, quien ha sido levantado en el aire por los cortos brazos de Peter.
- Draco, hijo, ven con nosotros. - lo anima Lucius disfrazando su regaño con una orden.
- No lo haré padre, y si para defender a _______ debo luchar contigo... lo haré.
- Cariño, no sabes lo que dices...
- Por primera vez en muchos años sé perfectamente lo que digo madre, de hecho, nunca antes había estado tan seguro.
Tanto Harry como Draco toman una postura de guardia con las varitas en alto. Una ráfaga de encantamientos vuela en todas direcciones. Draco intenta correr hacia mi pero los hechizos no lo dejan pasar.
De pronto he sido liberada, los brazos del mortifago han dejado de sujetarme y este ha caído muerto al piso. Volteo a ver a Draco pero él esta tan sorprendido como yo, no fue él quien lo mató. Los dos volteamos hacia atrás de mi, Narcissa. Ella me liberó.
- Te amo. - sus labios susurran sin sonido en dirección hacia Draco antes de meterse en medio de la batalla contra el resto de mortifagos.
- Narcissa, cielo ¿qué haces? - exige Lucius.
- Defendiendo a nuestro hijo y a su novia. - responde furiosa hacia su marido.
- Lucius, ¿quieres controlar a tu sentimental mujer? - ordena Voldemort.
- Cielo, por favor detente. Tu hijo decidió meterse en esto, y todo por una muggle.
Para asombro de todos, Lucius queda petrificado. Su propia esposa lo ha petrificado. Acto seguido, la varita de Narcissa emite un escudo y la ráfaga de encantamientos ha dejado de surtir efecto, nos encontramos en un espacio libre de magia.
- ¡Corran! - nos grita. ¡Tomen la copa!
- ¡Madre! - grita Draco.
- Yo estaré bien cariño. - sonríe para tranquilizar al platinado.
Harry nos toma a los dos por los brazos para hacernos reaccionar y nos jala hacia donde se encuentra la copa.
- ¡Tóquenla! - nos grita. Lo obedecemos.
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Realidades equivocadas - (Draco Malfoy y tú)
Hayran KurguEres una chica normal viviendo una vida normal pero todo cambia un día cuando te das cuenta que estás conectada con un chico que vive en otra realidad. Están conectados a través de la música, sensaciones, emociones, se pueden escuchar y visualizar e...