Último primer día [sin editar]

Epílogo.

Cinco años después...

-¿Qué pone? -me dice Tris.

-¡No lo sé! -digo nerviosa-. No sé. No ha pasado ni un minuto. Me desesperas. Me pones más nerviosa de lo que estoy -mis piernas comienzan a golpear el suelo, subiendo y bajando, repetidamente.

-¿Y ahora? -pregunta dos segundos después.

-¡Voy a colgarte! -grito.

-Vale, vale, perdona -dice riendo.

Escucho como la puerta de mi apartamento se abre.

-Mierda -susurro-. Dan acaba de llegar.

-¡Oh, mierda!

-¿Ángel?

-Voy -grito-. Chao, te llamo después -le digo a Tris.

-¡No! ¡No me cuelgues! -grita- ¡Quiero saber primero!

-Lo siento -susurro.

Cuelgo y guardo el test de embarazo que aún no ha dicho si estoy embarazada o no. Dante y yo decidimos hace como dos meses que yo dejaría de tomar la píldora y dejar de usar condones.

''Si pasa, pasó'', fue lo que dijimos.

-¿Ángel? -vuelve a llamarme.

Es increíble que hayan pasado seis años y aún no sé porque me llama así. Hace cuatro años, nos mudamos solos. Ya que él no aguantaba el compartir la casa con Tris, era un caos, todos peleabamos con todos. Duramos mucho para todo lo que sufrimos.

El primer año de universidad, lo pasé realmente mal. Dios, Dante ligaba en cada lugar al que íbamos. Y sobretodo, porque empezó a boxear y habían muchos combates cerca de un bar por la universidad. Así que Dan se hizo popular y todas se lo querían tirar delante mío.

Nunca había estado en un zoo de solo perras.

Fue horrible.

Dante hizo un nuevo uniforme. En el centro de su pecho ponía: Esto pertenece a ELEANOR BLADES. Y luego en su pelvis ponía: Y esto también.

Cuando me lo mostró reí tanto que lágrimas salieron de mis ojos. Amo ese uniforme pero nadie se lo deja usar, ni siquiera yo.

-Hola -lo saludo. Él está de espalda a mí y sin camisa. El tatuaje de su hombro ha crecido más hacia el pecho y el abdomen. Es sexy hasta la mierda.

-Hola, te eche de menos -se acerca y me besa-. ¿Qué has hecho hoy?

-Nada del otro mundo, me llamo mi jefa y me dijo que hoy libraba y mañana también. Me cambió mis días sin consultarme. Pero no me importa -le sonrío.

Me quita la camisa.

-Así estás más linda -susurra.

-Yo siempre estoy linda -le doy un beso.

-La verdad es que sí -él asiente-. Pero así lo eres más.

Pongo los ojos y me doy la vuelta.

-Voy al baño -cuando sé que no me ve, comienzo a correr al baño.

Abro el cajón y saco el test.

Una línea, no embarazada. Dos líneas, embarazada -lo repaso en mi mente.

Miro el test y las lágrimas comienzan a caer por mi cara, una línea se ve en él. Me siento apoyándome en el lavamanos, me cojo las rodillas con los brazos y escondo mi cara entre ellas mientras lloro.

Tengo un retraso de cinco días, pero desde que deje la píldora mi regla se irreguló pero solo llegaba con un o dos días de retraso por eso pensé que a lo mejor yo estaba embarazada. Tenía la ilusión.