17. Ira

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Ya había pasado una semana desde el primer encuentro con Gustave. Y si había vuelto a tener que coincidir con el,  los siguientes encuentros habían sido menos inoportunos, hablamos de cosas banales, su padre es un magnate de textiles en Francia, su madre es igualmente francesa pero creció en Inglaterra, y es por eso que el esta aquí. Es bastante soberbio en realidad, pero si solo me concentro en el siseo de su acento es menos desagradable. Para el solo represento un bien que poseer, como una cara bonita que lo acompañe al Ballet de l'Opera, y ya, en realidad yo le importo una mierda, puesto que cada vez que voy a hablar de mi, el recuerda un delicioso platillo que comió en algún restaurante de alta cocina.

Por otro lado, no he tenido noticias de Andrew, no ha venido a buscarme, pero las pocas veces que coincidimos, me esquiva o me ignora directamente, siempre me ha costado entender porque a veces parece que estamos bien y luego se comporta distante conmigo, seguro debe estar igual de ocupado que yo con su futura esposa. Y todo va a peor aún, la preparación matrimonial en pareja iba a empezar, de hecho la hermana Mary no había dejado de avisar, que hoy era el primer día.

Estábamos todos en la capilla reunidos. Por primera vez íbamos a juntos la preparación matrimonial, que hasta entonces habíamos tomado separados. Me he quedado un poco boquiabierta cuando Gustave se sienta a mi lado, nunca antes nos habíamos sentado de manera mixta.

La sorpresa se ha convertido inmediatamente en incomodidad cuando ha sentado a Andrew a lado de él, justo después de el esta Anne, mi corazón da un vuelco, no lo recordaba pero había sido ella la que había bailado con él en el baile de comunión, siento nublarse mis ojos por un momento, recuerdo lo que había dicho la noche anterior en este mismo lugar, pero sigo sin aceptar aun el hecho de que no podemos estar juntos y tambien él, que tampoco haya hecho nada para intentarlo tan siquiera.

—    Buenos días señoritas y caballeros, sabemos que ya han tomado la mitad de la preparación de manera individual, y que incluso han tenido un momento para conocerse mejor pero a partir de ahora las sesiones serán en pareja, y de manera individual hoy decidimos tomarla en conjunto porque es un tema especial.  — ha empezado la madre Mary subida en el estrado.

Es verdad que he podido conocer  un poco mejor a Gustave, y si algo bueno tiene es que sabe interpretar muy bien el papel de esposo, no sabría decir si Andrew es igual de bueno,  aún así es difícil  que Gustave termine de agradarme, sobre todo porque no es lo que yo queria.

Me sorprendo a mi misma mirándolo de reojo, tiene los ojos azules y el cabello rubio cenizo, la nariz y cejas anchas, lo que le ayuda a su gesto serio, mi mirada se desvía y se encuentra con la de Andrew, me ha pillado, tiene el ceño fruncido y esta claramente molesto.

Recuerdo que la ultima vez que lo vi estaba yéndome del brazo con mi prometido, me encojo de hombros ¿Qué tenía de malo? El había hecho lo mismo, ya  había dejado muy en claro que nuestra relación no tiene mucho más futuro, y el probablemente ya había tenido la oportunidad de conocer a Anne, su prometida, una chica realmente encantadora, ya no necesita mas de mi, aparto la mirada rápidamente y la dirigó al frente.

El sacerdote inicia con un sermón interminable, habla acerca de la importancia de concebir, y de que la única relación intima debe ser con ese propósito y exclusivamente dentro del matrimonio, todo más allá de eso, es pecado. 

No se me ocurre tema más incomodo de escuchar a lado de Gustave y Andrew. He vuelto a dirigir mi mirada hacia Gustave que a su vez ha hecho lo mismo, ha esbozado una pequeña sonrisa  que me desconcierta.  Ya había dejado claro, que pese a mi nacionalidad, yo no era de su desagrado, que no importará todo lo que yo hiciera, él se iba a casar conmigo. 

De pronto ha colocado su mano sobre la banca y discretamente la ha acercado rozando mi rodilla, me sobresalto por el tacto, mientras él lleva su mano hasta mi muslo, hecha una breve mirada lujuriosa a mis piernas; y despacio, empieza a acariciar mi pierna con toda la palma de su mano que poco a poco se desliza por debajo de mi falda intentando llegar más lejos, estaba tan impresionada que me había quedado inmóvil y ha sido el rostro colérico de Andrew contemplando la escena lo que me ha hecho reaccionar, tiene la mandíbula apretada, los puños cerrados con fuerza a un costado, se muerde el labio para contener su ira. He tomado a Gustave de la muñeca para detenerlo.

—    No creo podamos hacer esto. — le susurro.

—    Eres mi futura esposa, por supuesto que puedo tocarte.  — ha dicho igualmente.

—    No... es el momento aún. — he dicho nerviosa intentando calmar el asunto, casi podría jurar que a Andrew le estan dando tics nervisos de ira.

He terminado entrecruzando nuestras manos para evitar que siguiera intentando tocarme, aún así Andrew seguía tenso, he cruzado una mirada con él, y estoy segura que si las miradas mataran estaríamos tres metros bajo tierra. 

Después de lo que me ha parecido una interminable hora, acaba; nos vuelven a dividir en filas y salimos en orden de la capilla, una vez fuera rompemos la formación y empezamos a regresar a nuestros respectivos edificios, empiezo a dirigirme por el pasillo que conduce al dormitorio de chicas cuando escucho unos gritos detrás, todas volteamos de inmediato, el alboroto parece venir del grupo de chicos al otro lado del pasillo, Olivia me mira extrañada, me encojo de hombros, la curiosidad nos lleva a acercarnos para ver lo que sucedía. Después de esquivar a un par de personas llegamos hasta de donde viene todo el ruido y definitivamente desearía haber corrido de regreso a los dormitorios. 

Andrew acababa de tomar a Gustave por la chaqueta del uniforme y lo acababa de tirar al piso de un golpe, lo había tomado completamente desprevenido, una vez en el piso Andrew se ha abalanzado sobre él, tomándolo de las solapas de la chaqueta le vuelve a proporcionar un puñetazo en la mandíbula, después otro, y otro mientras sus nudillos se manchan de sangre. Esta completamente fuera de si, a nuestro alrededor nadie hace nada, pues todos parecen igual de conmocionados.

Después de un par de golpes más, Gustave se repone y le suelta un puñetazo en la cara de regreso. Siento como si me hubiera golpeado a mi, lo que me hace reaccionar, intento detener a Andrew, pero antes de lograr algo Olivia me toma del brazo y me lo impide, en ese momento Gustave le ha vuelto a proporcionar un segundo puñetazo a Andrew lo suficiente fuerte para dejarlo noqueado por unos segundos pero cuando Andrew se recompone, se abalanza con muchísima más fuerza sobre el, y lo vuelve a golpear abruptamente sin ningún tipo de piedad, los chicos que habían hecho ademan de separarlos se detienen, igual de sorprendidos por la rabia que ha desatado a Andrew en ese momento, empiezo a sentir un miedo inmenso de que esto pueda terminar terriblemente mal.

— No vuelvas a tocarla hijo de puta — le ha dicho rabioso mientras lo seguía golpeando — ¿!Me has entendido!?

—    ¡Andrew! Detente por favor — le suplico.

He vuelto a dar un paso adelante para intentar detenerlo, pero Tony intercepta mucho más rápido y ya se esta abalanzado sobre Andrew para detenerlo, finalmente se lo quita de encima. Ha llegado el Padre y la madre Mary que ha soltado un grito de horror al ver la escena. Lo están tomando del brazo para llevárselo, pero el se ha quitado a todos de encima y  antes de marcharse se acerca a mi con los ojos brillantes de ira y me susurra rabioso.

—    No sabia que mojabas las bragas por cualquier idiota. Eres una zorra cualquiera.

Y se ha ido, dejándome con las piernas temblando y los ojos cristalizados. Lo he estropeado todo, absolutamente todo, siento que todas las miradas se han fijado en mi por un momento antes de que los enfermeros escolares llegaran a recoger el cuerpo de Gustave.

Inocencia perdida (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora