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Caminas por los largos y anchos pasillos de la academia de tu tía, Krista, luego de capturar y entregar un par de recompensas encaminándote hacia tu departamento pero su voz te detuvo.

—Maia... es mejor que vengas ahora– te llamo con un tono serio pero calmado. Así era ella, tan pacifica pero sin mostrar tantas emociones.

—¿Qué sucede?– preguntas de la misma manera dirigiéndote hacia ella.

—¿Qué hiciste hace dos semanas?– comenzó a caminar y tu la seguiste.

—Estaba fuera del distrito, en la zona industrial, encargándome de lo último que me consiguió Karga... ¿Ocurrió algo?– dices con el temor a su respuesta.

—Sabes que tengo oídos por todos lados y se que utilizaste la fuerza, y por si fuera poco también el sable de luz– se detuvo para mirarte a los ojos.

Tragas saliva, tu miedo se hizo realidad.

—No la quise usar, lo juro. Me vi en una situación sin escapatoria– hablas con preocupación y la seriedad de tu tía hizo que aumentara.

—Quedamos en que no los usarías si hay testigos– suspiro con una mueca –Ahora tienes que empacar lo necesario e irte de Magnolia, antes de que alguien te esté buscando.

Te quedas sin decir nada, ya lo veías venir. No se puede pasar desapercibido alguien que porta un sable de luz. Solo asientes y te giras para hacer lo que te había dicho.

—Maia– Te habla de nuevo y sientes sus brazos rodearte en un abrazo –Se bien que te sabes cuidar pero no está de más en decirte que lo hagas.

Le das una sonrisa con un nudo en la garganta y lagrimas a punto de salir.

Un par de semanas después

Kuiil era un viejo amigo que ayudaste una vez, vive en Arvala-7 un planeta en que casi nadie viene por lo que le tomaste la palabra a lo que te dijo tiempo atrás "si estás en apuros, no dudes en venir aquí, pelirroja"

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Kuiil era un viejo amigo que ayudaste una vez, vive en Arvala-7 un planeta en que casi nadie viene por lo que le tomaste la palabra a lo que te dijo tiempo atrás "si estás en apuros, no dudes en venir aquí, pelirroja".

Ya llevabas rato afuera, un par de días mejor dicho, necesitabas sustento básico para tus días indefinidos en Arvala-7 mientras estabas con Kuill trabajando y ayudándolo en su granja de humedad.

Pasabas con mucha cautela ya de regreso hacia tu blurrg, sostienes tu sable de luz al escuchar disparos cercanos a ti, quieres irte lo antes posible sin estar dispuesta a saber de que se trata tanto alboroto. Pero algo en ti dice que vayas, no, no es algo, más bien es la fuerza quien te llama.

No sueltas tu sable mientras te acercas al campamento. Sabias por Greef y Kuill que los cazarrecompensas han venido a Arvala-7 durante un par de años, buscando una recompensa al otro lado del desierto desde donde se encontraba la granja, exactamente en donde te encontrabas ahora, Kuiil te contó que había hecho todo lo posible para ayudar a guiar a esos cazarrecompensas hacia la recompensa que buscaban, pero después de verlos desaparecer en el horizonte, ninguno de ellos regresó.

 𝖳𝗁𝖾 𝗋𝖾𝗐𝖺𝗋𝖽 | Din Djarin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora