-Siempre, ángel.

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-Dan, cariño -lo zarandeo un poco para despertarlo-. Daniel -le susurro en el oído-. Eo, Dante -beso su mejilla, su mandíbula-. Dan -una esquina de sus labios-. Despierta -beso su cuello-. Dan... -veo que el muy descarado ya está despierto con una sonrisa de oreja a oreja- ¡Buenos días, Dan! -le doy un piquito.

-¡Buenos días, ángel! -saluda con la voz ronca mañanera- ¿Podrías despertame así por el resto de mi vida? -pregunta.

- Quizas -contesto sonriente-. Venga, vamos, que llegaremos tarde.

-Es tu culpa.

- ¿Cómo?

- Es que eres tan malditamente sexy por las mañanas que no me puedo separar se ti.

-Idiota. Ve a bañarte mientras me visto -me mira y se da cuenta de que lo he estado despertando con solamente una toalla alrededor de mi cuerpo.

-Creo que me las piro a bañar -dice-. O, sino, no saldremos de aquí en mucho tiempo -me guiña un ojo y se levanta de la cama.

Me visto con unos vaqueros y una camisa blanca en la que pone: Si quieres un beso solo pídelo, pero está en francés. Así que, muchos no entienden lo que pone. Y me calzo mis converse blancas. Me cojo el pelo en un moño. No hay ganas de peinarlo, estoy perezosa. Por último, me echo rimel y un brillo de labios.

Dan sale del baño ya vestido, está muy guapo en sus pantalones que llegan hasta su rodilla color negro y una camisa blanca con sus zapatos. Esa camisa es una moja bragas al igual que la sonrisa que tiene en su sexy cara.

-¿Estoy bien? -le pregunto sonriendo.

- When I see your face theres not a thing that I would change Cause you're amazing just the way you are -empieza a cantar la canción de Just the way you are de Bruno Mars, su voz es preciosa, realmente lo es-. Estás preciosa, ángel -me acerco a él y le doy un beso muy, muy apasionado.

-¡Gracias! -digo-. Tu tampoco estás tan mal -lo beso-. Vamos a desayunar.

Hoy él hace el desayuno. Mientras yo espero viendo los capítulos viejos y repetidos de Los Simpson.

-Todo listo, ángel -dice-. A desayunar.

*-*-*-*

Mi novio y yo estamos en clase esperando a que suene la campana y llegue el profesor ¿cómo esperando? Fácil, nos estamos besando. Y mucho. O, tambien, hablamos pero muy pegaditos.

Suena la campana y la multitud de gente empieza a entras a clase. Yo me quedo apoyada en el hombro de Dante sin mirar nada. Mientras que Dan puede mirar todo aquel que entre.

-¡Mierda! -dice susurrando muy bajito, pero como estoy a su lado lo escucho perfectamente.

-¿Qué paso? -pregunto mirándolo a la cara.

-¿Dan? -Oh. Mierda. Esa voz. Cuanto la detesto-. Que casualidad que nos toque en la misma clase.

La mira y ella me saluda. Bueno, no creo que sea un saludo.

-Eliana ¿no? - pregunta.

Puta ¿no? -pienso, pero al final digo:

-Casi, es Eleanor -le digo con la sonrisa más falsa del mundo-. ¿Vas a estudiar en este instituto?

- Sí, mis padres decidieron venir a vivir aquí y me matricularon en este instituto. Me alegro bastante, casi todos mis amigos de infancia están aquí.

-Oye, Eleanor ¿puedes venir? -dice Louis.

Me levanto y me acerco a él que está junto a una chica de otro curso bastante guapa. Este instituto es frustrante, la mayoría están buenos.

Último primer día [sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora