Último primer día [sin editar]

Vuelvo a odiar Francia.

-¡Ángel, despierta! -siento su mano en mi brazo acaraciandolo. Empiezo a esconder mi cabeza debajo de la manta. Escucho su risa. Él intenta quitarme la cobija de encima, pero me muevo evitando que la luz toque mis ojos-. Vamos a llegar tarde -me encojo de hombros.

-Seguro queda como dos horas para ir -comento medio dormida.

-Queda media hora, ángel -abro los ojos como platos.

-Estás mintiendo -él me sonríe mientras niega con la cabeza.

-No, no te estoy mintiendo, ángel. Sé lo agotada que estabas así que decidí dejarte dormir mucho más de la cuenta. Me duche, fui a desayunar y pedí el desayuno para ti, lo comerás en el viaje de una hora que haremos. Ahora, bañate.

-Eres el mejor novio que alguien puede pedir -le doy un beso en la mano pues es lo más cerca que tengo de él. Además, tengo sueño-. Ven, dos minutos más y me baño. Lo prometo -le sonrío como la carita de WhatsApp que tiene los ojos en forma ^^ y la sonrisa apretada mostrando los dientes. 

Dante se acuesta a mi lado, me pone encima de él. Yo escondo mi cara en su cuello. 

Uhm... amo esta colonia.

Hace como diez días que no tocaba una cama, bueno siete días que no tocaba una cama, desde Venecia. Les voy a hacer una recomendación, nunca se emborrachen en Venecia y al día siguiente vayan a explorar en los autobuses marinos. Es horrible. El barco se movía mucho, la luz del sol brillaba demasiado y el olor... todo esto hizo que la resaca fuera de diez. Estuve más en el baño que viendo el paisaje. No me acuerdo de nada de Venecia. Que triste.

Después de Italia fuimos a Suiza, fue el mejor viaje tanto de Dante como de Tris, se hartaron de comer y beber chocolate. Estuvimos en Berna (la capital) y es preciosa, hicimos el turismo necesario en el autobús, nos parábamos en los lugares necesarios solo para tomarnos fotos o para ducharnos. En el viaje hasta Francia hemos dormido en el autobús, es lo más incomodo que hay, parábamos en hoteles solo para ducharnos y hacer nuestras necesidades. Es horrendo.

Posteriormente, fuimos a Alemania por al lado de la frontera con Francia. Nuestra primera parada en Alemania fue Mannheim, fuimos a su universidad y JODER, yo quiero estudiar allí. Hay una torre de agua que parece una torre de castillo al estilo Rapunzel. Las fotos hay están divinas. Luego fuimos a Maguncia que al igual que en todos los sitios anteriores, era precioso. Lo más bonito fue el viaje desde Mainz (Maguncia) hasta Bonn, por sus castillos y pueblos pintorescos. Y precisamente cerca de Bonn se encuentra Königswinter o "Rey del invierno", un pueblo precioso regado por el Rhin, un río, y a los pies de Drachenfels, la roca del dragón. Fuimos a Schloss Drachenberg, un castillo como el de los cuentos de Hadas, allí comimos un helado riquísimo cuyo nombre no recuerdo. Luego vimos el Dragón de Roca que es jodidamente impresionante. Pasamos de Alemania a Francía, íbamos a ir a Bélgica pero si íbamos, no iríamos a Disney dos días sino que uno.

Somos jóvenes adolescentes y maduros, obviamente, elegimos los dos días en DisneyLand. Y ahora estamos en París, llegamos ayer a las once y media de la noche. Nos vamos a quedar tres días y luego nos vamos a Inglaterra, al mundo jodidamente mágico de Harry Potter que también estaremos tres días allá, luego nos vamos a casa para organizar todo e ir a la universidad.

-Ya han pasado los dos minutos, ángel -dice Dante acariciando mi espalda-. Ve a bañarte, yo te espero aquí tumbado.

-No, no quiero. Tengo sueño y pereza. ¿Me bañas? -le pregunto de coña. Lo miro sonriente. Él también sonríe-. Haz de cuenta que soy tu pequeña muñeca -él sonríe ampliamente.

-Vamos pues, muñeca -me guiña un ojo. La sonrisa se me borra.

-No me llames muñeca, suena como si fuera tu muñeca hinchable. Olvida que te dije que pensaras como si fuera tu muñeca -él suelta una carcajada.