queda mil veces más bonito

2.6K 146 7
                                    

-¿Cómo era que se tiraba? -pregunta Tris.

-Con la mano derecha por encima del hombro izquierdo -le muestra el movimiento. Me acerco a su lado.

-¡Avisa para la foto! -le pido a Dante.

-Está en ráfaga -nos comenta-. Ya -y ambas tiramos los tres euros a la Fontana de Trevi.

-¡Adiós a cuatro euros! -dice Lucas.

Estamos en la Fontana de Trevi y es jodidamente impresionante. No hay palabras para describirla, sobre todo el fondo. Ese fondo es jodidamente precioso, lleno de monedas. Según nos han dicho, quien tira una moneda, asegura su regreso a Roma, quien tira dos se casará o divorciara y si lo tiras como Tris y yo acabamos de hacer, da buena suerte.

Ambas tiramos de las dos maneras, la de volver y la de la buena suerte. Ninguna queremos casarnos o divorciarnos. Es un poco difícil divorciarse sin estar casado ¿no? Yo creo que sí.

-¡Al autobús! -nos gritan. No tenemos casi tiempo para disfrutar de nada. Tres fotos aquí, tres fotos allá, nos vamos. Fin. Siguiente parada. Es un poco -demasiado- agotador. Pero con tal de que eso en Londres no me lo hagan todo bien.

Dante y yo -y todos los demás- tenemos asignados nuestro asientos. Dormimos ahí, no son cómodos. Tenemos un baño que se comparte para veinte personas. Y no tiene ducha. No es muy guay. Pero estamos de vacaciones, las vacaciones son aventuras, una aventuras en las cuales te bañas cada dos días. Asqueroso.

Aún no hemos pasado por eso, gracias a Dios, pero según el chofer eso es lo que pasará cuando salgamos de Italia, muchas horas de viaje en autobús donde la mayor parte dormiremos, llegaremos a donde sea, cogeremos un hostal nos bañamos y volvemos a coger el autobús, va a ser agotador. Me lo huelo... Uhm, hablando de oler... huele a Pizza, a pizza caliente, recién hecha...

*-*-*-*-*-*-*

-Estoy cansada. Me duele el culo de estar sentada en este estúpido asiento. Me duele los puñeteros ovarios por la puta regla, tengo más calor que el resto de las personas por la puta regla. Necesito un baño para hacer pipí porque estoy meona. No puedo leer porque me mareo o se me cae la retina. No puedo escuchar música porque el puto móvil decide morirse, no podemos ver películas porque tienes el ordenador en la otra maleta en el quinto coño. No puedo hablar con Tris porque está ocupada con la boca de Lucas. No hablo contigo porque tienes sueño. ¿Así que qué coño hago yo? Llevamos dos putas horas de viaje. Me aburroooooooooooo, Dante -digo. Dante me mira y no sabe que decir.

-Odio cuando te viene la regla son los dos peores días del mes, ángel -le pego un puño en su antebrazo- ¡Au!

-Te jodes, cabrón. Vete a dormir mejor antes de que te lleves otro golpe, idiota.

-Tu idiota -dice sonriéndome. Lo ignoro-. Puta regla... -murmura muy bajo intentando que no se le escuche pero lo hago así que se lleva otro golpe.

-Te he oído, idiota -él me sonríe y se apoya contra la ventana. Yo me apoyo en su cuerpo y él, automáticamente, me abraza. Ambos nos quedamos dormidos.

Para mí, solo han pasado cinco minutos cuando Dante me despierta. Lo fulmino con la mirada, él sólo se acerca a mi y me da un pequeño pico en los labios, relajo mi ceño y lo miro sonriente. ¿Cómo es posible que un solo beso de él me quite el mal humor?

-¿Dónde estámos? -pregunto.

-En un hotel, hoy pasamos la noche aquí -me contesta. Empezamos a bajar, nuestro tutor nos comunica que solo bajemos una de las maletas donde están las cosas necesarias. En el hotel, compartimos la habitación entre cuatro. Obviamente, nos ponemos con Lucas y Tris. Llegamos a la habitación y yo me tiro en la primera cama que veo. Mis ovarios me están matando lentamente y no traje la pastilla que me quita los dolores. ¡Soy idiota!

Último primer día [sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora