15. Sacrilegio (+18)

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TW: Este es probablemente el capitulo mas intenso que he escrito, y no pretende ofender a nadie.

Una carta muy importante ha llegado la noche anterior, no era para mi pero hablaba sobre mi, y es ahí cuando mis peores temores se materializan, se acerca la cena de familias, que básicamente consiste en que las dos familias de los casaderos se reúnen a cenar. Pero lo peor de todo es que la mía ya tiene fecha, hora y peor aún, pareja. Pensé que aún tendría tiempo para pensarlo pero no, oficialmente ya tenía prometido. Lo que significaba que debíamos empezar con la preparación matrimonial en cuanto antes, y estaba aterrada. Las primeras sesiones eran individuales.

Seguía sin creerlo aún, solo había cruzado un par de palabras con Gustave y había sido un completo desastre, solo recuerdo su arrogancia y su irritable acento francés, pero tendría que acostumbrarme a el, porque ahora sería mi futuro esposo. Al imaginarlo he sentido unas inmensas ganas de llorar.

A media noche seguía con los ojos abiertos y las ideas martillando mi cabeza, así que decido hacer algo que hace mucho tiempo no hacía pero recuerdo que siempre calmaba mis  emociones desorbitadas.

Tomo mis zapatos, y me escabullo por los pasillos oscuros hasta llegar a la Iglesia mayor, en medio de los dos complejos, siempre esta abierta, a diferencia de las capillas. Escucho el sonido de mis zapatos rechinar contra el mármol resonar en toda la iglesia. Tomo asiento en una banca al frente y hago lo que solía hacer de pequeña cuando tenia miedo: rezar. Desde que había llegado no me había tomado ni un momento para hacerlo,  no me siento con la moral para hacerlo, pero aún así, lo intento. Después de 20 minutos de intentarlo me rindo, mis pensamientos son mucho mas fuertes.

— ¿Qué haces?

Siento un mini infarto cuando escucho la voz al fondo de la capilla, me vuelvo para ver de donde procede esta, pero solo veo una sombra, después una risa, suspiro, por supuesto que reconozco esa risa burlona,  Andrew, me relajo pero siento aun siento mi corazón palpitar a mil.

— Rezar... ¿Y tu que haces aquí? — pregunto.

Suelta otra risa que retumba en las paredes de piedra y los ventanales. Da un paso adelante y al fin puedo ver su rostro iluminado por la luz de la luna que entra multicolor a través de los vitrales.

— No estabas en la cena, así que iba a tu cuarto a verte, pero te he encontrado antes.
Sigo sumida en mi silencio arrodillada frente al altar, intentando concentrarme en una oración, intento pasar de el, sigo un poco recelosa por el hecho de sentir que me ha abandonado. — ¿Qué pasa? ¿Ya no hablas?
— Intento...concentrarme — le esquivo.

— Oh vamos Nora... — empieza.

— No — lo corto — no quiero saber nada de ti Andrew, me has abandonado por completo, así que solo te pido que te vayas y me dejes rezar.

No lo puedo ver pero pero escucho un sonido de asombro, después su risa sarcástica. Se acerca detrás de mi y se inca a centímetros de mi, puedo sentir su respiración en mi oído.

— ¿Acaso no te has enterado que Dios ha muerto? — susurra en mi oído, su voz, la frase me eriza cada vello de mi piel.

Recuerdo esa frase en los libros de Olivia, en su discurso sobre le vida y más cosas, pero me toma desprevenida ¿A que viene eso?

— No... es verdad.

— ¿No? ¿Sientes que yo te he abandonado? No crees que mas bien fue el ¿No sientes que nos ha abandonado? — se pone de pie y alza los brazos ante el Cristo inminente sobre nosotros — nos ha abandonado aquí, en esta prisión que nos maltrata y educa en su nombre, nos ha dejado a nuestra suerte en manos de personas que creen que actúan a su voluntad, que creen que nos dirigen a sus brazos — señala acusatoriamente  la imagen sagrada — a mi me ha abandonado en este mundo caótico y a ti también, ¡OH CRISTO! Como permites que se asesine en tu nombre, como permites que se desplieguen guerras y hambrunas y tu solo miras desde arriba. ¿No?

Inocencia perdida (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora