Maia Melek y Din Djarin se conocen desde su adolescencia. Luego de unos largos años se vuelven a encontrar cuando el mandaloriano tiene que cazarla.
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Maia Melek es sensible a la fuerza desde que tiene memoria lo heredó de sus padres Kendrick Melek y Muria Luv, al verse en peligro la familia de Jedis se escondieron en Tatooine y cortaron su conexión con la fuerza.
Sin embargo entrenaron a su única hija, su pequeña estrella a temprana edad pero al enterarse de que estaban buscando a todos los que sean sensibles a la fuerza decidieron mandarla a Magnolia; lugar de origen de su madre y en donde vive su tía Krista que es líder de un grupo de mujeres que son conocidas como Pegasus que imparten artes marciales (una antigua, casi extinta tradición) para que no corriera peligro y que perdiera su conexión con la fuerza, en pocas palabras, oprimir su sensibilidad y que así Maia no se viera involucrada o buscada por el imperio.
Krista hizo caso omiso a la petición de su hermana y su cuñado. Ella al ser una Jedi retirada antes de la orden 66 entrena a Maia secretamente, con el pensamiento de que nadie sospecharía de una maestra de artes marciales y vio algo en su única sobrina que seria un error oprimir su sensibilidad a la fuerza.
Luego de un tiempo en Magnolia, Maia tiene sueños en donde sus padres son asesinados. Desesperada y angustiada regresa a Tatooine (su lugar de nacimiento) cuando sus sueños cambiaron a visiones, al llegar ve a sus padres sin vida.
Eso fue un motivo y así se convirtió en una mercenaria muy temida en Magnolia a la edad de apenas 15 años, cuando es elegida por su tía como su padawan y además entrenarla en su academia. Se encuentra con el mandaloriano un par de años más tarde, cuando ella fue a una misión en donde comienza a trabajar para Greef Karga, el Mandaloriano y Maia formaron una sincera amistad.
Luego de esa misión Maia siguió trabajando para Karga, pero la mayor parte en Magnolia sin tener oportunidad de coincidir con Mando, luego de unos años salió de ese negocio y solo se dedicó a clientes privados y que le pagaran alto para así tener más tiempo para practicar la Fuerza pues esta la llamaba cada vez más. Hasta el momento en que el mandaloriano tuvo que ir por ella como recompensa.
Magnolia:
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