Inocencia perdida (+18)

14. Solo Nuestro

Primer mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas; Segundo: no tomarás el nombre de Dios en vano... honrarás a tu padre y a tu madre, no matarás, no cometerás actos impuros, no robarás, no darás falsos testimonio ni mentirás, no consentirás pensamientos ni deseos impuros, no codiciarás los bienes ajenos.

Pongo los dedos en el aire y empiezo a bajar uno por cada mandamiento que he roto, al final solo me quedan tres arriba. La cabeza me duele demasiado, no solo eso, si no, todo el cuerpo entero, tengo la nariz un poco hinchada, sé que el malestar es mas allá que físico, pero a diferencia de otras veces, por algún motivo, no me arrepiento de absolutamente nada de lo que ha pasado, han sido emociones tan fuertes y vividas que no cambiaría por nada.

Hemos tenido suerte, hemos logrado entrar a las residencias por la parte trasera, por el bosque, hemos trepado hasta la ventana del cuarto de Emily lo que me ha costado otro rasguño en las rodillas, luego nos escabullimos por los pasillos hasta llegar a nuestro dormitorio, creo que ha sido una misión exitosa. No sabíamos si alguien nos había visto la noche anterior, si alguien se había percatado de nuestra falta. Mis padres seguro si, pero no tendrían manera de reclamarme, aún, por lo menos.

— ¿Qué? ¿Cómo te ha ocurrido tanto en tan poco tiempo? —Pregunta fascinada Olivia cuando le cuento todo, desde el beso con Andrew hasta la última noche.

— No lo sé, yo tambien me lo pregunto todo ha sido tan rápido que ni siquiera lo he terminado de asimilar.

— ¿Y como te sentiste? — me pregunta lanzándome una mirada picara.

— ¿De qué? — intento hacerme la desubicada.

— Pues... ya sabes — empieza a acercarse traviesa — Cuando... no sé, te diste a Andrew en un baño por ejemplo, después de enterarte que básicamente estas comprometida.

— Shhhhh — le tapo la boca de inmediato, se que nadie puede oírnos pero si lo dice así, suena mil veces más escandaloso. — No lo sé, supongo que es una sensación demasiado indescriptible, pero no puedo evitar sentirme un poco culpable.

— Oh Nora, tu moral es tan correcta — dice sarcastica — No me equivocaba contigo cuaundo decia que eres una persona mucho mas interesante de lo que aparentas. Estoy orgullosa de ti.

No se que tanto orgullo debe causarme el hecho de que me haya escapado con otro chico, me haya drogado y luego me haya metido con el a un baño, la Nora que conocen mis padres nunca habría hecho eso, no quiero ni imaginarme cual sería su reaccion, pero estoy cien por ciento segura de que estaría muy lejos del orgullo.

— Pero espera, entonces ¿Gustave Leblanc? ¿Cómo sucedió eso?

— La verdad, — suspiro — ni yo lo se, yo quería hablarles a mis padres de Andrew pero antes de que pudiera hacer eso, ya estaba comprometida a él y a su familia

— ¿Querías hablarles de Andrew a tu familia? — me pregunta extrañada y casi asustada. — ¿Van en serio?

— Si... o eso era antes de que me comprometieran.

— Si, bueno esa es la triste realidad, nosotras no tenemos ningun derecho a escoger lo que queremos aquí.

— ¿Y tu? — le pregunto. — ¿Piensas quedarte con Tony?

— ¿Yo?  No, no lo sé, su padre ni siquiera asistió al baile, no es de la elite porque sus padres nunca se involucraron demasiado pero su papa es un banquero reconocido, de hecho tengo entendido que el y el padre de Andrew son socios, sus familias son unidas, el primo de Andrew se casó con una de las hermanas de Tony. Pero a diferencia del padre de Tony, el de Andrew siempre ha estado muy involucrado en su educación, por eso el si es de la elite.
"Pero de todos modos, mi madre decidió que era una buena noche para tomar como desquiciada, y el cuarto matrimonio de mi madre se la llevo a rastras, como odio a ese hombre, así que si hay algo más que odio de esta situación, es que el pueda tomar una decision en mi nombre.