11. El Primer Baile

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Cuando regreso a mi habitación, aun me siento en las nubes, siento que duermo entre las estrellas que habíamos visto esa noche, acaricio mis labios con la punta de mis dedos inconscientemente, solo para evocar el tacto de sus labios. El cielo del día siguiente esta nublado, el cielos es gris y no hay rastro de sol, igual que la mañana anterior y que todos los días, pero hoy todo luce un poco más radiante.

Pasamos la mañana ordenando el cuarto, después llega Emily, tenemos hasta medio día para estar listas, así que empezamos a prepararnos. Emily me hace un recogido con trenzas que me rodean la cabeza, y me llena el pelo de pasadorcitos que simulan pequeñas perlas acomodadas por mi pelo, mi vestido es de seda azul, a juego con un set de piedras azules, cortesía de mi madre.
Olivia lleva un hermoso vestido rojo, con un corset que resalta su esbelta figura y Emily luce un vestido amarillo, y verde que resalta su cabello rojizo, lo que la hace parecer angelical e inocente.

.......

Estamos todos juntos en la puerta del gran salón, que a diferencia de los ensayos, ahora si luce lleno, iluminado, con mesas y comida. Nos formamos en dos filas, en una estamos estamos nosotras y en el otro ellos, cuando es momento de formar las parejas Andrew llega hasta mi, yo antes de verlo ya estoy sonriendo como tonta.

—    Luces muy hermosa — me susurra mientras tomo su brazo para entrar al salón.

Siento acalorarme, y cuando estamos entrando se que debo tener la sonrisa más radiante, miro de reojo a Andrew, luce guapísimo en un sobrio pero elegante traje negro, siempre se ve muy elegante aun con el uniforme, pero hoy lleva el cabello peinado hacia atrás en vez de alborotado, como suele tenerlo. Da la impresión de tener unos años más y sin duda da la pinta de todo un hombre diplomático, del nuero perfecto, nos miro de reojo en una ventana del salón,  y no puedo evitar  pensar en la pareja tan perfecta que haríamos.

—    Quiero que conozcas a mis padres — le digo, sin poder evitar ocultar la emoción.

—    ¿Qué? — de pronto se ha puesto serio.

Pero no por lo que le he dicho, o al menos eso creo, ahora tiene la vista en la multitud de padres que aplauden nuestra entrada, creo que ha encontrado a los suyos, sigo su mirada y los encuentro, es un hombre alto y corpulento, tiene el rostro severo, a su lado una mujer, que luce demasiado bajita a comparación de el, ella hace un saludo con la mano cuando pasamos, pero Andrew se queda impasible. No se si ha escuchado lo que le dije.

Estoy a punto de repetírselo, pero justo nos separamos, ahora debemos reunirnos con nuestros padres. Busco los míos con la mirada, y los encuentro,  mi padre esta hablando con otro hombre, parecen tener una conversación animada. En cuanto mi madre me ha visto ha abierto los brazos, puede que en las ultimas semanas me haya dado cuenta de muchas cosas que le podría reclamar a mi madre pero casi corro para lanzarme a sus brazos, su perfume me evoca el recuerdo a casa, cuando no tenía preocupación alguna, cuando aun no conocía nada del mundo y lo único que conocía era ese olor, siento la nostalgia, me hubiera gustado quedarme ahí, era menos doloroso, sobre todo cuando pienso en todo lo que ha pasado en los últimos días, me siento en el borde de las lagrimas.

—    Oh, Amelie —  ha tomado mi cara entre mis manos, para mirarme. — Luces preciosa.

—    Ya luces como toda una mujer — dice mi padre dándome un apretón de hombros.

—    Nos han dicho que llevas excelentes reportes, me lo ha dicho la misma Madre Judy.

—    ¿Has hablado con ella? — mi sonrisa ha desaparecido en cuanto he escuchado su nombre.

—    Por supuesto que si, solo ha dado buenos comentarios sobre ti, también la hermana  Mary, estamos muy orgullosos de ti.

Me he mordido el labio, no tengo ni la menor idea de porqué habrán dado tan buenos comentarios sobre mi, la Madre Judy sabe que yo se su secreto y me pregunto si habrá tenido algo que ver, por otro lado, no creo que haya razones verdaderas por las qué deberían estarlo, si supieran todas las reglas que he roto... pero aun así, mi madre luce jovial, juro que nunca la había visto tan radiante y contenta en toda mi vida, cuando pienso en ella, solo se me viene a la mente su mirada inexpresiva perdida en el vació, y no soy capaz de arrebatarle este momento de felicidad.

Inocencia perdida (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora