Último primer día [sin editar]

¡Largo! ¡Hipócrita! ¡Poco hombre!

Lentamente vuelvo a sentir todo. Vuelvo a escuchar, pero no veo. Lo primero que siento es el dolor en todo mi cuerpo sobretodo en la cabeza. Luego escucho un pitido molesto, no escucho nada más. Me duele tanto la cabeza que me niego a abrir los ojos. Intento dormirme pero los dolores y el pitido infernal no me dejan. Abro los ojos y la luz me deslumbra un poco. Parpadeo un poco para acostumbrarme. Que sed.

-¿Ángel? -escucho que alguien me llama, no reconozco la voz. Miro a la habitación y veo a Tris que acaba de empezar a llorar.

-¿Por qué lloras? -mi voz sale ronca. Ella corre y me abraza. Grito del dolor.

-Mierda -dice ella-. Lo siento. Lo siento.

-No importa -sonrío. Alguien me coge la mano. Miro las manos unidas y luego miro al dueño de esta. Le sonrío inmediatamente. Pongo morritos y Dan se acerca y me da un pequeño beso-. ¿Por qué tengo tanta sed? -comento-. ¿Donde está mi madre?

-Aquí -la veo salir del baño. Sale un momento y me trae un vaso de agua. Lo bebo. Lo necesitaba- ¿Cómo estás?

-Mal. Muy mal. Me duele todo -digo-. ¿Qué pasó? ¿Qué hago en el hospital? -siento como Dante se tensa.

¿Qué pasó ayer? Me pregunto.

-Tienes una conmoción cerebral y has estado inconsciente por una hora -contesta Dante. Me quedo mirando a la nada. Escucho que me hablan pero no les entiendo.

-¿Qué? -pregunto cuando veo que me miran preocupado- ¿Qué pasó? ¿Qué hago en el hospital? -pregunto al darme cuenta que estoy en el hospital.

-¿Ángel? -miro a Dante y tiene el labio partido.

-¿Qué te paso en la cara? -pregunto-. ¿Por qué me duele tanto la cabeza? ¿Qué pasó ayer?

-Hija, un chico hace unas horas se sobrepasó contigo y te dio varios golpes en la cabeza, lo que te dio una conmoción -explica. Los miro y asiento entendiendo lo que me están diciendo pero no me acuerdo de lo que me están diciendo. Lo último que me acuerdo es... ¡Espera! ¿Qué hago en el hospital? Oh, sí, ya recuerdo, verdad.

Miro a mi madre que tiene el ceño fruncido al igual que Tris y Dante.

-¿Qué pasa? -pregunto.

-¿Qué recuerdas de ayer? -me pregunta mi madre. Me pongo roja automáticamente y aprieto la mano de Dante. Tris y él se ríen, saben en que pienso. Después de eso, recuero a la novia de Lucas y nada más. Se lo cuento a ellos.

-¿Nada más?

-¿Nada más? ¿De qué? -pregunto-. ¿De qué habláis? -los miro a la cara y todos están confusos pero yo lo estoy más.

-Ya vuelvo -dice mi madre y sale. Tris sale con ella y me dejan con Dante. Lo miro y no me gusta su labio partido. Doy dos golpes en la cama para que siente. Le toco el labio y le sonrío.

-¿Qué te paso? -pregunto. Él frunce el ceño y niega con la cabeza-. Ya, me lo dirás. ¿Me das un besito o te duele el labio?

-Nunca me duele para besarte, ángel -se inclina y me besa, se lo agradezco con un gemido. Escuchamos que alguien se aclara la garganta nos separamos.

-Hola, Eleanor. Soy el doctor Andrew McCoy y me hubiera gustado conocerte fuera del hospital -comenta el doctor. Apellido tan raro-. Tu madre nos habla siempre de ti.

-Espero que bien -sonrío.

-Claro -él me devuelve la sonrisa. Se queda en silencio al igual que todos. Mi cabeza aún duele aunque no mucho. Miro a mi mamá y al doctor.